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“Cada vez que preparo mi batido me siento como un idiota”: ¿ha agudizado ‘The White Lotus’ la obsesión por los suplementos de proteínas?

El vaso de plástico es un elemento más de los gimnasios, los polvos se venden hasta en los supermercados y un personaje de la serie más popular del momento lo ha convertido en su seña de identidad y no precisamente para bien

Proteínas
Marita Alonso

Pan proteico, yogures de proteínas, batidos en los que las proteínas funcionan como el ingrediente secreto para alcanzar una silueta hercúlea… La despensa se ha convertido en un homenaje a los prótidos que ha quedado inmortalizado en la serie del momento, The White Lotus, en cuya tercera temporada, el personaje al que da vida Patrick Schwarzenegger representa a todo un gym bro que bebe smoothies proteicos como si se fueran vasos de agua. “Durante los seis meses que duró el rodaje en Tailandia creo que solo tomé un batido, pero de vez en cuando tomaba los que había en el set mientras los licuábamos. A Mike White le parecía muy graciosa la cantidad exagerada de proteína en polvo que le ponía al batido. Lo grababa y decía: ‘¡Sigue echando! ¡Es muy gracioso cuando le pones ocho cucharadas de proteína!’. Después, terminaba sabiendo a tiza. Era horrible”, explica en una entrevista publicada en Eating Well.

La serie se mofa de las hipérboles proteicas que orquesta para afrontar su exigente rutina de ejercicios y sus batidos terminan por erigirse como un pilar de las peleas que tiene con su hermano pequeño (al que acusa de “nenaza”) alrededor de la masculinidad. “Cada vez que preparo mi batido de proteínas por la mañana me siento como un idiota por culpa de The White Lotus”, escribió un usuario en X. “La dinámica entre los hermanos Saxon y Lochlan en The White Lotus demuestra que los hombres que predican una masculinidad ‘inquebrantable’ terminan por ser atacados por los hombres débiles a los que han manipulado. La obsesión del hombre moderno con las dinámicas de poder es solo un lento avance hacia el matadero”, asegura otro.

Según un estudio de mercado realizado por IRI, la industria de la proteína facturó 342 millones de euros en España durante el año 2023, con un crecimiento interanual superior al 26%. Por su parte el Observatorio de Tendencias de Cofares señala que los suplementos de proteínas aumentaron sus ventas en las farmacias el año pasado un 175 %. Pero además, desde hace ya tiempo, es de lo más normal verlos hasta en los supermercados. Junto a las vitaminas o las pastillas naturales para el sueño, ahí están esos sacos que prometen aumentar la masa muscular si se toman antes o después del entrenamiento en su correspondiente vaso de plástico con cierre enroscado, o sea, un shaker, parte imprescindible del ritual y otro producto estrella en tiendas de deportes como Decathlon (los hay desde cinco euros a más de 20).

Víctor Bravo, autor de Maldito azúcar: El método definitivo para bajar la glucosa y perder peso sin hacer dieta (Grijalbo, 2025), cree que el aumento de productos con un extra de proteínas obedece a la ley de la oferta y la demanda. “El aumento de proteínas favorece la saciedad y ayuda a mejorar la densidad mineral ósea y la musculatura. La industria se ha hecho eco de ello y crea productos con mayor cantidad de proteínas de lo habitual. Yo consumo alguno de ellos y muchos sí aumentan la cantidad de proteína, como aseguran en su etiqueta. Aprender a leer las etiquetas de forma correcta evita que el consumidor sea engañado. A veces, por comer algo que tenga más proteínas y que en un principio podría ser beneficioso, terminamos comiendo algo con muchas calorías que favorecerá la ganancia de peso”, explica a ICON.

The White Lotus tercera temporada max

Endika Montiel, autor de Esclavos de la comida: ¡Libérate y sé feliz! (Vergara, 2025), hace una advertencia al hablar de este tema. “La industria alimentaria sabe muy bien que la palabra proteico en el envase vende, aunque el producto siga siendo un ultraprocesado con aceites refinados, harinas baratas y edulcorantes artificiales. En realidad, muchos de estos productos apenas aportan entre cinco y ocho gramos de proteína por ración, pero vienen cargados de ingredientes que alteran tu microbiota, tu metabolismo y tus señales de hambre-saciedad”, aclara.

¿La bebida de la toxicidad masculina?

Mike White no es el único que vincula a los gym bros con un consumo excesivo de proteínas del que además, alardean. “Ponerse en forma es maravilloso, pero podría convertirte en un idiota de derechas”, advierte Zoe Williams en una columna de The Guardian. “Así que ahora casi has alcanzado tu mejor versión, pero siempre podrías mejorar, y es entonces cuando empiezas a comer proteína todo el tiempo”, escribe.

Greg Price, el director de comunicaciones de State Freedom Caucus Network, una organización conservadora que lucha para que figuras de ideología afín al grupo formen parte del universo político, dijo a Semafor que “un hombre con nicotina, proteínas, cafeína y creatina corriendo por sus venas es una fuerza imparable”. Incluso las películas de Disney han bromeado acerca del excesivo consumo de proteínas que hacen los villanos de tintes machirulos de sus historias. Es el caso de Gastón, que en La bella y la bestia cuenta en una canción que de niño comía docenas de huevos para crecer más. “Y ahora de grande, como muchos más. Soy por eso tan grande y audaz”, cantaba.

Lejos de los dibujos, pero no de la masculinidad más tóxica, está El club de la lucha, película para la que Brad Pitt, con el fin de conseguir una imponente musculatura, hizo de su dieta un despliegue proteico. “Eliminamos por completo los carbohidratos. Solo comía carne magra, verduras a la parrilla (sin aceite) y constantes batidos de proteínas. Nuestro objetivo era consumir de 20 a 30 gramos de proteína cada dos horas. Sin embargo, durante el rodaje, las exigencias de la grabación hicieron que tuvieran que ser consumidas cada cuatro horas”, explicó a Men’s Journal su entrenador, David Lindsay. La película se convirtió en todo un referente para los incels y para supremacistas masculinos que siguen el discurso del influencers misóginos como Andrew Tate (y el cuerpo de Pitt, por cierto, en la foto de referencia para todo aquel que acude a un entrenador y suelta la palabra: “así”).

Pero ¿son los batidos proteicos de los que los gym bros presumen realmente necesarios para alcanzar la musculatura deseada? Roberto Oliver Bolívar, nutricionista clínico y CEO de la Clínica Nutritrain Life, opina que no. “Si ya estás cubriendo bien tus necesidades proteicas a través de la alimentación, no hace falta. Para ganar músculo necesitas tomar alrededor de los 1,4 – 2,2 g/kg de proteína al día, y si lo alcanzas comiendo, es ideal. Ahora bien, mucha gente no lo consigue por volumen de comida, tiempo o comodidad. Y ahí un batido puede ser una herramienta práctica, pero no una necesidad”, asegura. Advierte que en cuanto a las marcas, no todo vale. “Hay diferencias muy claras entre una proteína concentrada, una aislada o una hidrolizada, entre una marca seria y una barata sin trazabilidad. El porcentaje de proteína, la presencia o no de azúcares añadidos, la digestibilidad… Todo eso influye. Personalmente evito las low cost”, asegura. “Me gustan los aislados de proteína de suero en los que pone whey protein isolate. Hay que mirar la etiqueta para ver que el 90% del producto que consume es proteína y el 10%, carbohidratos. Suelo recomendar el aislado”, añade Bravo.

El queso preferido de las redes (y de los ‘gym rats’)

“El boom surgió de la nada. Desde mayo del año pasado, cuando se desató el furor de TikTok, nuestras ventas de queso cottage han aumentado un 40%”, comentaba a The Guardian Robert Graham, director general de Graham’s Family Dairy, que ha aumentado la producción de este tipo de queso en 2 millones de kilogramos adicionales anuales.

Endika Montiel considera que el boom es comprensible. “El queso cottage tiene un buen perfil nutricional: es bastante saciante y tiene proteínas completas y pocas grasas. Aporta unos 11-13 gramos de proteína por cada 100 gramos. Pero no es milagroso ni nuevo. Lo interesante es cómo ciertos alimentos se convierten en virales cuando los influencers del fitness en TikTok lo señalan como el nuevo producto milagro. Ocurrió con la avena, la mantequilla de cacahuete, los yogures griegos… y ahora con el cottage”, explica. “¿Es útil incluirlo? Sí. ¿Es un superalimento que necesitas en tu vida? No. Es solo una opción más dentro de una alimentación equilibrada. Lo preocupante es que muchas personas lo incorporan como moda, sin entender el porqué ni cómo equilibrarlo con el resto de su alimentación. En plena era de los productos fit, los polvos mágicos proteicos, el Ozempic y los alimentos funcionales de supermercado, conviene volver a lo básico: comer bien, moverse con intención y entender el cuerpo como un sistema, no como un algoritmo que se hackea con suplementos”.

Mientras algunos se preguntan si The White Lotus ha condenado a los batidos de proteínas a estar relacionados con la masculinidad tóxica, lo cierto es que existe una marca de suplementación que se enorgullece tanto de este vínculo que se llama Toxic Masculinity Nutrition. Al menos no se les puede acusar de no ser honestos.

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Sobre la firma

Marita Alonso
Redactora especializada en cultura pop y estilo de vida. Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid. 
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