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Los Ximénez: la familia de Puente Genil que ilumina la Navidad en todo el mundo

Generaciones enteras en la ciudad cordobesa trabajan desde hace 75 años en las luces navideñas de Iluminaciones Ximénez que se instalan desde Moscú a Nueva York. Todo empezó con un lector de contadores

Francisco Jiménez (a la derecha), fundador de la empresa Iluminaciones Ximénez, y dos de los trabajadores junto a la furgoneta original de la compañía, que aún se conserva en su sede. |
Francisco Jiménez (a la derecha), fundador de la empresa Iluminaciones Ximénez, y dos de los trabajadores junto a la furgoneta original de la compañía, que aún se conserva en su sede. |

La aldea de la Navidad no está en el polo Norte, sino en Puente Genil. En esta pequeña ciudad cordobesa de unos 30.000 habitantes apenas nieva, pero las luces con estrellas, acebos, volutas, tirabuzones y los diseños más originales de arquitectos y creadores de moda permanecen todo el año encendidas frente a los huertos familiares salpicados por construcciones encaladas. Desde la sede de Ximénez Group, generaciones enteras de pontaneses trabajan desde hace 75 años para llevar la ilusión en forma de bombillas a todos los rincones del mundo, desde Nueva York hasta Moscú, o incluso Dubái, donde aunque no se celebran estas fiestas, se reconoce el poder de los diseños lumínicos para atraer el turismo en los últimos días del año.

“Puente Genil fue el segundo pueblo de España en tener luz eléctrica, después de Girona”, cuenta por teléfono Mariano Ximénez, actual CEO de la empresa. “Suele contarse la historia desde que mi abuelo fundó Iluminaciones Ximénez en 1945, pero en realidad todo empezó con mi bisabuelo, que fue uno de los primeros lectores de contadores del país”. Había un importante salto en el río, que la fábrica de harinas aprovechaba para mover el molino. Un puente ferroviario cruzaba el río y uno de los ingenieros que trabajaban en el tren se hizo muy amigo del dueño de la fábrica. Así fue cómo le propuso ir un paso más allá y montar unas turbinas para generar luz eléctrica aprovechando la fuerza del agua. “Desde entonces, Puente Genil es la ciudad de la luz”.

Atardecer en el Palacio de Oriente, donde recibe el árbol iluminado de Teresa Sapey + Partners. |
Atardecer en el Palacio de Oriente, donde recibe el árbol iluminado de Teresa Sapey + Partners. |Rafael Vilallonga Hohenlohe

A Francisco Jiménez Carmona, hijo de aquel lector de contadores, le venía de familia, y quizá por eso se decantó por los pequeños electrodomésticos y componentes de electricidad cuando, recién casado, abrió una pequeña tienda en el centro del pueblo. “Una Navidad, inspirado por lo que veía en las películas extranjeras, decidió decorar la de su comercio con una estrella que construyó con un carpintero y que él mismo iluminó”. Fue la atracción de los vecinos: “Todos querían ir a ver la estrella de Francisco. Al año siguiente, iluminó la calle entera y, al siguiente, el ayuntamiento le pidió que decorase la calle principal. Los pueblos aledaños se fueron sumando en las sucesivas navidades. Y así fue cómo mi abuelo transformó la pequeña tienda de componentes eléctricos en la empresa de iluminaciones Ximénez”.

Francisco Ximénez subido a un poste de electricidad en los años cuarenta. |
Francisco Ximénez subido a un poste de electricidad en los años cuarenta. |Álbum familiar
Mariano Ximénez, actual CEO de la compañía, fue el primer nieto del fundador en incorporarse. |
Mariano Ximénez, actual CEO de la compañía, fue el primer nieto del fundador en incorporarse. |Álbum familiar (EL PAÍS)

Hoy, Ximénez Group ha desplegado sus decoraciones navideñas en 180 puntos de todo el país y en otros 20 a 25 países en 2020 (un total de 45 en toda su historia), a falta de confirmar los últimos proyectos. En la campaña de Navidad emplea a más de 600 personas, en su mayoría de la región cordobesa. Familias enteras de Puente Genil se han especializado en las luces festivas (también para ferias y eventos especiales). “Es un trabajo que pasa de padres a hijos”, dice Mariano: “Siempre digo que esta es una empresa familiar de principio a fin”.

“Mi padre se pasaba la noche pintando puntos blancos sobre cartulinas negras”

En su caso, recuerda como si fuera ayer las largas noches que su padre se pasaba dibujando los diseños de las luces para presentar a los potenciales clientes. Llevaba haciéndolo desde muy joven, desde el instituto. “Hoy hacemos infografías con fotomontajes, pero entonces mi padre se tiraba hasta bien entrada la madrugada marcando puntos de luz en una cartulina negra, puntito a puntito. Lo recuerdo nítido. Luego, cuando acababa, le echaba una laca y las cartulinas se quedaban brillantes. Mi tío, que era el comercial, se encargaba de presentar los diseños en los ayuntamientos”.

Un ejemplo del alumbrado tradicional de Iluminaciones Ximénez. |
Un ejemplo del alumbrado tradicional de Iluminaciones Ximénez. |Álbum familiar
Iluminaciones Ximénez
Álbum familiar

Al acabar los estudios, Mariano decidió seguir la estela familiar. “Fui el primer nieto que se incorporó a la compañía y tuve la suerte de convivir con mi abuelo en el trabajo cuatro o cinco años“. Francisco no sermoneaba, daba lecciones de vida con el ejemplo. “Aunque si un aprendizaje nos dejó prístino fue que nuestra religión es cumplir los plazos, pase lo que pase. La Navidad no se retrasa”. Mariano destaca que tenía un don especial para relacionarse: “Era muy buen conversador y muy inquieto, siempre emprendiendo nuevos negocios”. Esa fue la faceta que descubrió de mayor. “De pequeño lo recuerdo como el típico abuelo muy simpático con el que querías estar. A todos los nietos nos ponía apodos. El mío era Balín. Me llamaba así, con el sobrenombre con el que todo el pueblo conocía al vecino al que le encantaba viajar, como a mí. Con los años me he quedado en Marianito”.

‘Balín’ en Nueva York

Aunque las ganas de viajar no se le han pasado. Y su trabajo se lo permite: “Estamos continuamente moviéndonos por España y fuera para cerrar acuerdos o ver proveedores de componentes”. La primera vez que recibieron un encargo desde el extranjero fue en 2005, después de asistir a una feria internacional. “Aunque allí nos dimos cuenta de que teníamos que mejorar el producto para adaptarlo a los estándares internacionales. Revolucionamos la fábrica y en 2009 volvimos a las ferias internacionales con los nuevos diseños y tecnologías”. A partir de ese momento, su expansión fue imparable. “Recuerdo, por ejemplo, el encargo de Swarovski, que nos pidió iluminar todos sus escaparates a nivel mundial. También Inditex. Oslo fue una de las primeras ciudades para las que desarrollamos el proyecto completo, no solo venderles las luces, sino todo”.

La Quinta Avenida de Nueva York (2017) o la plaza del Duomo de Milán (2019) han sido probablemente los dos escenarios más imponentes que han llegado iluminar. Pero el proyecto que Mariano recuerda con más emoción es el que desarrollaron en la propia Puente Genil para celebrar el 125 aniversario de la llegada de la luz a la ciudad. “Empezamos iluminando por el casco antiguo con algunos de los diseños que mi abuelo hacía en su día y a medida que avanzábamos hacia la parte nueva del pueblo íbamos modernizando las luces. Estuvo varios meses instalado y el pueblo estuvo muy vivo, hubo muchas visitas”.

Aunque si una ciudad es año tras año el escaparate de lo que Iluminaciones Ximénez es capaz de hacer esa es Madrid, en este 2020 galonado con una kilométrica bandera de España no exenta de polémica. Fue un encargo a medida del ayuntamiento. “No sé por qué suscita tanto debate”, dice Mariano, aunque reconoce que se trata de un proyecto un tanto excepcional: “Hemos hecho banderas para otros países, como Estados Unidos, Reino Unido o Colombia (instalamos una en Medellín), pero es verdad que ninguna tan grande como esta”. También es suya la menina gigante de Colón: “Está gustando mucho, nos llegan muchas peticiones”.

La bandera kilométrica que el ayuntamiento de Madrid encargó a Iluminaciones Ximénez. "Hemos hecho banderas para muchos países, pero esta es la más grande". |
La bandera kilométrica que el ayuntamiento de Madrid encargó a Iluminaciones Ximénez. "Hemos hecho banderas para muchos países, pero esta es la más grande". | DAVID EXPOSITO

La capital española tenía una iluminación muy tradicional hasta que hacia el año 2006 hizo una apuesta a nivel europeo. “Confiaron los diseños a creadores locales como Teresa Sapey, Sergio Sebastián, David Delfín, Ágatha Ruiz de la Prada... Pasó del alumbrado tradicional a la iluminación de autor. Los turistas podían recorrer, por ejemplo, la calle Devota & Lomba. Los hoteles se colapsaron, los taxistas me decían cosas como ‘antes tenían que haberlo hecho’, los buses de la Navidad registraron hasta 90.000 viajeros. Las luces se usan a veces como arma arrojadiza, se hace demagogia, pero influyen mucho en el estado de ánimo, activan el sistema emocional, y esto se traduce en actividad económica”, sentencia.

Bosque urbano en la calle Serrano de Madrid, diseñado por Teresa Sapey + Partners. |
Bosque urbano en la calle Serrano de Madrid, diseñado por Teresa Sapey + Partners. |Rafael Vilallonga Hohenlohe

Para Mariano Ximénez, las luces de Navidad no son un gasto, y menos desde que son LED, lo que ha supuesto un ahorro de hasta el 90% del consumo eléctrico y una reducción de hasta 3.000 toneladas en las emisiones de dióxido de carbono de todos sus proyectos. Son una inversión. “En España tenemos la mala costumbre de no medir el retorno. Pero sabemos que cada euro invertido en iluminación navideña revierten 20 a la economía local. En 2018, el ayuntamiento de Málaga sacó un informe de la campaña navideña: la ciudad había logrado generar 202 millones de euros y la inversión fue de unos 600.000 euros”.

Esta es la razón de que los países árabes decidan iluminar sus calles por Navidad y probablemente también explica el despliegue que la ciudad de Málaga organizó en la calle Larios el año pasado. “Fue uno de los momentos de más tensión de mi vida”, reconoce Mariano Ximénez. “Estaba todo el show montado; miles, pero miles de personas espectantes; Antonio Banderas y toda la plana política a punto de darle al botón para iluminar un bosque encantado que habíamos diseñado con tecnologías DMX y Led Píxel, que era la primera vez que las combinábamos. Y yo en pánico por si de repetente fallaba algo. Si me miden las pulsaciones, seguramente rompo el aparato”.

Iluminación navideña de la calle Larios de Málaga. |
Iluminación navideña de la calle Larios de Málaga. | DANIEL LUQUE (EFE)
Detalle a pie de calle. |
Detalle a pie de calle. | Jorge Zapata (EFE)

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