“En tetas”
El genio del idioma ha aportado una certera alternativa popular al anglicismo ‘top-less’, y empieza a usarse en público
Eva Amaral habló el 11 de septiembre en Hora 25, de la Cadena SER, sobre su decisión de cantar con el pecho desnudo ante 23.000 personas en el festival Sonorama, el 13 de agosto en Aranda de Duero (Burgos). Al responder a una pregunta de Aimar Bretos, contó que cuando era adolescente ya había oído recriminaciones por tomar el sol “en tetas”.
Recordé enseguida que había anotado esa locución por vez primera en 1998, cuando en una playa le oí decir a una bañista “voy a tomar el sol en tetas”, alternativa novedosa al entonces más extendido “voy a tomar el sol en top-less” (o sea, “sin lo de arriba”); o también “voy a hacer top-less”. Usé la anécdota en el libro Defensa apasionada del idioma español, de ese mismo año, como ejemplo de las alternativas que el genio del idioma —el ser imaginario que gobierna una lengua— suele ofrecer frente a los anglicismos cuando le damos un tiempo para que se le ocurra algo (es lento el genio).
Éste en concreto se incorporó al Diccionario en 2021, con las grafías topless y top-less, ambas en cursiva; y con dos acepciones: “Bar o local donde trabajan mujeres desnudas de cintura para arriba” y “modo de vestir femenino que deja los pechos al aire”. (Bueno, más que un modo de vestirse, es un modo de desvestirse). Ahora las academias recogen ya la escritura españolizada y en redonda: “toples”; vocablo que, visto así, bien podría leerse separado en las sílabas to y ples; igual que so y ples en “soples”, por ejemplo. La definición se ha modificado también: “Desnudo femenino de cintura para arriba”.
Volví a anotar ese uso de “en tetas” tras oírlo en la serie Cuéntame (TVE, capítulo 243, en marzo de 2013), cuando un niño exclama que Lola, una prima inglesa de los Alcántara, “se ha puesto en tetas”. Y en 2018 la usaba ya la escritora Marta Sanz en su libro Monstruas y centauras: “Yo en los ochenta tomé el sol en tetas”.
Aquí mismo le dediqué unas líneas al asunto en marzo de 2019 (El ‘top ten’, el ‘top manta’ o el ‘top-less’) y señalaba que Google ofrecía 3.290.000 resultados de “en tetas”. Le he preguntado ahora al buscador y refleja ya 3.510.000 registros (220.000 más). Por su parte, el cruce de “en tetas” y “Amaral” proporciona 2.490 usos. Por ejemplo: “Amaral, en tetas” (pie de foto en Superdeporte). “Cantar en tetas sobre un escenario cumple todos los requisitos para que lluevan los elogios y las críticas por todas partes” (Mariola Riera, La Nueva España, de Oviedo). “Las nuevas doctrinas de la corrección política dictan que Eva tiene derecho a quedarse en tetas” (Vidal Arranz, Voxpópuli); “Es condición sine quanum [sic] que los cuerpos dejen de ser un objeto de sexualización ‘que impida que podamos quedarnos en tetas en un concierto” (entrevista a la artista Diana Montero en la revista Vogue). El banco de datos del español actual (Corpes), de la Real Academia, entrega 19 usos escritos de esta locución en libros (la mayoría) y en prensa; entre ellos, 10 de España y 6 de Argentina, país donde se data el más antiguo (diario Página 12, 2001).
En definitiva, el genio del idioma ha aportado una certera alternativa popular al anglicismo top-less, y empieza a usarse en público. Todo ello nos lleva a plantearnos si “en tetas” debiera añadirse como locución en la entrada “tetas” del Diccionario, tal vez con las marcas de “coloquial” y “españolismo”.
Una declaración de Jeanette en Abc el 17 de agosto vendría en apoyo de esa propuesta, y la aporto como cita de autoridad. La intérprete de Soy rebelde y Porque te vas (así es el título, aunque ella pronuncie “por qué te vas”), nacida en Londres y residente en España desde los años sesenta, evitó en la entrevista el término top-less, que sin duda conoce y habrá usado en su lengua materna, para decir en español con toda claridad: “Yo ya iba en tetas por la playa antes de que naciera Amaral”.
Apúntate aquí al boletín semanal de Ideas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.