Afirmacion.es, la cuenta de Instagram que hace humor de la ansiedad: “Esto es un retrato generacional”

“Le ha encantado mi mensaje. Lleva leyéndolo nueve días”. Las letras del texto están saturadas como luces de neón y la imagen es una cara ilusionada como de foto genérica, en un fondo en el que contrastan tonos rosas con azules. En esta clave de contraposiciones, la cuenta de Instagram @afirmacion.es acostumbra a un humor sarcástico y satírico para generación Z y mileniales. El contenido de sus publicaciones trata desde que la persona que te gusta te ignore; de reírse de uno mismo por aguantar sin llorar en 24 horas o hasta temas más sociales como la precariedad laboral o la salud mental. Este perfil de memes de más de 220.000 seguidores lo fundó Rafael López (Gijón, 26 años) hace dos años. Ahora, lo cuenta en el libro Sería imparable si no estuviera un poco triste (Random Comics).

“Las afirmaciones sirven para reírnos de nuestros dramas y sobrellevar el día a día”, detalla el autor en la sede de la editorial en Madrid. Preguntado por qué cree que estamos un poco tristes, contesta: “Muchos pasamos situaciones de depresión o que sientes que todo te sale mal, tenemos curros en los que nos explotan… Y piensas: ‘Dios, es que si esto no me fuese mal estaría en un momento buenísimo’. Siempre hay algo que tira de ti hacia abajo”. El libro, alerta, no es de autoayuda, pero sí está escrito al modo conversacional, en el que la gente puede sentir que no son los únicos en padecer ciertos problemas.

Las publicaciones de la cuenta suelen ir de cinco en cinco, a modo de carrusel. Cuando uno entra a leer los comentarios, hay algunos que se repiten de forma constante: “¡Afirmo, afirmo!”, o “soy todas”. “Reírnos de nuestros dramas personales es también una forma de superarlos”, opina López. Lo define como “un retrato generacional”. Esta forma de hacer memes no es novedosa, en realidad. La cuenta @afffirmations, en inglés, lleva más tiempo que la de Rafael López. Este creador de contenido reconoce haberse inspirado en su predecesor, pero aclara que “en España nadie lo hacía”.

“Mi motivante favorito es tocar fondo”, reza una de las publicaciones, acompañada por una fotografía de Justin Bieber sonriendo. Es pura contradicción visual. Para su autor, ahí está la clave de la viralidad: que la imagen contraste con una frase “muchas veces deprimente”. “En Instagram hay que llamar la atención del usuario cuando está haciendo scroll, con colores saturados, frases e imágenes que contrasten entre ellas...”, explica López. “Además, me encantan los brillantes y los aesthetics”, añade. El proceso creativo de cada publicación, cuenta, le lleva entre tres y cuatro horas.

Las redes: un lugar hostil, pero del que es difícil huir

Instagram y las redes tienen riesgos para la salud mental. Incluso Facebook llegó a admitirlo. Rafael López asegura conocer estos datos, pero no le supone una contradicción desenvolverse dentro de este marco. Frente a las cuentas de mindfulness que dictaminan que para ser feliz en la vida hay que establecer rutinas en las que uno se levanta a las cinco de la mañana, hace ejercicio todos los días o elimina por completo comidas procesadas y cualquier vicio, sus afirmaciones, defiende, “van a lo real”.

“No pasa nada si un día no madrugas o vas a un restaurante de comida rápida. Está mal que nos tengamos que sentir mal por todo lo que hacemos que no sea estrictamente lo mejor”, estipula. “Es como cuando ves las stories de tus amigos en su viaje a Bali mientras tú estás en verano muriéndote de calor en Madrid sin siquiera poder ir a la playa. Hay que saber también que no todo es real ni siempre como se muestra”. En el libro, detalla que intenta “profundizar en la conexión entre los memes y la realidad” y cree que su cuenta ayuda a que “la gente no se sienta mal por cosas que no hacen”. “Hoy seré capaz de tirar la cebolla podrida de la nevera”, plasma otra de sus publicaciones. Reivindica que su cuenta normaliza problemas como la ansiedad: “Hay gente que me escribe para decirme que después de un día malo mis memes le han sacado una carcajada. Y eso es lo mejor. El humor puede ayudar a sobrellevar la precariedad y la ansiedad”.

Una cuenta sin fin político, pero “inevitable”

“Muchos de nosotros no sabemos donde vamos a estar en un año”, opina López. Él puede vivir actualmente de su cuenta de Instagram, pero en el pasado tuvo que trabajar “de forma precaria” en hostelería y asume que no sabe qué será de su futuro. “No necesito terapia, necesito dinero”, satiriza una de sus publicaciones, en la que usa de imagen a Pedro Pascal, sonriendo tímidamente y con los dedos formando una V de pírrica victoria. Para López, el problema de la salud mental no se arregla simplemente con un psicólogo. “Y ya hemos visto los memes sobre el psicólogo de la Seguridad Social”, puntualiza a la vez que cierra los ojos y levanta las cejas (se refiere a un género de humor, muy famoso en TikTok, que imagina respuestas genéricas que darían los psicólogos exhaustos de la sanidad pública a sus pacientes: “Si estás preocupado no te preocupes”). “Si tienes ansiedad porque tienes un sueldo bajo, trabajas los findes y no te pagan las horas extras pero necesitas ese dinero, poco puedes hacer. Está claro que el psicólogo te puede ayudar a gestionarlo, pero hay situaciones de las que es muy difícil salir”.

Hay afirmaciones que salen en días señalados. Como el 8-M o el Orgullo LGTBIQ+. “Soy libre de querer a quien me dé la gana”, reza la que publicó el pasado 28 de junio. Preguntado por si cree que su cuenta es política, responde: “No tiene una intención política, pero acaba siéndolo. Reivindicar mi libertad sexual no debería considerarse político, pero soy gay y sé las opresiones que se sufren como para no apuntarlas. Si hay oportunidades de ejercer cierto activismo en las redes y procede, lo haré encantado”, declara.

López considera que el humor puede ser también una forma de concienciación social. “Si ves a amigos o conocidos compartiendo un meme gracioso pero reivindicativo o con muchos comentarios, da la sensación de que hay más gente que pasa por un problema”. “Verse acompañado ante un problema”, considera, “da una sensación de refuerzo colectivo”. ¿Deberíamos ser más revolucionarios? “Idealmente todos tendríamos que tener acceso a ciertas cosas básicas”, apunta. “Si puedes pensar que todo va a ir bien es gracias a que tienes una red económica y de apoyos que te sustenta”. Corte a una foto de Miley Cyrus en la que se lee: “Me encanta la situación política de mi país”.

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