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Cuando Tinder y LinkedIn empezaron a confundirse: cada vez más gente busca trabajo en ‘apps’ de ligues

Los usuarios amplían horizontes en aplicaciones que tienen otras utilidades, pero las plataformas también expanden sus funciones y empiezan a parecerse entre sí

Tinder, LinkedIn Logos
Tanto Tinder como LinkedIn piden a sus usuarios utilizar sendas aplicaciones para los fines para los que fueron creadas, pero eso no ha evitado que se esté estableciendo una mezcla de ligoteo y 'networking' en ambas.Collage: Blanca López

Una investigación llevada a cabo el pasado agosto entre cerca de 1.000 usuarias activas en LinkedIn concluyó que el 91% ha recibido mensajes inapropiados o con pretensiones de ligoteo al menos una vez. El 31% de esos mensajes eran proposiciones explícitas de encuentros románticos o sexuales. Desde la plataforma aclaran que se muestran completamente en contra de este tipo de comportamientos. “LinkedIn es una comunidad profesional y animamos a nuestros miembros a participar en conversaciones significativas y auténticas”, se lee en el comunicado con el que la compañía responde a ICON. “Esto incluye contenido desenfadado, siempre y cuando se mantenga dentro del ámbito profesional y no infrinja nuestras políticas para la comunidad profesional. Las insinuaciones románticas y el acoso de cualquier tipo constituyen una violación de nuestras normas”.

Varios expertos en cuestiones sentimentales consultados por la revista tampoco están de acuerdo con mezclar los usos de las diferentes aplicaciones. Las de trabajo son para trabajar. Las de ventas, para vender. “Desde luego, no es lo más idóneo y de hecho, podríamos incluso asegurar que es contraproducente. Las aplicaciones, especialmente las de citas, cada vez se están especializando más, por lo que no tiene sentido este tipo de comportamientos”, dice Silvia Rúbies, responsable de comunicación de Gleeden. Cuando afirma que cada vez hay más especialización, la propia Gleeden es un buen ejemplo: se trata de una plataforma que acerca a personas casadas que buscan una aventura: “Contacta con infieles del mundo entero”, dice su web oficial.

Tú a Tinder y yo a California

Los expertos recalcan que emplear las aplicaciones destinadas al universo del trabajo para ligar no es buena idea, pero… ¿Y si damos un nuevo giro a la fórmula? El universo de las aplicaciones de citas y el de las aplicaciones de búsqueda de empleo han vuelto a entrecruzarse al invertir la fórmula, pues cada vez son más quienes emplean las aplicaciones de citas para encontrar trabajo. Una cuarta parte de los usuarios de Grindr emplean la aplicación para hacer networking, según un reportaje de Bussiness Insider. Y la plataforma no sólo está de acuerdo con este inesperado uso, sino que se aprovecha de él para profesionalizar su plantilla. “Personalmente, he contratado o tenido una relación profesional con varias personas a las que conocí en la aplicación a lo largo de los años. Animamos a la gente a establecer contactos en Grindr”, ha explicado el director ejecutivo de la compañía, George Arison, al diario The Wall Street Journal.

Por su parte, desde Tinder explican a ICON que la aplicación no está cómoda con este tipo de comportamientos. “Tinder aconseja siempre ser sincero y actuar con honestidad. Si algo no quieren los miembros de la aplicación es andarse ni con rodeos ni con malentendidos. Nuestro consejo para nuestros miembros que buscan cualquier tipo de interacción es expresar lo que uno quiere con honestidad y de manera directa. La transparencia y la autenticidad es un requisito indispensable a la hora de hacer match en Tinder y saber desde el inicio si tu posible cita está en el mismo punto que tú”, aclaran.

Mientras tanto, la aplicación Bumble, consciente de que el universo de las aplicaciones de citas ha cambiado incluso la forma en la que buscamos trabajo y de que un enorme número de personas que buscan empleo lo encuentra gracias a su red de contactos, cuenta desde 2017 dentro de la aplicación con Bumble Bizz, un modo de red profesional en la app para permitir a las personas conectarse para oportunidades profesionales. “Al igual que en Bumble Date, las personas crean un perfil y pueden encontrar al instante a otras personas en su zona geográfica que estén buscando oportunidades profesionales, ya sea asesoramiento, contactos, proyectos creativos, tutoría o nuevos puestos de trabajo”, explica Alba Duran, Marketing Manager de Bumble España.

El ‘match’ profesional

Víctor G, community manager de una marca de moda, encontró en Raya a un hombre tan impresionante que asegura que de primeras, se cuestionó por qué había comenzado a hablar con él. “Era extremadamente guapo. Tanto que bromeaba con mis amigos diciendo que parecía hecho por Inteligencia Artificial. Era de Galicia y se acababa de instalar en Barcelona, donde estaba buscando trabajo mientras hacía algunos proyectos como freelance. Nos dedicamos al mismo sector, por lo que hablamos mucho sobre eso... Preparé una cita muy especial un jueves y ese día, cuando hablé con él por la mañana para confirmar, se esfumó. Se marcó el clásico ghosting y comprendí que lo que buscaba era contactos de trabajo, no citas”, asegura.

Silvia Rúbies recalca que intentar encontrar trabajo en una aplicación destinada a buscar pareja es tan absurdo como poco profesional. “Para encontrar lo que buscas a través del ciberespacio, lo mejor es emplear las aplicaciones y las plataformas hechas expresamente para eso. Así nadie pierde el tiempo, no se oculta nada y las posibilidades de éxito son mucho más altas”, señala. Alba Durán, de Bumble, coincide en recalcar la importancia de que en el caso de que alguien se sienta interesado por otra persona por motivos meramente profesionales, lo deje claro desde el primer momento. “Nuestra misión es crear un espacio respetuoso y amable para las citas, y para ello es importante que ayudemos a la gente a identificar y hablar sobre sus intenciones. Por eso, contamos con funciones que permiten a los miembros ver intereses compartidos y puntos en común desde el principio”, explica.

Prueba de que la interfaz y el funcionamiento de las aplicaciones de citas lo han cambiado todo es Shapr, cuyo aspecto es similar al de Tinder: basta con hacer swipe (o sea, deslizar en la pantalla a la derecha si una persona te gusta y a la izquierda si la rechazas) para intentar dar con el trabajo soñado. Mientras que LinkedIn recomienda conexiones de aquellos a quienes ya se sigue, estas aplicaciones emplean modelos estadísticos basados en inteligencia artificial para sugerir coincidencias que mejor se adapten a los requisitos buscados por el gerente de recursos humanos o el solicitante. Por ello, como señalamos, su interfaz recuerda más a la de una aplicación de citas que al de un portal de búsqueda de empleo. No es que los usuarios estén mezclando los usos de las aplicaciones: es que las propias aplicaciones están evolucionando a una una tinderización del mundo que, por ahora, ya dicta cómo buscaremos empleo.

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