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‘Entierra a tus gais’: por qué Hollywood sigue sin saber qué hacer con sus personajes LGTBIQ+

¡Alerta de ‘spoilers’! El desenlace de la última temporada de ‘La edad dorada’ aviva el miedo del público a un retroceso en la representación de la diversidad en la ficción

La pareja formada por Oscar van Rhijn y John Adams en 'La edad dorada', serie histórica de HBO Max.
Eva Güimil

Se llama Bury Your Gays (entierra a tus gais) al hecho de que en la ficción los personajes homosexuales fallecen con mucha más frecuencia que los heterosexuales. Esta semana el tropo ha vuelto a la palestra después de una muerte especialmente trágica en La edad dorada, la serie de HBO que radiografía la alta sociedad neoyorquina a finales del siglo XIX a través de dos familias, los Russell y los van Rhijn-Brook. A estos últimos pertenece Oscar van Rhijn, un hombre que vive tormentosamente una homosexualidad que oculta a todos. En los dos últimos capítulos de su nueva temporada, John Adams, su amante secreto, falleció atropellado por un carruaje tirado por caballos. Un giro de guion que dejó a miles de fans devastados por “un acto de crueldad narrativa sin precedentes para la serie”, según Collider. Las reacciones fueron tan airadas que su creador Julian Fellowes salió a defender su decisión de matar a John: “Tuvimos mucho cuidado de matarlo con un simple accidente, no con algo con connotaciones políticas”, declaró a TVLine. “Murió en un accidente, como cualquiera podría morir en cualquier momento”.

El destino de John sorprende no sólo porque fuese un personaje especialmente apreciado por su carácter afable, sino porque La edad dorada no es Juego de tronos, no es una ficción que se caracterice por las muertes epatantes. Por eso, el terrible desenlace ha provocado que muchos se hayan preguntado si es simplemente otro ejemplo de cómo muchas veces los guionistas siguen sin saber qué hacer con los personajes LGTBIQ+. Una suspicacia justificable, ya que llueve sobre mojado.

Esta semana en España se ha producido un caso similar en Sueños de libertad, la serie de Antena 3 que lidera las audiencias de las sobremesas con un millón doscientos mil espectadores diarios de media. Fina, la pareja de Marta de la Reina, acaba de desaparecer de la serie tras asesinar a un hombre que había intentado agredirla sexualmente. Los guionistas la han enviado a Argentina, una decisión presumiblemente temporal que coincide con el embarazo de la actriz Alba Brunet, pero Las Mafin, el acrónimo de Marta y Fina que reúne en redes sociales a los miles de fans de la pareja, están en guardia. El tropo “entierra a tus gais” sigue latente en la memoria audiovisual LGTBIQ+, saben que las relaciones homosexuales tienden a terminar trágicamente en la ficción. Tal vez porque al contrario de lo que sucede con las tramas heterosexuales, en muchos casos el romance es el único desarrollo de los personajes y una vez que esa relación no da más de sí la pareja desaparece. Algo que se puede apreciar en la serie de Diagonal TV.

Mientras Marta de la Reina tiene tramas amorosas, familiares y laborales, el personaje de Fina ha pasado a ser simplemente su novia. Una falta de líneas argumentales que no suele ser habitual en las parejas heterosexuales en las que ambos son algo más que el interés amoroso de otro. Ni siquiera se ha profundizado en su relación más allá del hecho de que se han enamorado a finales de los cincuenta y deben vivir su relación en secreto. Entre Marta y Fina hay diferencia de clases y diferencia de edad, pero ninguna de estas circunstancias se ha explotado. Tampoco hay terceras personas, una fuente inagotable de conflictos en las relaciones heterosexuales de ficción, pero casi inexistente en las LGTBIQ+. Cuando en una serie hay dos gais o dos lesbianas, es inevitable que acaben enamorándose y que jamás aparezca otro interés amoroso para ninguno de los dos. Pueden justificarlo alegando que a mediados del siglo XX no había tanta visibilidad, pero tampoco era habitual que en una misma familia se cometiesen cinco asesinatos. La ficción puede permitirse ciertas licencias.

'Luimelia' se convirtió en un 'spin off' de 'Amar es para siempre', por la pasión que despertó la pareja en la serie original.

Es obvio que en cuestiones de diversidad sexual en televisión se ha mejorado. Ahora mismo es casi imposible encontrar una serie española de sobremesa, un producto que siempre suele ser muy conservador, en la que no haya una pareja LGTBIQ+, generalmente de lesbianas. Los guionistas saben que el público LGTBIQ+ es muy fiel y muy activo en redes sociales y que en muchas ocasiones esas parejas superan en popularidad a los supuestos protagonistas. Es habitual que el hashtag #mafin se cuele en las listas de trending topic, algo que también sucedía con las Maitino, Maite y Camino en Acacias 38, o las Luimelia. La pareja formada por Luisita y Amelia en Amar es para siempre llegó a alcanzar tal popularidad que tuvo su propio spin-off. Que los finales de estas historias fuesen felices no evita el miedo de los seguidores a un desenlace abrupto. No hay que olvidar que, además del “entierra a tus gais”, existe “el síndrome de la lesbiana muerta”. El fallecimiento, generalmente por suicidio, era el final de la mayoría de las lesbianas de ficción hasta hace relativamente poco. Hay quien todavía no se ha repuesto de la sangrienta muerte de Silvia el día de su boda con Pepa, en Los hombres de Paco. Una tragedia que provocó que los guionistas recibieran cientos de cartas indignadas y que las incipientes redes sociales se llenaran de mensajes de todo el mundo intentando infructuosamente que resucitasen al personaje interpretado por Marian Aguilera.

Algo similar sucedió en Estados Unidos en 2016 con el Lexagate, el movimiento que se organizó para protestar contra la muerte de Lexa, el personaje de Los 100 que mantenía una relación con su compañera Clarke Griffin. Bajo el nombre Los fans LGTB merecen algo mejor, miles de fans se agruparon para boicotear la serie y defender la representación positiva de la comunidad.

El de La edad dorada no es el único caso reciente de ‘Entierra tus gais’, como ha destacado la publicación Them. Sucedió lo mismo en la segunda temporada de Andor donde también falleció de manera violenta Cinta, la pareja de Vel. La historia de amor de las dos, ambas miembros de la Alianza Rebelde, había tenido gran importancia en la primera temporada, pero apenas tuvieron interacción en la segunda, al menos hasta el momento de la muerte, lo que lo hizo más dramático.

Que suceda en el universo Star Wars es especialmente relevante, ya que los intentos de la compañía por resultar inclusiva han topado con el rechazo de una parte de su fandom muy sensible a todo lo que implique raza, género u opciones sexuales. The Acolyte es uno de los últimos ejemplos, la serie a la que llamaban despectivamente The Wokelyte por la presencia en ella de personajes queer fue fulminada por Disney tras un bombardeo de reseñas negativas en las que se la acusaba de caer en la “inclusión forzada”, o sea, presentar personajes que no sean hombres blancos y heterosexuales. Básicamente porque las redes son eminentemente masculinas, blancas y heterosexuales. Y anónimas, eso también es importante.

El episodio 'Mucho, mucho tiempo' de la serie de 'The Last of Us' detenía la trama principal para centrarse en la historia de amor de Bill y Frank.

Estos aluviones de críticas negativas, a veces incluso a productos que no se han estrenado, como sucedió con la versión de Cazafantasmas protagonizada por mujeres, afectó también al capítulo Mucho, mucho tiempo de The Last of Us, uno de los más aclamados por la crítica especializada. El episodio fue vapuleado de una manera tan brutal que el propio protagonista Nick Offerman respondió en X a un espectador que se quejaba de que una historia de amor entre dos hombres tan hermosa como trágica (y que ya estaba presente en el videojuego) “le hubiese arruinado la experiencia”. “Amigo, tu tipo de ignorancia y odio es exactamente la razón por la que hacemos historias como esta” fue la respuesta del actor.

Los ataques a la versión televisiva de The Last of Us, la adaptación del videojuego que osó poner en el centro a una adolescente lesbiana, han sido constantes y se han cebado tanto con la serie como con su protagonista Bella Ramsey, un odio que multiplica el hecho de que ella haya hablado públicamente de su condición queer. La velocidad con la que se ha filtrado que la tercera temporada tendrá el foco en otro personaje, Abby, una mujer heterosexual, suena a una manera de tranquilizar a los que no conocen el videojuego original y resuelta ligeramente sospechosa.

Es imposible que guionistas, productores, cadenas y los conglomerados económicos tras ellas vivan de espaldas a esas críticas de algunos sectores, no mayoritarios, pero sí muy ruidosos. Tampoco se les escapa a los anunciantes. Hay quien alerta ya de un nuevo puritanismo, algo que certifican los resultados electorales tanto en América como en Europa, y las consiguientes políticas conservadoras que están provocando un retroceso en los derechos sociales, una involución que muchos temen puede trasladarse a las salas de guion. Un movimiento que ha provocado que además de Entierra a tus gais se hable ya de Cancela a tus gais.

Según el último informe de GLAAD, la Alianza de Gays y Lesbianas contra la difamación, los programas de televisión con personajes queer y trans están reduciendo su número, “lo que genera la preocupación de que las cadenas y los servicios de streaming estén cediendo al sentimiento anti LGBTQ+”. Su directora, Sarah Kate Ellis, también señala que las series inclusivas LGBTQ+ pueden tener éxito, y pone de ejemplo programas como The Last of Us y Yellowjackets. “La comunidad queer, especialmente las personas transgénero (las más afectadas por la desaparición de personajes como señala el estudio), necesitan ver sus vidas reflejadas en la pantalla para contrarrestar la desinformación y la retórica dañina que los políticos y periodistas difunden sin control. Sabemos que el público más joven anhela programas que reflejen verdaderamente el mundo que los rodea. Hay mucho en juego. Los ejecutivos de los estudios, los showrunners y Hollywood en general tienen aquí la clave para crear una televisión impactante y duradera.”.

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Sobre la firma

Eva Güimil
Eva Güimil (Mieres, 1972) ha sido directora y guionista de diversos formatos de la televisión autonómica asturiana. Escribe sobre televisión en EL PAÍS y ha colaborado con las ediciones digitales de Icon y 'Vanity Fair'. Ha publicado la biografía de Mecano 'En tu fiesta me colé'.
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