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De la convivencia con casas okupa a cuestionar a Picasso: cómo La Casa Encendida redefinió nuestra relación con la cultura contemporánea

El agitador centro madrileño cumple 20 años ejerciendo de faro divulgativo e impulsor de la creación joven. Lo celebra con una exposición retrospectiva y otra que pone al pintor malagueño frente al espejo del presente

La exposición 'Picasso: Sin título' se puede ver hasta el 7 de enero de 2024 en La Casa Encendida.
La exposición 'Picasso: Sin título' se puede ver hasta el 7 de enero de 2024 en La Casa Encendida.Miguel de Guzman

En sus inicios, La Casa Encendida iba a ser La Casa de Empeños. Es lo que fue originalmente el edificio neomudéjar que hoy ocupa este centro cultural en el barrio de Lavapiés de Madrid. Hasta que se decidió que una traducción tan literal y con connotaciones de posguerra podía resultar disuasoria para el potencial visitante. Pero ya estaba hecho el logo, con las iniciales C y E como protagonistas, por el pope del grafismo Fernando Gutiérrez. La mediación del poeta Fernando Beltrán, conocido por su faceta de ‘nombrador’ para empresas, saldó el debate proponiendo varias referencias literarias, entre ellas el poema La casa encendida, de Luis Rosales. Todo hizo clic.

Es parte del anecdotario que recoge este agitador espacio en la retrospectiva Un piano preparado, comisariada por los arquitectos Isabella Lenzi y Lluís Alexandre Casanovas. “En su momento, la localización resultaba atractiva por ser céntrica, pero situarse al mismo tiempo en la periferia de ese centro histórico de la capital. Una periferia muy necesitada de equipamiento cultural y social. Esa mezcla de tradición, modernidad y diversidad hacían de Lavapiés el laboratorio sociológico más interesante de Madrid”, reflexionan.

La exposición 'Un piano preparado', arranque de una retrospectiva histórica para celebrar el 20º aniversario de La Casa Encendida, toma su nombre de la performance en homenaje a John Cage celebrada en su patio en 2006.
La exposición 'Un piano preparado', arranque de una retrospectiva histórica para celebrar el 20º aniversario de La Casa Encendida, toma su nombre de la performance en homenaje a John Cage celebrada en su patio en 2006.

La Casa Encendida aterrizó en un destino multicultural emigrante y también una de las cunas de los movimientos antisistema patrios. Su singular finca se sumó al movimiento de poner en valor la arquitectura identitaria del propio barrio. También daba pared con pared en la misma manzana con El Laboratorio (más conocido como el Labo 03), emblemática casa okupa situada en una antigua imprenta, que también oficiaba sus propias actividades culturales y sociales. La exposición que podemos ver ahora recoge también esas tensiones entre el centro autogestionado y el centro privado en ese lapso inicial en que coincidieron.

“A veces la gente entraba en La Casa Encendida pensando que había entrado en el Labo y al revés. La Casa Encendida se presentó en el barrio tendiendo puentes con todas esas instituciones alternativas. Algo que hoy sigue siendo una rareza. Por ejemplo, el primer congreso de copyleft se hizo en conjunto entre ambos espacios. Y mucha gente que pasó por los Labos trabajó después en La Casa Encendida. Desde las tensiones, se generó un diálogo interesante entre lo parainstitucional y la institución en un sentido más clásico que, con el tiempo, hizo que este tejido cultural perdiera el miedo a crecer desde una colectividad más abierta”, resumen los comisarios. Desde entonces hasta hoy, La Casa Encendida ha convivido con su contexto generando sinergias con lo local (como la puesta en marcha de ‘Esta es una plaza’: la recuperación de un solar abandonado para los vecinos del barrio) y atrayendo propuestas globales definitorias de lo moderno.

Mónica Carroquino y Lucía Casani, subdirectora y directora de La Casa Encendida.
Mónica Carroquino y Lucía Casani, subdirectora y directora de La Casa Encendida.LEAFHOPPER

Esta exhibición, la primera de tres, divididas por etapas, forma parte de las celebraciones de su 20º aniversario y sirve para contextualizar el rol que ha desempeñado en el barrio y en el panorama cultural español. “Cuando nació no existía nada parecido [en Madrid]”, explica Lucía Casani, que empezó desde el día uno como responsable de cine y tomó a partir de 2014 las riendas en la dirección que dejó el que acabaría siendo ministro de Cultura, Pepe Guirao. “Aún no existía Matadero, ni el CA2M, ni Condeduque. Meter algo como la música electrónica experimental [con Experimentaclub o Electrónica en Abril] o acoger performances en un espacio institucional era una rareza”, secunda su subdirectora, Mónica Carroquino. En el arranque, La Casa Encendida conjugaba el apoyo a la cultura emergente con la traducción al presente de los padres de lo contemporáneo. El doble concierto de Patti Smith (se ofreció ella misma a dar dos tras un error en la venta automatizada de entradas), la correspondencia fílmica entre Kiarostami y Erice o la expo sobre la época final de Louise Bourgeois aún resuenan en su leyenda.

El rapero ugandés Ecko Bazz actuando en el festival Electrónica en Abril de 2023.
El rapero ugandés Ecko Bazz actuando en el festival Electrónica en Abril de 2023.La Casa Encendida / Estudio Perplejo

Las restricciones presupuestarias posteriores les obligaron a repensar el proyecto. “Mantuvimos nuestras cuatro líneas: cultura, educación, solidaridad y medio ambiente; y nos centramos en seguir mapeando talento joven para impulsar proyectos novedosos. Desde ahí tomamos el pulso al presente. Eventos como Libros Mutantes [su feria del libro alternativa], el festival Puwerty [con creadores menores de 26 años], She Makes Noise [electrónica hecha por mujeres] o Princesas y Darth Vaders [feminismo abordado desde el humor] nacieron de escuchar las necesidades de cada instante. Nuestro rol es abordar temas como estos restándoles dogma, desencriptar lenguajes de lo contemporáneo para hacerlo accesible”, resumen.

Libros Mutantes, que se celebra cada primavera en La Casa Encendida, se ha convertido en cita obligatoria para los amantes de la cultura fanzinera, los libros de artista y las editoriales independientes.
Libros Mutantes, que se celebra cada primavera en La Casa Encendida, se ha convertido en cita obligatoria para los amantes de la cultura fanzinera, los libros de artista y las editoriales independientes.

Hoy, opera bajo el manto de la Fundación Montemadrid, que ha promovido la participación de La Casa Encendida en el 50º aniversario de la muerte de Picasso con la exposición Picasso: sin título, comisariada por la arquitecta Eva Franch i Gilabert. En ella, 50 creadores actuales han retitulado cuadros de sus últimos 10 años junto a un texto resignificando al pintor. Muchos de ellos, poniendo en evidencia su historial sexista o, incluso, manifestando la irrelevancia que su totémica figura a muchos creadores en el siglo XXI. La heterogénea lista incluye artistas queer (Cabello/Carceller, Niño de Elche), cineastas (Albert Serra, Isabel Coixet), afrofuturistas (Black Quantum Futurism), músicos (Holly Herndon), creadores posinternet (DIS), performers (Maria Hassabi) o feministas (Johanna Hedva). “Ha sido un poco como ‘desaprender’ a Picasso. No queríamos una lectura desde lo académico, sino poner a Picasso frente al espejo del presente. El resultado es una polifonía reflexiva y crítica, que es lo que siempre hemos buscado en La Casa Encendida: una suma de voces que, juntas, nos ayuden a discutir y comprender el momento”.

La azotea de La Casa Encendida sirve para numerosas actividades, como el ciclo musical La Casa Magnética, que se celebra en las noches de verano.
La azotea de La Casa Encendida sirve para numerosas actividades, como el ciclo musical La Casa Magnética, que se celebra en las noches de verano.La Casa Encendida / Arturo Laso

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