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LA RESPUESTA

La delegación de Pakistán abandona Kabul sin lograr la entrega de Bin Laden

Afganistán pide a su pueblo que se prepare para la guerra santa

La delegación enviada por Pakistán para pactar con los talibán la entrega de Osama Bin Laden, refugiado en este país y a quien EE UU quiere "vivo o muerto" por su presunta implicación en los ataques terroristas, ha partido hacia Islamabad con las manos vacías, ya que no se ha producido ningún cambio en la postura del régimen, que considera al millonario saudí su "invitado". En este sentido, un ministro afgano ha reiterado que "puede ser culpable", pero que necesitan "pruebas para entregarlo".

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Los miembros de la delegación paquistaní viajaron ayer al vecino país en un intento de evitar un ataque contra Afganistán de Estados Unidos, quien acusa a Bin Laden de estar detrás de los atentados del pasado martes contra Nueva York y Washington.

Un portavoz del gobierno paquistaní, Riaz Muhammad Khan, ha subrayado que el objeto principal de la delegación no era negociar con los Talibán la suerte del disidente saudí, sino hacerles entender la gravedad de la crisis internacional desatada tras los atentados.

Las fuentes han precisado que la delegación tampoco ha dado ningún plazo a los Talibán para que entreguen a Bin Laden.

Los misión paquistaní viajó ayer a la ciudad sureña afgana de Kandahar, en donde se entrevistó con el líder supremo de los Talibán, el mulá Mohammed Omar y con su ministro de Asuntos Exteriores, Wakil Ahmed Muttawakil.

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Un portavoz de los Talibán declaró ayer al término del encuentro que las conversaciones fueron "positivas", que continuarían hoy en la capital afgana, Kabul y que la extradición de Bin Laden no había sido apenas tratada.

Pero según ha informado hoy la prensa paquistaní, el mulá Omar puso varias condiciones para extraditar a Bin Laden, entre ellas, que sea juzgado en un país neutral.

El jefe de los Talibán, de acuerdo con dichos medios, también quería que se levantaran las sanciones de la ONU contra su país y se suspendiera la ayuda militar a la oposición, que controla el 10% del territorio al norte del país.

Omar anunció que un consejo religioso decidiría sobre la entrega de Bin Laden en una reunión que podría celebrarse mañana después de haber sido suspendida hoy.

Éxodo masivo

Mientras, las ciudades de Afganistán se han quedado despobladas tras la huida de sus habitantes a las zonas rurales o a las fronteras de los países vecinos por el temor de un ataque de EE UU en represalia por los atentados contra su país.

Esta situación amenaza con desatar una nueva crisis de refugiados en uno de los países más pobres del planeta.

La Alta Comisaria de las Naciones Unidas para los Refugiados advirtió ya sobre las crisis humanitaria que se avecina y observó días después de los atentados contra EE UU que el movimiento interior de ciudadanos era tres veces al superior al normal.

Fuentes de la organización han asegurado que en la ciudad sureña de Kandahar, en torno a la mitad de sus 100.000 habitantes han huido de la población, base del líder supremo de los Talibán.

Ríos de personas pueden versen también saliendo de la capital afgana, algunos con burros en los que transportan sus pocos enseres, mientras otros cavan refugios para ponerse a salvo de un ataque estadounidense.

Otros muchos desplazados se están dirigiendo a la frontera con Pakistán, país que aloja ya a dos millones de refugiados de Afganistán que abandonaron el país para escapar de los más de 20 años de guerra civil que asolaron la nación.

"Nuestra mayor preocupación es que cientos de miles de afganos están abandonando sus casas" y miles de ellos se habían concentrado en los pasos fronterizos de Torkham, al noroeste de Pakistán, y en Chaman, al suroeste, ha declarado hoy un portavoz oficial paquistaní.

Pakistán ha confirmado el cierre de su frontera a los refugiados pero se cree que miles se han filtrado ya a través de los 1.400 kilómetros de frontera con Afganistán.

Otros se dirigen a Irán que también ha cerrado su frontera común, aunque según fuentes de la UNHCR en la ciudad de Herat, próxima al borde iraní se vivía una situación de relativa calma.

Organizaciones de ayuda humanitaria se preparan para hacer frente a la última crisis de refugiados afganos. La ONU ha empezado ya el traslado de provisiones a la zona fronteriza cerca de la ciudad sureña paquistaní de Quetta.

Fuentes de dichas organizaciones han advertido también de que en esta ocasión la crisis es aún más grave, porque todos los extranjeros, cooperantes de organizaciones humanitarias, funcionarios de la ONU y del Comité Internacional de la Cruz Roja han abandonado Afganistán.

El Gran Consejo de Ulemas

Simultáneamente, el régimen talibán ha pedido a los afganos que se preparen para la guerra santa contra EE UU, aunque el edicto (fatwa) que decreta la yihad no va a ser lanzado por el momento. El consejo de cientos de doctores en la ley islámica (ulemas) procedentes de todas las provincias del país que debía proclamarla no se reunirá hasta mañana porque muchos de ellos no han llegado a tiempo.

La reunión, en la que también iba a tratarse la extradición del terrorista saudí Osama Bin Ladem, debía contar con la presencia de cientos de ulemas religiosos procedentes de las 32 provincias del país. Bin Ladem está acusado por EE UU de ser el principal responsable de los ataques terroristas del pasado martes contra Washington y Nueva York.

"El encuentro tendrá lugar mañana o, como muy tarde, al día siguiente", ha precisado un portavoz en la capital afgana, quien ha añadido que la decisión que se tomara será respetada. Pero los teólogos afganos han adelantado que Bin Laden no sería extraditado al menos que fueran entregadas pruebas irrefutables de que estaba implicado en los atentados que pusieron en pie de guerra a EEUU.

Las advertencias de EE UU

De momento, lo que parece claro es que el Departamento de Estado de EE UU prepara el terreno para una posible intervención militar en Afganistán. De hecho, ya ha solicitado a todos sus ciudadanos que eviten viajar o permanecer en Pakistán, país desde el que probablemente se llevarán a cabo los ataques.

La decisión del Gobierno estadounidense se produce horas después del despliegue de tropas que afganos y pakistaníes han realizado en la frontera que separa a ambos países.

Simpatizantes paquistaníes de un movimiento integrista proclaman que Bin laden es su héroe en la ciudad portuaria de Karachi.
Simpatizantes paquistaníes de un movimiento integrista proclaman que Bin laden es su héroe en la ciudad portuaria de Karachi.REUTERS
Un grupo de escolares neozelandesas firma una bandera para evitar el bombardeo de Afganistán.
Un grupo de escolares neozelandesas firma una bandera para evitar el bombardeo de Afganistán.REUTERS

Irán aprueba las represalias militares de EE UU en la región

Irán ha comunicado a Washington, a través del Gobierno canadiense, que el régimen de Teherán no se opondrá a acciones militares de Estados Unidos contra grupos terroristas de la región.

El periódico National Post señala que altos funcionarios iraníes contactaron con el ministro de Asuntos Exteriores canadiense, John Manley, para que comunicase a la Bush que Teherán aprueba represalias contra los responsables de los ataques terroristas del 11 de septiembre.

En declaraciones al rotativo canadiense de un funcionario al tanto de los contactos entre iraníes y canadienses, Teherán "también siente la tragedia y apoya cualquier acción dirigida a objetivos militares, pero tiene que estar dirigida" a esos objetivos.

Según el informante, "los iraníes no pueden llamar a los estadounidenses y decir eso, así que están buscando otros amigos y aliados (para comunicarse con EE UU)". Irán y Estados Unidos rompieron sus relaciones diplomáticas tras la revolución islámica de 1979 que acabó con la dictadura pro occidental del sha.

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