Los 'muyahidín' aseguran haber tomado Tora Bora sin encontrar a Bin Laden
El secretario de Defensa de EE UU, en viaje oficial a Kabul, niega que la batalla por el último refugio de Al Qaeda haya acabado
Dos de los tres comandantes que dirigen las operaciones de los muyahidín en el este de Afganistán han anunciado la toma del último reducto de Al Qaeda, donde no han logrado dar con Osama Bin Laden. Tras barrer las montañas y haber inspeccionado la cueva que sirvió de refugio al disidente saudí, los milicianos no han encontrado ni rastro del hombre más buscado del mundo, por el EE UU ofrece 10 millones de dólares.
"Hoy es el último día de Al Qaeda en Afganistán", ha declarado en pastún, francés e inglés el comandante afgano Hayi Zamán, acompañado por el comandante Hazrat Alí, que también ha asegurado: "Hemos acabado con Al Qaeda".
Zamán ha dado así por concluidas las operaciones al afirmar que la provincia de Nangarhar, a la que pertenece Tora Bora, está "limpia" de miembros de la red.
"No quedan más que 50 ó 100 hombres. Están acabados", ha afirmado. "Vamos a iniciar pronto el combate. Hoy, con la ayuda de Dios, acabaremos con ellos", ha indicado, reconociendo que quedan pequeños grupos de resistencia y que un número no precisado de integristan han logrado huir, probablemente en dirección a Pakistán.
"Los que hayan escapado morirán de hambre, ya que no tendrán posibilidad de encontrar comida. Si algún afgano da cobijo a los árabes, será castigado", ha sentenciado.
Sin embargo, Bin Laden parece haberse evaporado. Zamán ha señalado que han peinado las Montañas Blancas sin encontrar su rastro y que incluso se ha inspeccionado la cueva donde se supone que residió. Los prisioneros ya han sido interrogados, pero ninguno ha podido aportar pistas. "Bin Laden ya no está en Tora Bora", ha afirmado el comandante.
Las dudas de Rumsfeld
Tras una última batalla hoy, precedida por bombardeos de aviones estadounidenses, los cadáveres de 200 militantes de Al Qaeda yacen en las montañas, al tiempo que 25 integristas han sido capturados, según los comandantes.
Zamán ha asegurado que serán entregados al nuevo Gobierno de Kabul, que tomará posesión el día 22. El comandante Zamán no ha descartado que Bin Laden esté entre los muertos, pero ha anunciado que sus hombres se tomarán un descanso antes de registrar los cadáveres.
Mucho más moderado que los triunfalistas milicianos, el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, ha manifestado dudas acerca de que los combates hayan concluido en Tora Bora. Durante su visita sorpresa a las tropas en la base de Bagram, a las afueras de Kabul, ha reconocido que no se registra "ningún enfrentamiento" de importancia en la zona.
"Las fuerzas aliadas efectuaron hoy numerosas incursiones con armamento de alto y bajo calibre", ha explicado Rumsfeld, para añadir que "hay milicianos que intentan escapar pero les resulta más complicado a medida que cae la noche. La pregunta es si esto quiere decir que todo ha terminado en este áera. Yo lo dudo".
Según el jefe del Pentágono, 200 combatientes de Al Qaeda han muerto en el último asalto a Tora Bora, un alto
comandante ha sido capturado y unos 2.000 milicianos se están escapando de la región.
Por su parte, el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, ha señalado desde Washington que la red "parece haber sido derrotada en Afganistán", pese a que aún quedan focos alislados de resistencia. Sobre el paradero de Bin Laden, Powell ha reconocido que "no sabe" dónde se encuentra ni si ha logrado salir o no de Afganistán. A pesar de todo, se ha declarado convencido de que sigue con vida y de que los estadounidenses le capturarán.
Tres 'marines' heridos
Por otro lado, esta mañana al menos tres marines estadounidenses han resultado heridos, uno de ellos de gravedad, al intentar neutralizar explosivos en la zona del aeropuerto de Kandahar, según han confirmado algunos oficiales, que han calificado el suceso de "accidente".
Las tropas estadounidenses se hicieron con el control de Kandhar el pasado viernes. Además de los trabajos de limpieza de la zona, los marines anunciaron ayer que estaban habilitando un campo de prisioneros para acoger a 300 presuntos miembros de la red terrorista Al Qaeda.
Motín en un hospital de Kandahar
Un grupo de integristas árabes seguidores de Bin Laden se han hecho fuertes en un ala del hospital de la ciudad meridional afgana de Kandahar, el antiguo bastión de los talibanes. Tienen granadas de mano que amenazan con emplear si se les intenta detener.
Los radicales forman parte de un grupo de 19 árabes heridos en los combates que precedieron a la toma de Kandahar por las fuerzas antitalibanes el pasado día 7 y que había sido trasladados al hospital por la Cruz Roja.
Los heridos ingresaron en el hospital sin que se advirtiera de que llevaban armas. Dos milicianos de la Alianaza armados con rifles AK-47 están apostados en las puerta de la sala sin permitir el acceso a nadie, excepto a un enfermero.
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