Asesinado un ex dirigente nacionalista corso que había renegado de su partido
François Santoni había abandonado hace tres años las filas de A Cuncolta
Los investigadores de la sección antiterrorista de la Fiscalía de París que se ha encargado de la investigación del asesinato del antiguo dirigente nacionalista corso en Monaccia d'Aullene están tratando de buscar "a toda persona susceptible de aportar algún testimonio".
La autopsia del cadáver está previsto que se haga hoy en Ajaccio, donde también se espera la llegada de un fiscal antiterrorista de París.
Santoni fue el máximo dirigente del grupo A Cuncolta, brazo político del Frente de Liberación Nacional-Canal Histórico, pero hace tres años rompió con sus compañeros.
Su asesinato se produce casi un año después de que su amigo y también histórico del nacionalismo corso Jean Michel Rossi muriese acribillado en la terraza de un café en Córcega.
Un libro polémico
Santoni y Rossi publicaron hace un año un libro con el periodista Guy Benhamou titulado Pour solde tout compte, que incluye revelaciones sobre los grupos armados, el tráfico de armas, el "impuesto revolucionario" y la lucha fratricida entre las bandas.
Amenazado de muerte, Santoni fue alcanzado por una ráfaga de fusil de asalto del calibre 7,62 a la 1.05 (11.05 GMT) cuando salía de la boda de un amigo, que también resultó herido en una pierna, indicaron fuentes policiales.
Los atacantes, cuyo numero no ha sido precisado, lograron darse a la fuga, pese a que los guardaespaldas de Santoni, que fue alcanzado en la cabeza y en el pecho, respondieron al tiroteo, según la policía.
El automóvil del ex líder nacionalista, un BMW, resultó acribillado por varias decenas de impactos de bala.
Aunque no se descarta ninguna hipótesis sobre el móvil del crimen, la policía privilegia la tesis del asesinato por razones políticas, ya que su libro le valió ataques feroces de sus antiguos compañeros de filas.
El pasado junio, Santoni publico otro libro, Contre-enquete sur trois assassinats, en el que volvía a denunciar las derivas mafiosas del nacionalismo corso y relacionaba el asesinato del prefecto de Córcega Claude Erignac, en 1998, con una operación de gran envergadura urdida con el fin de implantar un sistema de blanqueo de dinero en la isla mediterránea francesa.
