De lo clásico y lo contemporáneo: el nuevo número de ICON Design viaja de la Italia del ‘cinquecento’ a la Corea de hoy

La carta de presentación del nuevo número de ICON Design, gratis este 29 de octubre con EL PAÍS, son tres portadas distintas que, a su modo, reúnen los mundos que conviven en la revista de arquitectura, diseño, arte y decoración de ICON. La primera está protagonizada por Jonathan Anderson, director artístico de Loewe, con quien viajamos a Seúl para la entrega del Craft Prize de la Fundación Loewe, que premia a los artesanos más extraordinarios del mundo, y que este año ha reconocido la labor de una creadora capaz de tejer delicadísimas esculturas con crin de caballo siguiendo una técnica centenaria. “La artesanía es un acto de responsabilidad”, declara el norirlandés a propósito de este certamen que ha difundido saberes casi perdidos. La segunda es el Teatro all’Antica de la localidad italiana de Sabbioneta, una joya poco conocida del cinquecento con una historia novelesca y llena de ambición y tragedia digna de Bomarzo. La tercera es la nueva casa del interiorista barcelonés Francesc Pons, un ejercicio de estética contemporánea que reúne su obsesión por las lámparas, su uso hedonista del espacio y muchos, muchos metros de tapizado gris.

Son tres puertas intercambiables para entender qué hacemos en ICON Design, una revista donde hablamos de nuevos talentos y de obras construidas hace siglos, de muebles posibles y de objetos imaginarios, y en la que, ante todo, queremos que la mente del lector viaje. Por eso en este número también nos desplazamos a Milán para visitar a Marva Griffin, la matriarca del diseño italiano y jefa de prensa internacional del Salone del Mobile, una de las pocas personas capaces de tratar de tú a tú a creadores consagrados y jóvenes estudiantes. Su casa en Brera es un feliz equilibrio de muebles firmados por creativos amigos, conocidos y admirados por ella. “No me gustan las casas decoradas perfectitas”, comenta. “Yo tengo cosas por todas partes. Me siento acompañada”. En Barcelona asistimos al regreso de la legendaria editora BD Barcelona Design, toda una institución del mobiliario de autor nacida “entre copas, de noche, junto a la pista de baile”, tal y como cuentan los fundadores de esta empresa que produce clásicos de Dalí, Tusquets o Sottsass, y que ahora afronta una nueva era con jóvenes socios.

El peso de la institución también se percibe en Sargadelos, la fábrica de porcelanas que ha marcado a varias generaciones de españoles, y cuya historia resume los altibajos de las artes decorativas en nuestro país. En Lisboa recorremos la Fundación Gulbenkian, donde se exponen los frutos de una asombrosa pasión por el coleccionismo, de la mano de sus responsables y de Max Mara, la firma italiana de moda que ha colaborado con el reacondicionamiento de sus salas de arte francés del XVIII. En San Sebastián, charlamos con la artista Susan Cianciolo, que reclama atención para el reciclaje como forma de encapsular los recuerdos.

No es el único alegato a favor de un diseño más humano y sostenible. En Madrid, llegamos a tiempo para fotografiar la instalación ultra efímera (apenas duró un día) con que Lucas Muñoz Muñoz hizo balance de unos años prodigiosos que lo han convertido en el diseñador más brillante de su generación, y todo un maestro a la hora de reutilizar materiales y formas. Y, en la sierra al norte de la capital, visitamos el nuevo proyecto del arquitecto Andrés Jaque, que acaba de concluir las obras de un asombroso colegio y que, en una época de construcciones faraónicas, reivindica “el derecho a lo doméstico”.

Además, el nuevo número de ICON Design trae lo mejor del diseño, la arquitectura, la decoración y el arte: entrevistas con los diseñadores Erwan Bouroullec, Inma Bermúdez, Raf Simons y Jaime Hayon, la galerista Maria Foerlev, columnistas de confianza (Jordi Labanda, Anatxu Zabalbeascoa) e invitados (Manuel Segade), un reportaje sobre la Casa Carvajal e incluso una visita a una asombrosa fundación artística en una remota isla griega. Sin pretenderlo, este nuevo número ha quedado viajero e inquieto, pero tal vez sea una consecuencia natural. Ensanchar la mente, el gusto y las ideas es un buen modo de dar combustible a la curiosidad. Y la curiosidad es el rasgo que mejor define al equipo que hace ICON Design.