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15 calefactores cuya eficiencia no está reñida con la belleza

Apostamos por radiadores limpios, invisibles o con licencias al color, y nos aventuramos a probar fórmulas menos extendidas pero igual de eficaces: un ventilador de techo con función invertida o una chimenea eléctrica que poco tiene que envidiar a las de verdad

Calefactor Create Ikohs.
Calefactor Create Ikohs.
Victoria Zárate

La ola histórica de frío que vivimos hace unas semanas nos puso en alerta sobre la importancia de aclimatar de forma eficaz la vivienda. Al aumento del teletrabajo y las restricciones de movilidad que aún arrastramos por la pandemia se sumó, en algunas ciudades, la imposibilidad de surcar las calles durante largas jornadas de nieve y sus posteriores heladas. Como consecuencia, aumentaron todavía más las horas que nos vimos obligados a pasar, nunca mejor dicho, al calor del hogar.

A pesar de la tregua que estos días nos ha dado el termómetro, no olvidemos que febrero es uno de los meses más gélidos del año y todo apunta a que aún queda invierno (y sobre todo frío) para largo. Aislar la vivienda de forma eficiente es siempre el primer paso, pero no el único. Si no podemos emprender una reforma por la demora o los costes que implica y necesitamos caldear la vivienda cuanto antes, lo mejor es recurrir a un potente calefactor o emisor térmico que propague el calor uniforme y en poco tiempo.

En cuestión de diseño, nos decantamos por modelos limpios y sin adornos que confirman el lema del menos es más, pero con licencias en cuanto al color, la nostalgia o incluso lo lúdico. También nos aventuramos a probar fórmulas menos extendidas (pero también eficaces) como un ventilador de techo con función invertida o una chimenea eléctrica que poco tiene que envidiar a las de verdad. Y siempre sin escatimar en ahorro energético, algo fundamental después de que la factura acumulara un incremento del 110% este mes de enero.

1. El nórdico arte de pasar desapercibido

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El mejor diseño, a veces, es el que no se ve. Este es el punto de partida de la nueva generación de radiadores eléctricos de convención NEO Basic de Adax, que cuentan con un termostato digital en pantalla LCD que se ilumina y permite regular la temperatura de forma precisa. Dispone de una reducción de temperatura automática para el día (cuando no estemos) y durante la noche, lo que se traduce en un ahorro de hasta un 25 % en la factura de la luz.

Su envoltorio inconfundiblemente escandinavo lleva el sello de los noruegos Hareide Design, maestros en el diseño industrial aplicado al automovilismo, máquinas marítimas y muebles con modelos expuestos en museos como el MoMA de Nueva York o en el de Artes y Oficios de Oslo. Cuenta con diferentes alturas y acabados en colores blanco, rojo, negro y plata. Incluye un kit para fijarlo a la pared.

Desde 207 euros en Radiadores Shop.

2. Para mí solo

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El calor es muy personal. Lo que para unos resulta una habitación confortable y cálida para otros puede parecer un auténtico congelador. Los calefactores portátiles permiten regular la temperatura a nuestro gusto, de forma que la habitación se adecue a nuestras necesidades y no al contrario.

El cerámico Capsule de De’Longhi añade a su fácil transporte un diseño ergonómico, idóneo para espacios funcionales. A pesar de su ligereza (pesa poco más de un kilo) rompe el mito de los calefactores pequeños ya que proporciona calor en superficies de hasta 55 m2. La placa de cerámica regula la salida de calor de forma eficiente y, cuando llegue el verano, se puede usar como ventilador.

44,99 euros en Leroy Merlin.

3. El ‘retrocalentador’

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Recurrir a electrodomésticos de estilo retro es una fórmula eficaz de añadir estilo a un objeto que normalmente resulta anodino pero que no perdemos el empeño en destacar. El modelo Thermaxx Retroheat de Klarstein lleva esta máxima al universo de los calefactores. Con un diseño entre industrial y de juguete y en colores pastel como el verde menta y el blanco perla, hará las delicias de cualquier nostálgico. Cuenta además con elementos cromados que nos trasladan al instante a las oficinas de la serie Mad Men.

En lo tecnológico, su carcasa retro no está reñida con las exigencias del siglo XXI al contar con un indicador LED y dos perillas que facilitan su funcionamiento y fijan la temperatura deseada. Este potente radiador de aceite permite calentar estancias de hasta 40 m² (siempre que estén bien aisladas) y se mueve fácilmente con su sistema de ruedas de 360º.

79,99 euros en su web.

4. Un radiador y secatoallas con etiqueta

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Hecho a medida como dicta la ropa de sastrería, el radiador y calentador de toallas Shadow se adapta a las dimensiones que queramos con un diseño totalmente personalizable. La pulcritud innata del acero tubular es la base estética de esta pieza de Scirocco, la firma italiana que reinventa el mundo del calor doméstico con diseños tan memorables como el radiador hidráulico Donut de Franca Lucarelli y Bruna Rapisarda.

Autoras también de este radiador decorativo, las diseñadoras afincadas en Milán se inspiraron para su estructura en los dispositivos de protección solar utilizados en las ventanas. En el baño ejercerá de potente calentador de toallas. Disponible con funcionamiento hidrónico (por agua), eléctrico y mixto.

Desde 209 euros en Archi Expo.

5. Bajo los pies

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Sin conexiones a la vista y a ras de suelo. Lo superfluo pasa a mejor vida con el convector de agua caliente Stana, que distribuye el calor por toda la sala sin que apenas se perciba. Este radiavector de Zehnder puede instalarse en el piso incluso delante de una ventana o en un invernadero.

Cuenta con una salida alta de calor que en pocos minutos hará mucho más confortable cualquier habitación, incluso, las de grandes dimensiones. Está fabricado en acero disponible en varios lacados de color.

Consultar su precio bajo petición en Archiexpo.

6. De cristal y con conexión ‘wi-fi’

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Compactos y fáciles de transportar, los convectores eléctricos permiten aclimatar un hogar sin grandes operaciones. Si añadimos además un sistema de control vía wi-fi la sensación de comodidad se multiplica. El modelo Ready Warm 6750 Crystal Connection de Cecotec reúne diseño y tecnología con una pantalla LED y un panel táctil fabricados en cristal templado y sin líneas superfluas, que podrás regular a través de tu smartphone.

Pero no todo es estética. Su tecnología OnlySilence permite disfrutar de una temperatura cálida y eficiente en silencio. Y que su tamaño no le confunda: con solo 7,4 kg, es capaz de calentar estancias de hasta 20 m², incluidos baños amplios gracias a su sistema antisalpicaduras.

74,90 euros en su web.

7. Un convector de gas futurista

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Imagine la estufa de gas de toda la vida interpretada por la mente del futuro. El calentador Stratos 9.0 Silver de Italkero podría ser el resultado con un diseño que consigue pasar inadvertido en cualquier pared, algo que seducirá a los enemigos de los sistemas convencionales de calor tan omnipresentes en las paredes.

Su diseño rompedor y minimalista en manos del creador argentino Francisco Gómez Paz cumple a rajatabla con el ‘menos es más’. En cuestión de prestaciones, esta potente máquina hace circular el aire caliente desde abajo, lo que garantiza una distribución continua y uniforme del calor sin que se acumule por capas. Disponible en tres acabados (aluminio anodizado, cristal o piedra natural), se puede iluminar con un accesorio LED.

1.920 euros en Amazon.

8. A prueba de niños

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Diseñado originalmente para el disfrute de los más pequeños en espacios privados y colegios, el Grupo Memphis demostró que el color y las formas redondeadas también son cosa de adultos. El emisor de baja temperatura Play de Jaga protege el trasiego infantil al eliminar las esquinas punzantes de su estructura.

Su pantalla compacta de paneles de madera MDF (más seguros que el acero) esconde las piezas que se calientan bajo un lacado en colores suaves y vibrantes, y evita así que los niños se quemen los dedos si intentan acceder a su interior. Dispone de tecnología Low H20, que asegura el intercambio rápido de calor, lo que se traduce en menor consumo energético y en una distribución más uniforme. El termostato regulable se integra en el panel frontal y permite añadir una unidad de ventilación para renovar el aire.

A partir de 819 euros bajo petición en su web.

9. Eficiente y al grano

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El calefactor de siempre, pero con un diseño cuidado y sobrio que no arruina la estética que dicte nuestra casa. La línea de RFC de HJM renueva por completo el clásico emisor térmico con un modelo fabricado en aluminio para resistir el ajetreo del día a día.

Contiene un elemento cerámico que acumula de forma eficaz el calor para luego liberarlo sin consumir electricidad. En la parte superior incluye una pantalla LCD que actúa de termostato inteligente y reduce el coste de energía hasta un 20 %. Funciona conectado a la red eléctrica y se fija fácilmente a la pared, lo que permite cambiarlo sin dramas de lugar.

Desde 88 euros en Planeta Huerto.

10. Aire puro (y cálido)

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Aire limpio y fresco todo el año no tiene por qué ser sinónimo de pasar frío cuando llegue el invierno. El modelo Pure Hot+CoolTM de Dyson, la marca insignia del diseño futurista aplicado a los pequeños electrodomésticos, materializa un eficiente calefactor y purificador en escasos centímetros.

Con ello podrá refrescar el ambiente y también calentar una habitación en invierno cuando el termómetro caiga en picado. Además, purifica el aire cuando detecta contaminantes y gases nocivos al capturarlos con su filtro de carbono activo. El resultado es un hogar más limpio y siempre a la temperatura deseada, recogida en tiempo real en su pantalla LCD, y se controla a través de un smartphone con la aplicación Dyson Link. Dispone de mando a distancia y de dos acabados, blanco/plata o negro/níquel.

579,16 euros en su web.

11. Un ‘juguete’ que calienta

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Ligero, sostenible y tan pequeño que da ganas de abrazarlo. El calefactor Warmic de Create Ikohs parece sacado de una serie de dibujos kawaii, la estética japonesa que rinde culto a lo tierno e infantil. Está formado por pequeñas placas de cerámica que se calientan a gran velocidad y un termostato inteligente, lo que aumenta su eficiencia energética y disminuye el consumo de electricidad.

Además de su función ventilador y dos potenciadores de calor para alcanzar el confort deseado incluye un sistema de seguridad que apaga el calefactor automáticamente si se vuelca o sobrecalienta. Lo mejor, su carta de colores: a los clásicos en blanco y negro, se añaden tonos pastel como el rosa, el amarillo bebé o el verde menta.

19,94 euros en su web.

12. En ‘mute’ y a todos lados

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Su diseño funcional y su carácter silencioso nos convocan a sestear todos los días del año. La torre oscilante de calor de Climatik minimiza los mandos en su pantalla con indicador LED para que el ajuste preciso de la temperatura no reste estilo a la estancia. Incluye además un mando a distancia para que lo pueda controlar desde cualquier lugar de la habitación. Idóneo para esas mañanas frías de invierno en las que nos cuesta tanto salir de la cama.

Cuenta con función antivuelco y en caso de sobrecalientamiento la máquina se apaga al instante. Además tiene dos niveles de calor para hacer más confortable el ambiente y ahorrar en consumo. Su movimiento pendular consigue que se distribuya el calor de forma uniforme en menos tiempo. Disponible en dos colores (negro y blanco).

54,30 euros en Amazon.

13. Desde el techo

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Está claro que no sacamos el máximo rendimiento al ventilador de techo. Con lo que cuesta elegirlos (aquí podrá encontrar algunos modelos que son una excepción) los solemos relegar a los meses de verano, cuando podría rentabilizarse todos los días del año. La nueva generación de ventiladores fijos incluyen una función inversa que cambia el sentido convencional de las palas, lo que permite mantener el aire caliente en plena circulación.

Este movimiento circular caldea la estancia sin necesidad de subir la calefacción en los días más gélidos. Es decir, en menos tiempo y ahorrando energía. El modelo Just Fan de Faro añade además de diseño un motor silencioso en multitud de acabados, como el cromo con palas transparentes o en oro, cobre y negro con palas de madera.

Desde 295 euros en Ventiladores Sunaca.

14. Chimenea sin los inconvenientes

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El éxito que la chimenea hogareña de Netflix ha cosechado estas navidades hizo que volviéramos a soñar con el fuego chispeante sin necesidad de crear un fogón físico en casa. Prescindir de los gases, olores y la limpieza que implica cada temporada es posible ahora con una chimenea eléctrica como el modelo Toluca de Dimplex. Con una pantalla en acero negro que recuerda a los televisores de plasma, reúne todo lo necesario para disfrutar de la vida moderna, como es el control remoto por bluetooth o los altavoces incorporados que reproducen el sonido casi terapéutico de la lumbre.

La sensación de calor que transmite la llama (que podrá modular con diferentes colores e intensidades) no es un efecto ilusorio, ya que tras el aparato se esconde un calefactor que emite aire caliente y regulable por mando a distancia. Su escaso grosor facilita colgarla en cualquier lugar sin ocupar mucho espacio.

399 euros en Leroy Merlin.

15. ¿Biombo o radiador?

El modelo Origami de Tubes, en las oficinas de la empresa italiana Kristalia.
El modelo Origami de Tubes, en las oficinas de la empresa italiana Kristalia.Federico Marin (Tubes Radiatori)

La gracia de los radiadores y calefactores de la firma italiana Tubes (que tiene una historia interesantísima) es que casi siempre parecen otra cosa. Este, por ejemplo, simula un biombo, y es una de las últimas incorporaciones a la colección Plug&Play de la casa, que agrupa los modelos que funcionan con electricidad y, por tanto, se emancipan de la toma de agua.

En este caso, además, cumple doble función, especialmente en su modelo con ruedas. Calienta, pero también sirve para dividir espacios, algo muy útil en estos tiempos de viviendas multifuncionales y teletrabajo. Por supuesto, esta nueva idea tiene una firma a la altura: la del diseñador Alberto Meda, toda una leyenda del design italiano que lleva años colaborando con Tubes para convertir los radiadores en piezas estéticas y funcionales. A propósito de este, que se llama Origami, ha explicado que “la idea nace de las ganas de crear un objeto sencillo con una forma simple y fluida, como una pantalla que se puede doblar como si fuera una mampara”. Imposible lograr más (calor) con menos.

Disponible en varios acabados, alturas y precios a través de los distribuidores indicados en la página web de Tubes.

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Sobre la firma

Victoria Zárate
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 2016. Coordinó la web de Tentaciones y su sección de moda y estilo de vida hasta su cierre en 2018. Ahora colabora en Icon, Icon Design, S Moda y El Viajero. Trabajó en Glamour, Forbes y Tendencias y ha escrito en CN Traveler, AD, Harper's Bazaar, V Magazine (USA) o The New York Times T Magazine Spain.

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