Eléctrico objeto de deseo: Ferrari une fuerzas con Jony Ive y Marc Newson para conquistar el futuro del lujo

El pasado junio, la presencia de los diseñadores estrella Jony Ive y Marc Newson entre el público que acudió al primer desfile de moda de la casa automovilística Ferrari no pasó desapercibida. Ahora se sabe que, además, no era casual. En un comunicado difundido el 27 de septiembre, Exor, la compañía de inversión controlada por la familia Agnelli, y Ferrari han anunciado “una colaboración a largo plazo y durante varios años con Sir Jony Ive y Marc Newson, del colectivo creativo LoveFrom”. Y, aunque el documento no aporta más detalles sobre la naturaleza de dicha colaboración, medios internacionales como el Financial Times muestran pocas dudas al respecto de su proyecto estrella: la creación del primer vehículo eléctrico de Ferrari.

El estatus de Ive y Newson en la industria del diseño está fuera de discusión. Durante su etapa en Apple, Ive fue el principal artífice del aspecto de objetos que, como el Mac, el iPhone o el iPod, han definido la vida cotidiana en el siglo XXI. La trayectoria de Newson es más multidisciplinar y, aunque participó en el diseño de Apple Watch y siempre ha estado ligada a la tecnología, sus cauces no siempre han conducido a Silicon Valley.

Hace dos años ambos diseñadores, ya como creadores freelance, unieron fuerzas en LoveFrom, un estudio o consultoría que, como otras entidades influyentes de ahora mismo, carece de página web y de canales de comunicación oficiales. Hasta hoy solo se le conocen dos clientes. El primero, anunciado el pasado octubre, es la plataforma tecnológica AirBnB. El otro es Ferrari. O, mejor dicho, Exor, tal y como apunta el anuncio realizado esta semana, en el que John Elkann, presidente del holding y de Ferrari, afirma que esta alianza se plasmará en distintos proyectos de Exor en el sector del lujo. “Poco después de que se fundara LoveFrom comenzamos a hablar con Jony y Marc de la posibilidad de combinar su creatividad mundialmente famosa con la nuestra”, explica. A su vez, en una comunicación conjunta, Ive y Newson se declaran “propietarios y coleccionistas de vehículos Ferrari”, además de amigos de Elkann desde hace años.

El anuncio de esta alianza se enmarca en el proceso de redefinición y reposicionamiento que está llevando a cabo Ferrari, y que se plasmó en el citado desfile, celebrado en la sede corporativa de Maranello. Con un público lleno de celebridades y un casting mixto igualmente influyente, el evento fue también una declaración de intenciones por parte de Elkann, que planteó sin rodeos que el próximo ochomil que se propone la casa del cavallino rampante no tiene tanto que ver con la automoción como con el lujo. En todo caso, parece que la clave está en no descuidar ninguno de los dos flancos: una semana antes del desfile, la casa italiana anunciaba el fichaje de Benedetto Vigna, un ejecutivo con experiencia en el sector tecnológico –también participó en el desarrollo del iPhone– con la misión de liderar la electrificación de Ferrari, uno de los proyectos estrella de la marca. Dos meses antes, en abril, el propio Elkann ponía fecha a este reto: según anunció, el primer supercoche eléctrico de Ferrari llegará en 2025.

Hasta ahí llega la información disponible sobre un asunto, el del futuro de la automoción, que obsesiona tanto al sector automovilístico como al de la tecnología. Sin noticias concretas del vehículo de Apple, es difícil saber quién romperá el hielo. De la colaboración entre Ferrari y LoveFrom tampoco se pueden anticipar más detalles que los obvios: que la colaboración reinterpretará los códigos de diseño de la casa italiana, responsable de algunos de los vehículos más legendarios del siglo XX, con la sensibilidad tecnológica y a escala humana de Ive y Newson. A su favor juega la experiencia del segundo en el ámbito del transporte. Además de crear colecciones de equipaje para Louis Vuitton o la sofisticada estilográfica Montblanc M, Newson ha diseñado interiores de barcos y aviones, ha ideado una sofisticada bicicleta e incluso un concept car, el Ford 021C. Aquel prototipo nunca producido era una golosina tecnológica con el aspecto amable, suave y colorido al que aspiraba la tecnología en el optimista cambio de siglo: puertas simétricas, líneas curvas, interiores amplios y proporciones amables, más ligadas a lo doméstico que a las convenciones de la automoción. Del proyecto para Ferrari, por el contrario, se espera algo totalmente distinto: un diseño en la intersección entre el legado de Ferrari, la tecnología del futuro y la erótica del lujo.