Ian Broudie: “Me entristece que me robaran una canción y se salieran con la suya”
El músico y productor tras el grupo The Lightning Seeds celebra 35 años de trayectoria con un disco recopilatorio y una gira que le traerá en octubre a España, donde su nombre ocupó titulares hace 19 años por una canción muy célebre que, según él, se parecía demasiado a su primer éxito
The Lighting Seeds parece un grupo de pop, pero no lo es. Se trata del proyecto musical individual de Ian Broudie (Liverpool, Reino Unido, 1958), reputado productor y músico de éxito en su país, sobre todo en la década de los noventa. Este año celebra su 35 aniversario en la música con reediciones de todo su catálogo, un álbum recopilatorio (Tomorrow’s Here Today: 35 Years Of Lightning Seeds) y una gira que le traerá a España en otoño. El 15 de octubre estará en Madrid (Sala Changó), el 16 en Barcelona (Razzmatazz 2) y el 17 en Valencia (Moon).
Broudie es muy popular en Inglaterra por un tema que afirma amar y odiar al mismo tiempo. Se trata de Three Lions, la canción que le encargó la federación inglesa de fútbol para animar a su selección con motivo de la Eurocopa de 1996. El músico de Liverpool la compuso y la cantó junto a dos humoristas muy famosos allí (David Baddiel y Frank Skinner), y posteriormente se regrabó para el Mundial de 1998, para el de 2010 (con la producción de Trevor Horn y con Robbie Williams y Russell Brand sumándose a las voces) y para el de 2022. “Es difícil saber si la debo tocar o no en los conciertos, porque si no lo hago la gente se enfada muchísimo”, afirma él, recordando cómo, en su primera actuación después de publicar el tema, decidió no interpretarla. Al final del concierto, al encenderse las luces, vio delante a un montón de niños enfundados en la camiseta de la selección inglesa llorando desconsoladamente porque habían ido solamente a escuchar Three Lions.
“Es curioso, porque en realidad la escribí para celebrar que la competición volvía a Inglaterra por primera vez desde el Mundial de 1966. Para el Liverpool FC ya teníamos You’ll Never Walk Alone. A la hora de escribir una canción sobre fútbol, quería hacer algo parecido a eso. No algo en plan: ¡Vamos a ganar! Tenía más que ver con perder, porque Inglaterra nunca ganaba, y sobre todo, con la emoción del campeonato que va a comenzar, de ahí sus líneas ‘Está viniendo a casa / el fútbol está viniendo a casa’. El tiempo ha cambiado su significado, la gente toma frases de ella, la han utilizado políticos, muchos clubes han reescrito la letra y utilizado la melodía”.
Fue notorio, de hecho, cuando Tony Blair parafraseó varias líneas de la canción cambiándolas por “17 años de dolor nunca nos han hecho parar de soñar. El laborismo está volviendo a casa” en el congreso de su partido anterior a su victoria electoral en 1997. “No lo hizo solo Blair, lo hicieron muchos más y no me gusta. No me gustan los políticos, ninguno de ellos, probablemente yo sea un anarquista”, apunta el músico.
“Bill Drummond, él nunca me gustó. Fue siempre muy listo. Era un poco mayor que nosotros, y yo siempre notaba que, cuando los demás sonreían, él lo hacía con una especie de mueca de autosuficiencia”
El caso es que Three Lions le pilló en la cresta de una ola que había comenzado a surfear dos años antes, en 1994, con su tercer álbum, Jollification, todavía el más vendido de su carrera. Coincidió con la explosión del britpop, un movimiento con el que Broudie no se siente identificado, aunque reconoce que le benefició. “En cierto modo encajábamos ahí por el tipo de composiciones, las melodías y la estética, pero no por el modo de grabar los discos. Yo lo hacía todo en solitario, utilizando una tecnología a la que tenía acceso por mi labor de productor. Recuerdo haber escuchado el álbum de De La Soul 3 Feet High And Rising en 1989 y me parecía fascinante pensar en cómo lo habían hecho todo a base de samples”, recuerda el músico.
Los Lightning Seeds del principio era un proyecto tan individual que Broudie no quiso salir de gira con sus dos primeros álbumes (Cloudcuckooland, de 1990, y Sense, de 1992). “Nunca me ha gustado utilizar a músicos de sesión. Veía que era muy diferente la experiencia de los grupos a los que encantaba su música de la de la gente para la que simplemente ese era su trabajo, tocar para otros y que les pagaran”, justifica él. “Aparte, yo nunca había cantado en público, pero, cuando firmé por Sony para el tercer disco, me metieron presión para actuar en directo. En aquel momento, mi amigo Terry Hall, de The Specials, me apoyó muchísimo y me dijo: ¿Por qué no hacemos unos conciertos juntos? Podemos utilizar a los mismos músicos y cantar nosotros dos. Tal vez así sea más fácil para ti, y así hicimos. Sin la ayuda de Terry [quien falleció en 2022], creo que nunca habría sido lo bastante valiente para hacerlo”.
El ‘caso Erentxun’
Cuando Ian Broudie copó más titulares en España fue por un incidente que no era meramente musical. En 2005 Broudie demandó a Mikel Erentxun al considerar que 1+1 son siete, el tema central que él compuso para la serie televisiva Los Serrano, era una copia de Pure, el primer single de The Lightning Seeds, publicado el verano de 1989. En realidad, la canción que popularizó en España Fran Perea era, a su vez, la adaptación de Grandes éxitos, un tema de 2003 del que fuera vocalista de Duncan Dhu. “Yo nunca había escuchado su canción, pero un día mi compañía editorial me llamó para decirme que en la editorial española tenían un tema que sonaba exactamente igual que Pure y que, obviamente, nos la habían robado. Me sugirieron llevarlo a los tribunales. Yo tendría que ir a España a testificar, les dije que sí, y no volví a escuchar nada sobre aquello hasta que, pasados unos años, recibí un correo de mi editora diciendo: ¡Oh, lo siento mucho, pero nos olvidamos del juicio, no enviamos a nadie! Y así fue como perdí el caso”, explica el músico británico entre risas. “Sé que la canción se hizo muy popular en España, y me entristece que nos la robaran y se salieran con la suya”.
Broudie añade que nunca llegó a conocer a Erentxun en persona ni hablar con él. El músico donostiarra, por su parte, siempre sostuvo firmemente que no había copiado la canción. Eso sí, la versión que transmitió él en su página web al conocerse la desestimación de la demanda, en 2009, difería de lo que cuenta Broudie. “Mikel Erentxun, Jesús María Cormán y Vortex Music del grupo Warner han sido absueltos de los cargos de plagio. Previamente al juicio Álex Pina, Globomedia Music y Telecinco Ediciones Musicales, también acusados en un principio de presunto plagio, llegaron a un acuerdo a hurtadillas con la banda The Lightning Seeds”, rezaba el comunicado.
Nunca caminarás solo
Broudie se inició en la música cuando estalló la escena punk. De niño, creció viviendo en tiempo real los orgullos locales del fútbol (el Liverpool FC) y la música (The Beatles). “Todo giraba en torno a esas dos cosas, de ahí viene toda mi historia, todo lo que me volvía loco, y sigue siendo así para mí”, sostiene él. No obstante, recuerda que la beatlemanía había decaído en su ciudad tras la disolución del grupo. “Si ves la escala del tiempo es algo muy loco. The Lightning Seeds llevamos 35 años, los Beatles apenas duraron 10, y entre su disolución y el nacimiento del punk solo pasaron cinco. Yo recuerdo alrededor de ese tiempo descubrir a The Doors, Scott Walker, y es cierto que, en esos años, no solo los Beatles, sino todo el merseybeat, ya se veía como algo del pasado”.
En 1977 se enroló como guitarrista en su primer grupo, Big In Japan, una especie de superbanda en ciernes en la que también debutaron, entre otros, Holly Johnson (futuro cantante de Frankie Goes To Hollywood), Budgie (posteriormente batería en The Slits y Siouxsie & The Banshess), el luego renombrado productor y compositor Clive Langer y Bill Drummond (quien años después revolucionaría la industria del pop con el loquísimo proyecto The KLF). Además, frecuentaban un grupo de amigos entre los que figuraban los componentes de Echo & The Bunnymen y The Teardrop Explodes (la banda de culto liderada por el carismático Julian Cope).
“Fue una escena muy vibrante. Hasta cierto punto, todos ellos siguen siendo iguales que cuando los conocí, pero los únicos de los que sigo siendo amigo son Holly Johnson e Ian MacCulloch [cantante de Echo & The Bunnymen]. Budgie creo que vive en Berlín, nunca lo volví a ver, y tampoco a Julian [Cope]. En cuanto a Bill Drummond, él nunca me gustó”, revela. “Fue siempre muy listo. Era un poco mayor que nosotros, y yo siempre notaba que, cuando los demás sonreían, él lo hacía con una especie de mueca de autosuficiencia. Obviamente, causó una gran conmoción con The KLF, lo hizo increíblemente bien, pero nunca fue mi rollo realmente”, afirma.
“Antes mi hábitat natural era el estudio y odiaba tocar en directo. Ahora me pasa todo lo contrario, porque en el estudio ya no hay gente pululando con la que hablar, tocar o tomar una taza de té, sino que me paso horas delante de un ordenador”
En 1980, Broudie llegó a la producción por accidente, y fue también por culpa de Drummond, quien entonces era mánager de los Bunnymen. Él le propuso grabar el primer álbum de la mítica banda de post punk, Crocodiles. El guitarra aceptó a regañadientes, pero después le cogió el gusto, y acabó trabajando con gente tan dispar como The Fall, Terry Hall, Alison Moyet, los franceses Noir Désir, The Primitives, Dodgy, Texas, The Coral o Miles Kane. “Nunca quise que el de productor fuese mi trabajo”, asegura él. “Yo solo quería trabajar con gente que me encantara, bandas de las que me enamorara. Siempre me he sentido como un compositor de canciones, pero todo tiene que ver con la gente, hay personas con la que me gusta estar”. De entre todos ellos, destaca en su recuerdo a Mark E. Smith, de The Fall (fallecido en 2018), con quien trabajó en su álbum de 1988, I Am Curious Oranj. “Mark era muy peculiar, los dos lo éramos, así que congeniamos muy bien. Coincidió con la época en que yo estaba escribiendo Pure. Por aquel entonces, necesitaba tener canciones y se las tocaba a él. Me animó mucho. Su apoyo fue importantísimo en el nacimiento de The Lightning Seeds”, recuerda.
La carrera de Broudie ha pasado también por altibajos. Su peor momento llegó tras el cambio de siglo, cuando se hundió por un encadenamiento de desgracias personales: se divorció y fallecieron sus padres y dos de sus hermanos. “Me sentía perdido en la vida, estuve dando tumbos, me traía completamente sin cuidado la calidad de lo que hiciera, perdí la habilidad de pensar con claridad. Pero recuerdo haber visto una entrevista con Orson Welles donde le preguntaban: ‘¿En alguna de tus películas metiste a trabajar a un amigo que sabías que no era la persona adecuada?’, y él contestó: ‘Sí, muchas veces’. ‘¿Qué tal funcionó?’. ‘¡Horriblemente siempre!’. ‘¿Te arrepientes? ‘¡No!’. ’¿Por qué no te arrepientes?’. Y él respondió: ‘Porque valoro a las personas y la vida por encima del arte’. Me resultó muy sorprendente que Orson Welles se sintiera así, fue como una revelación para mí, no sé cómo explicarlo, pero resonó en mí y creo que es algo que tuvo mucho que ver en mi recuperación”.
Otro factor fundamental para ello fue el dar con una banda, encabezada a la guitarra (y también ejerciendo como mánager) por su hijo, Riley Broudie. Él es la clave de que Lightning Seeds grabase en 2022 su último álbum, See You In The Stars, tras 13 años de silencio, pero también es el protagonista de uno de los mejores singles de The Lightning Seeds, Life Of Riley, de 1992. “Cuando la tocamos en vivo es algo extraño para él y precioso para mí”, afirma entre risas. “Escribí esta canción para él cuando esperaba a que naciera, y es una de las cosas más bonitas que me han pasado en la vida”, asegura un músico para el que se han cambiado las tornas. “Antes mi hábitat natural era el estudio y odiaba tocar en directo. Ahora me pasa todo lo contrario, porque en el estudio ya no hay gente pululando con la que hablar, tocar o tomar una taza de té, sino que me paso horas delante de un ordenador. Quizás es un poco tarde, pero ahora tenemos la mejor versión que ha habido nunca de esta banda en vivo, ¡por fin somos un grupo de verdad!”, concluye Broudie con satisfacción.
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