Australia moviliza a 15.000 bomberos para controlar los incendios en Sydney
Se prevé que los incendios cobren más fuerza con el aumento de vientos y de temperaturas de este fin de semana
Las autoridades australianas se disponen a movilizar hasta 15.000 bomberos durante el fin de semana, ya que las condiciones meteorológicas se anuncian desastrosas para la lucha contra los incendios que rodean Sydney, los mayores declarados en la región desde 1994, según ha explicado hoy un portavoz del cuerpo. El servicio meteorológico prevé que los fuegos puedan cobrar más fuerza por el aumento de los vientos y de las temperaturas y por una reducción de la humedad en la zona.
Debido a estas previsiones meteorológicas, unos 7.000 bomberos procedentes de todo el Estado están incrementando sus esfuerzos para controlar los cerca de 100 incendios que se encuentran actualmente fuera de control.
"Podrían ser 15.000 si llamamos a gente de reserva", ha declarado un portavoz de los Servicios Rurales contra Incendios, John Winter, para subrayar que la espesa capa de humo encima de Sydney y en sus afueras complica el trabajo de los bomberos. "Es muy difícil localizar exactamente el fuego a causa del humo causado por la extensión que ha alcanzado el fuego", ha indicado Winter.
El incendio se está extendiendo desde el sur de Sydney hacia la F-6, cerca del acantilado de Illawarra en las Montañas Azules. Al menos 150 casas han sido destruidas y varios miles de personas han tenido que ser evacuadas de sus hogares en las barrios y las ciudades periféricas de Sydney, cada vez más amenazadas por un frente de llamas de 700 kilómetros.
Más de 100 incendios arden sin pausa desde Navidad alrededor de la metrópolis del sur de Australia. Sin embargo, durante las útlimas 24 horas, ninguna casa ha sufrido daños.
Los bomberos están trabajando para proteger las casas ubicadas en la localidad de Winmalee, en las Montañas Azules, y están intentando impedir el paso del fuego hacia la Gran Autopista del Oeste, donde numerosos hogares podrían verse amenazados entre Bullaburra y Lapstone si el viento cambia de dirección.
Otro motivo de preocupación es un incendio en el centro de la costa este de Gosford, donde un amplio frente de fuego se ha abierto paso entre las líneas de contención de los bomberos y está amenazando a numerosos hogares cerca de las localidades de Spencer y de Gunderman.
Previsiones desastrosas
John Winter ha indicado que los bomberos están preocupados por el panorama en que se presenta este fin de semana. "Estamos todo lo preparados que podemos y la madre naturaleza está demostrando que tiene el poder en esta siuación y que sólo somos espectadores en muchos sentidos", ha declarado.
El día de Navidad, el viento hizo avanzar el frente del incendio unos 60 kilómetros, del oeste de Sidney hasta el litoral al sur de la ciudad. "Los equipos de bomberos hacen lo que pueden para proteger las casas, pero esto será una tarea difícil durante el fin de semana", ha subrayado.
La Brigada de Bomberos NSW ha señalado que ya ha comenzado el envío de agua desde aviones por encima de los incendios activos en el sur de Sidney. El bombardeo de agua tendrá lugar por encima de las localidades de Holsworthy, Engadine y Loftus. Los bomberos ya han advertido a los residentes de la zona que no se dejen llevar por el pánico cuando vean que el humo aumenta.
El ministro de Nueva Gales del Sur encargado de los servicios de emergencia, Bob Debus, ha precisado que, a pesar de la destrucción de varias decenas de casas, más de 11.000, que estaban expuestas a las llamas, han podido ser protegidas. "Los cuatro próximos días van a ser difíciles en términos de meteorología", ha añadido.
Posible incendio provocado
Por su parte, el jefe del nuevo destacamento contra incendios premeditados ha afirmado que existe hasta ahora una pequeña evidencia que podría sugerir que los incendios habrían podido ser provocados en el sur de Nueva Gales.
El jefe de las fuerzas de Toronto, el comandante John Laycock, ha afirmado en una reunión con su equipo que "en estos momentos, hay escasos indicios de que haya habido algún incendio provocado, no obstante, eso no quiere decir que no lo haya sido". "En la primera fase tendríamos que haber averiguado el alcance del problema, pero en estos momentos no podemos saber el grado de criminalidad en estos incendios", ha añadido.
Hoy, cinco personas, entre ellas tres menores, sospechosos de haber provocado dos incendios, han sido detenidos y más tarde puestos en libertad ya que no estaban implicados en los principales incendios que amenazan Sydney.
Las autoridades australianas comunicaron que las penas máximas, de 14 años de cárcel, serán aplicadas a las personas que sean reconocidas culpables de provocar los incendios. Se trata de los más graves incendios desde 1994 que causaron la muerte a cinco personas y destruyeron 185 casas alrededor de Sydney.
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