Entre Instagram y pornografía: por qué el círculo verde de tus mejores amigos ya no es apto para tímidos
La opción que ofrece la plataforma para que solo unos cuantos seguidores puedan ver las historias es el salvoconducto para que muchos usuarios compartan material subido de tono y opiniones controvertidas
Cuando en 2018 Instagram lanzó la modalidad Mejores Amigos, un listado en el que incluir a contactos con los que compartir contenido de forma privada a través de stories o reels, la mayor preocupación que podía asaltar al usuario era que algún conocido no le hubiera incluido en su listado, despertando así cierto FOMO (siglas del inglés fear of missing out: miedo a perderse algo, en español) relacional. El contenido destinado a este reducido grupo se distingue del habitual porque aparece un anillo verde alrededor de la foto de perfil del usuario. “Instagram Stories se convirtió en el lugar ideal para expresarte y compartir momentos cotidianos, pero nuestra comunidad también creció y, a veces, las cosas que quieres compartir no son adecuadas para todo el mundo. Con la función de Mejores Amigos, disfrutarás de la oportunidad de compartir momentos más personales con el grupo de personas que tú elijas”, aclaran desde la red social, cuyos responsables tal vez no sospechasen entonces que “momentos personales” era un término capaz de albergar otras muchas cosas.
Así lo resume en un vídeo de TikTok una internauta que descubre estupefacta que muchas personas emplean esta modalidad para ligar: “Hasta hace poco, pensé que Mejores Amigos de Instagram estaba destinado a aquellas personas a las que invitarías a tu cumpleaños, pero resulta que es para liarse con gente”, declara. “La noche que me enteré fui con mi amiga a un concierto y me dijo que nos hiciéramos un selfi para Mejores Amigos. Pensé “¿Qué pasa, no quieres que salga en tus stories?”. Pero de forma inmediata, al subir la foto, recibió seis mensajes de chicos que querían liarse con ella”.
Sois amigos, pero… ¿tanto?
Aunque su experiencia es bastante naíf, lo cierto es que hay quien sube fotografías más cercanas a las de un perfil de OnlyFans que al de quien presume de comer una tosta de aguacate un soleado domingo. Tan habitual es que incluso hay usuarios que suben encuestas en stories para saber quién quiere y quién no quiere ver este contenido. “Todo el mundo tendría que tener el sentido común suficiente para saber lo que puede y no enviar en una plataforma, pero como esto no ocurre así, quizás haría falta poner más filtros”, cree Silvia Rúbies, responsable de comunicación de Gleeden, web de encuentros extraconyugales creada por mujeres. “Al final, los que estamos detrás de las plataformas queremos que la gente las disfrute. Si se va normalizando este mal uso de las aplicaciones o plataformas, y se emplean para molestar con fotos subidas de tono cuando no toca o intentando ligar a través de plataformas que no tienen esa finalidad, será necesario poner filtros para que la gente tenga una experiencia agradable”, dice en referencia a la exposición a imágenes no deseadas.
“A mí no me molesta este contenido, y cada vez estoy en más selecciones de Mejores Amigos con este tipo de fotos. Cuando alguien crea una encuesta para saber si los que estamos ahí queremos tener acceso, siempre digo que sí”, confiesa a Icon Alfonso S., informático de 39 años, a través de un correo electrónico en el que adjunta una captura de una de esas encuestas en las que da su consentimiento a acceder a este tipo de material.
Fátima Martínez López, autora de Influencer Marketing: Curso práctico para agencias, influencers y marcas (2023, Anaya Multimedia), explica: “Por supuesto, si vas a subir este tipo de contenido, lo idóneo sería pedir permiso a quienes incluyas en el listado. De hecho, tendría que ser voluntario formar parte de ellos, como pasa con los canales de difusión. Como en OnlyFans la gente se está forrando, Instagram se está convirtiendo en OnlyFans”.
Un artículo de The Atlantic ensalzaba el año pasado el Mejores Amigos destacando que, más allá de la privacidad, la función a veces ofrece una recompensa más profunda al brindar la opción de ser escuchados y sentirnos validados en un espacio seguro. Hay influencers, de hecho, que emplean este modo para opinar de acuerdo a sus inclinaciones políticas, pues temen que sus posturas y creencias puedan afectarlos en materia de anunciantes, mientras que otros lo hacen para dar contenido libidinoso por una tarifa mensual. “Las suscripciones de Instagram se pueden convertir perfectamente en OnlyFans”, dice Martínez López. “La gente lo usa también por temas profesionales, pero hay quien las emplea para usos muy cercanos a los de dicha plataforma”.
Privacidad con límites
Es necesario saber que, en realidad, el contenido que recogen estos efímeros stories de solo 24 horas de vida no es tan privado como pudiera parecer. Así se lo hizo saber Stephanie Otway, portavoz de Meta, al medio Mashable. “Contamos con tecnología proactiva e informes de la comunidad para encontrar y eliminar contenido que contenga desnudos”, asegura. Explicó que la aplicación ha descubierto proactivamente el 94,3% del material de desnudos en Instagram antes de que los usuarios se lo hicieran saber, pues cuentan con una tecnología que lo detecta incluso en la modalidad de Mejores Amigos. También hay que tener en cuenta que, si alguien denuncia el contenido que has subido, la red social puede eliminar la fotografía. “A partir de ahora, el contenido que pueda contener desnudos de adultos y temas sexuales aparecerá más abajo en el feed y en las historias”, advirtió Instagram el 23 de agosto de 2022. O sea, que antes de una posible censura, la plataforma coloca preventivamente este tipo de contenidos en un lugar menos visible. La siguiente vez que al mirar stories veas que te aproximas a un círculo verde, cuidado: quizás el contenido no sea apto para todos los públicos.
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