El Ejército británico impide que la marcha orangista derive en enfrentamientos
Por cuarto año consecutivo, el desfile de Portadown ha sido bloqueado a su entrada en el barrio católico de Garvaghy Road
Por cuarto año consecutivo, la marcha ha sido bloqueada a su entrada por el barrio católico de Garvaghy Road, donde tiene estrictamente prohibida la entrada.
El momento más tenso de todo el desfile ha tenido lugar cuando cerca de 2.000 miembros de la Orden de Orange se han concentrado ante la barricada de contenedores rellenos de cemento levantada por el Ejército para impedirles el acceso hacia el barrio católico de Garvaghy Road.
La Comisión independiente de Desfiles en Irlanda del Norte había prohibido por cuarto año consecutivo que los orangistas atravesaran ésta zona.
Los líderes protestantes de la Orden de Orangen han entregado un mensaje de protesta por la prohibición de atravesar el distrito católico. El secretario de la logia de Portadown, Nigel Dawson, flanqueado por el maestre del distrito, Harold Gracey, ha hablado con un oficial de la Policía norirlandesa para transmitirle su condena por la prohibición, que se produce por cuarto año consecutivo.
El gran maestre de la Orden de Orange, Robert Salulter, ha reiterado su protesta por la prohibición, que ha considerado que representa "una violación de los derechos humanos fundamentales".
Tras los discursos de los dirigentes orangistas, los participantes en la marcha y sus simpatizantes -presentes en un número inferior al de ediciones pasadas del desfile- se han disuelto de modo pacífico.
Grietas en el proceso de paz
El desfile se celebra en un momento delicado para el futuro del proceso de paz para el Ulster tras la dimisión hace una semana del unionista David Trimble como jefe del gobierno autónomo, en protesta por la falta de desarme del grupo terrorista Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Para tratar de rescatar el proceso de paz, los primeros ministros de Irlanda, Bertie Ahern, y el Reino Unido, Tony Blair, presidirán el lunes y el martes una ronda intensiva de conversaciones con los partidos norirlandeses en Weston Park, un apartado centro de conferencias en Shropshire (oeste de Inglaterra).
Entretanto, los episodios de violencia siguen jalonando la delicada situación que atraviesa el Ulster. El pasado jueves resultó asesinado en las afueras de Antrim (este de la provincia) el joven católico Ciaran Cummings, de 19 años, en un crimen que la Policía atribuye a represalias por la prohibición a los orangistas de atravesar Garvaghy Road.
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