Corea del Norte rechaza la oferta de negociaciones formulada por Bush

El Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano ha rechazado en una dura declaración la nueva oferta de conversaciones con Estados Unidos formulada por el presidente, George W. Bush, durante su visita a Seúl esta semana. Allí, Bush reiteró que mantiene la oferta de diálogo con el régimen de Pyongyang y pidió en China a su colega Jiang Zemin que ayude para establecer conversaciones con el líder norcoreano Kim Jong Il.

Corea del Norte, país que forma parte del eje del mal de EE UU, asegura sentirse produndamente ofendido e insultado por la demanda de cambios políticos de Bush y le ha calificado de "niño políticamente atrasado"

"Los comentarios de Bush, incitado por el deseo de conquistar el Gobierno de otro país a fuerza de dólares, recuerdan la imagen un cachorro que no tiene ningún miedo del tigre", señala la declaración, difundida por la agencia de noticias oficial KCNA.

Esta declaración de Corea del Norte echa al traste los intentos de Bush a Japón de disipar el eje del mal, ya que, en Seúl, Bush se comprometió a "no atacar a Corea del Norte".

Mientras tanto, en la última escala de su gira asiática, Bush ha abogado hoy por el cambio, la libertad y la democracia en China, poniendo como ejemplo los beneficios que en su país han tenido dichos valores, durante un discurso en la prestigiosa Universidad Qinghua de Pekín.

Retransmitido por televisión

En su alocución, transmitida por el principal canal de la televisión nacional a más de 1.200 millones de chinos, Bush ha instado a China a acabar con la persecución religiosa y ha señalado en este sentido que "a la religión hay que darle la bienvenida, que no hay que temerla".

Bush ha sugerido un diálogo abierto con todos los líderes religiosos, incluido el Papa y el Dalai Lama, y ha subrayado que "la fe religiosa cambió profundamente" su vida. El presidente estadounidense ha elogiado la democracia y libertad, "que no lleva al caos ni a la revolución", ha alabado los grandes progresos de China en las últimas décadas y ha expresado su deseo de que esta evolución traiga en su esencia cambios democráticos.

Bush ha citado durante su discurso palabras textuales del fallecido Deng Xiaoping, que hace más de 20 años dijo que "China expandiría las elecciones democráticas hasta los comicios nacionales".

"Y yo espero que eso se haga realidad, porque los cambios en China llevarán a un país mas fuerte", ha agregado el presidente estadounidense ante la mirada del misterioso vicepresidente chino, Hu Jintao, con quien tuvo su primer encuentro minutos antes de su aparición en público.

En un tono más duro, y en respuesta a las preguntas de los estudiantes, interesados por saber por qué Washington nunca habla de reunificación en relación a Taiwan, Bush ha señalado tajantemente que su Gobierno ayudará a Taiwan a defenderse en caso de un ataque y ha advertido de que Washington no iba a tolerar provocaciones.

Acabado el discurso, Bush y su esposa se han trasladado al complejo de Zhongnanhai, sede del Gobierno chino, para almorzar junto a Jiang Zemin, antes de hacer un recorrido por la Gran Muralla, tras lo cual han partido de regreso a Washington.