Callum Turner: “He tenido tres empleos a la vez. Cuando creces con humildad, aprendes rápido”
El actor Callum Turner, que este viernes estrena ‘Eternity’, vive un ascenso meteórico pero se lo toma con la seguridad que da saber que su lugar feliz no es Hollywood, sino su barrio

Acumula 15 años de experiencia en cine, televisión y modelaje, pero acaba de ascender a primera división. En el haber de Callum Turner (Londres, 35 años) se encuentran títulos como Animales fantásticos (2018-22), la adaptación de la novela homónima de Jane Austen Emma (2020) o Remando como un solo hombre (2023), de George Clooney, sin olvidar su papel protagonista en la miniserie de televisión del pasado año Los amos del aire, producida por Steven Spielberg y Tom Hanks. Pero el joven actor no olvida sus raíces. Criado en World’s End, un complejo residencial de viviendas sociales en el distrito londinense de Chelsea —“un lugar no muy lujoso”, ríe—, en él prevalece un recuerdo muy plácido de la infancia con su madre, que le crió sola. “Me enseñó a tener confianza en mí mismo, a convencerme de que, con esfuerzo, podría conseguir lo que quisiera. Íbamos juntos al cine, a museos, hacíamos deporte. Siempre ha estado muy activa y presente. Con ella aprendí a descubrir el mundo”, explica hoy.
Su barrio de toda la vida le dejó, cómo no, una huella muy profunda. “Todos mis amigos estaban allí y con muchos aún mantengo el contacto”, dice. “Siempre había alguien con quien jugar al fútbol, a cualquier hora del día y de la noche”. Así es como, de repente, Callum se retrotrae al excelso centrocampista que era y, pillándonos completamente desprevenidos, desvía la entrevista hacia el fútbol. Buen regate. “A los 15 años jugaba en el Fisher Athletic F.C., un equipo semiprofesional del sureste de Londres. Cada semana, entrenábamos tres días y otros dos competíamos. ¡Éramos 11 gladiadores jaleados por 3.000 aficionados!”, exclama, recordando tanta adrenalina adolescente. “Son las mismas sensaciones que experimento cuando actúo”, asegura, en un autopase impecable. “Conlleva la misma preparación, la misma disciplina para alcanzar tu meta. Entrenas, sigues entrenando, ensayas y luego vas o a jugar o al plató. Hasta que, en un momento dado, bajo los focos, llega tu momento, cuando tienes que marcar un gol o dar lo mejor de ti en una escena”.

Como fanático del Chelsea que es, Turner por supuesto recuerda el estremecimiento que sintió cuando, en 2010, fue a ver a su equipo al estadio de San Siro, en Milán, en una eliminatoria de octavos de final de la Champions frente al Inter de José Mourinho, precisamente ex del Chelsea. Al entrar en la tribuna, se vio envuelto por el rugido de 70.000 hinchas nerazzurri. “Me quedé sin palabras. Perdimos 2-1, pero para mí sigue siendo el estadio más bonito del mundo. Y he visitado muchos”.
El pasado septiembre, Turner presentó en Venecia la película independiente Rose of Nevada, por cuya interpretación ha recibido el aplauso efusivo de la crítica. Vive un momento dulce, y recuerda con orgullo que sus primeros pasos en el cine no fueron fáciles. “Cuando creces con humildad, aprendes rápido a trabajar. Tenía tres empleos a los que dedicaba cuatro días a la semana para pagar el alquiler. Los otros tres los dedicaba a mis intereses, a la interpretación, a hacer cursos, ver películas, ir al teatro, leer guiones y empaparme de todas las entrevistas de mis actores favoritos. Tengo las ideas claras: cuando quiero algo, me esfuerzo”.
En pantalla grande lo veremos pronto en Eternity, un romance sobrenatural de la productora A24 junto a Elizabeth Olsen y Miles Teller, que se estrena este viernes 5 de diciembre, y donde las tres estrellas conforman un intenso triángulo amoroso de difuntos en el más allá. En la película, que postula una monogamia más allá de la tumba, el personaje de Olsen debe elegir entre pasar la eternidad con el que ha sido su compañero de vida (Teller) o su primer gran amor (nuestro hombre, Turner), que murió cuando eran jóvenes y la ha estado esperado durante décadas. “Es una película interesante por su lado espiritual, especialmente por el de mi personaje, Luke, que se pregunta qué es el amor verdadero: ¿el que siempre soñó y nunca tuvo, o el que ha vivido, aunque fuese brevemente? Yo a menudo me he preguntado cómo una persona puede estar enamorada o ser alma gemela de alguien a quien no conoce del todo”. Resulta inevitable, al hablar de Eternity, pensar en las comedias de enredo de los grandes iconos del género, como Gary Cooper o James Stewart.


Para Turner, que creció amando el cine, la elegancia y el estilo de semejantes figuras no son algo que pueda aprenderse. “El estilo es, simplemente, ser uno mismo. Es difícil sentirte libre y espontáneo en tu propia piel, pero cuando eres consciente de tener un estilo, ya nunca te abandona. Me gusta lo clásico con un toque cool, sin ser demasiado tradicional. Vestir de forma sencilla y lineal: eso es la elegancia para mí. No me gusta llamar la atención ni en mi forma de vestir ni la de comportarme”.
Volvemos al cine. ¿Director favorito? “Ahora mismo, creo que Paul Thomas Anderson es el mejor director en activo, tengo muchísimas ganas de ver su última película con Leonardo DiCaprio”, dice, aludiendo a Una batalla tras otra. ¿Prefiere el cine de EE UU o el de su país? “Al elegir un proyecto, me fijo más en el director. Si te llama un maestro, sabes que vas a participar en algo de lo que siempre estarás orgulloso, porque cineastas de la talla de Spielberg o Clooney se rodean de los mejores productores, directores de fotografía, diseñadores de vestuario o de decorados, maquilladores…”.
Y entre tanto trabajo y viajes, ¿cuál es ese lugar feliz al que acude en busca de tranquilidad? “Como siempre estoy fuera, mi lugar feliz es simplemente mi casa, en mi ciudad, Londres, con mi perro Golo, mi familia y amigos. Aquí está mi hogar. No necesito pensar nada dos veces, sé dónde estoy exactamente, conozco cada callejuela. No de toda la ciudad, pero sí de mi Londres. Este es el lugar en el que me gustaría quedarme para siempre”. Su paraíso para la eternidad.
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