Siete diseños con los que Jony Ive te ha cambiado la vida (aunque no uses Apple)
Desde que Steve Jobs lo puso al frente del departamento de Diseño Industrial, que ha dado luz hitos como el iMac, el iPod, el iPhone, el iPad o el Apple Watch, Apple ha vivido su mejor etapa creativa, pero sus diseños no solo han revolucionado al gigante tecnológico
De ser el genio detrás del diseño de Apple, a convertir al gigante de Cupertino en su cliente. Jonathan Ive, Jony Ive para sus amigos y conocidos, dejará la empresa de la manzana a finales de este 2019. Su destino es crear una compañía propia con la que pretende dar servicio a la que hasta ahora y desde 1992 era su casa. LoveFrom se llama su nuevo invento y, según dice, está inspirado en el propio Steve Jobs. Lo que son las cosas.
Precisamente, el imparable ascenso de Ive, nacido en Londres en 1967, coincidió con el regreso de Jobs a Apple en 1997. O sea, que hoy en día nada sería igual en nuestras vidas sin sus creaciones. Ahí no acaban sus méritos: en 2006 la reina de Inglaterra lo nombró además caballero comendador de la Orden del Imperio Británica por los servicios prestados a la industria del diseño. Así que, en realidad, deberíamos dirigirnos a él como Sir Jonathan Ive, no lo olvides si te lo cruzas algún día.
El caballero comendador ha reclutado para LoveFrom un buen puñado de creativos de élite, como a Marc Newson (con él en la imagen), con quien ya diseñó una colección de objetos para una subasta benéfica que organizaron con Bono. Pero por lo visto no tiene pensado centrarse solo en el diseño. Pretende inventar nuevos dispositivos, algunos pensados para la salud, según ha adelantado.
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Un año después de que Steve Jobs le pusiera al frente del departamento de Diseño Industrial, el equipo dio a luz este memorable aparato que cambió el modo en que nos relacionamos emocionalmente con la tecnología. Se acabaron los ordenadores grises y aburridos. Tal vez pensando que la nueva clase creativa estaba cada vez más ligada al trabajo a través de la computadora, Ive diseñó esta caja traslúcida de formas redondeadas que se presentó inicialmente en un solo color, pero qué color. Se trataba del bondi blue, en referencia al azul que tiene el mar en la playa de Bondi (Sídney). Luego se lanzó en otros diez colores, incluso en naranja. Su diseño es complicado de imitar, pero la idea que transmite el producto (los ordenadores pueden ser divertidos y funcionar igualmente bien) ha sido abrazada por casi todos los fabricantes.
La versión portátil del G3 era una locura tan desquiciada que casi parecía más un juguete que un ordenador. Con la siguiente versión, Ive logró recuperar cierta seriedad y a la vez marcar el devenir cromático (todo al blanco) de la era más exitosa de Apple. También creó un producto icónico, primer accesorio de la era hipster. Ubicuo en aeropuertos y en cafeterías, el G4 era algo robusto aunque jamás pareció un armatoste. Seguramente, gracias a sus bordes redondeados. En 2006 la gama de portátiles iBook fue sustituida por los Macbook. Entró el aluminio en la ecuación y los avances tecnológicos permitieron ordenadores más livianos y finos. Algunos, como el primer MacBook Air, sin ranura para CD, incluso disruptivos. De hecho, el MacBook Air parece que fue creado para terminar con los CD que dejó viejos el Ipod.
El iPod no era el primer reproductor de mp3, pero solo aparecer logró eclipsar a los demás aparatos de similar función. La rueda de scroll con la que se navegaba el menú es una de las cimas del diseño aplicado. Por un lado le daba carácter al cacharro, por otro era extremadamente eficiente en su propósito. El frontal blanco —Apple ya había entrado el año anterior con el iBook G4 en su etapa blanca— y el reverso metálico. Borró del mercado a toda la competencia, relanzó la firma y hoy es uno de los pocos aparatos tecnológicos que la gente sigue guardando aunque no utilice.
Es fascinante comprobar que han pasado 15 años desde que Ive ideara este ordenador compacto de mesa. En anterior G4 había reducido el impacto espacial de las clásicas torres hasta lograr que todo lo necesario para que el ordenador funcionara cupiera en una base en forma de media bola que sostenía la pantalla. Aquí, logró por fin meter el ordenador en la pantalla. El éxito fue tal que aún hoy, las múltiples evoluciones del iMac sigue recordando muchísimo a este. Igual simplemente porque lo que logró aquí Ive a nivel técnico es inmejorable.
Hay un elemento que, desde el lanzamiento de este primer iPhone se ha repetido en todos los nuevos productos de Apple creados por Ive y que es complicadísimo de explicar: el tacto. "Hemos diseñado algo que sienta maravillosamente en tus manos", dijo Steve Jobs al presentar este primer iphone con pantalla táctil, de 3,5 pulgadas, que aparentemente no era más que un iPod Touch con el que se podían hacer llamadas. Estéticamente, la evolución del iPhone tal vez alcanzó su cima con el 5s. Pero, sobre todo, desde este primer teléfono, Apple se ha esmerado en que cada nuevo producto tenga un tacto especial, algo casi mágico.
Hasta el iPad, Jonathan Ive se había dedicado a dotar de un envoltorio hiperactrativo a las ideas que tenía Steve Jobs para solucionar las necesidades del público. Con el iPad, afrontó el reto de que un producto que era una necesidad creada —el mercado no pedía esto— entrara por los ojos, no fuera que alguien reparara en que, en aquel lejano 2010, lo que hacía un iPad ya lo hacían otros productos. Fue un éxito, a pesar de parecer un portátil sin teclado o un iPhone grande. "Si no entiende cómo funciona, se convierte en mágico", declaró Ive.
Tras finiquitar el artrítico sistema operativo 9 en 1999, después de 15 años en funcionamiento, Apple entró en una nueva era con MacOs X en 2001. Ive intervino activamente en la actualización de 2013 que llegaba con el lanzamiento del iPhone 5s. Iconos planos, sin relieve, notificaciones traslúcidas y demás elementos estéticos y a la vez funcionales, en el mayor cambio que ha vivido OS X desde su lanzamiento.