La nieta de Vivienne Westwood deja la compañía de su abuela, a la que acusa de traicionar el legado de la diseñadora

“Madrina del punk”, estilista de los Sex Pistols, feminista a favor del revisionismo histórico, reivindicadora de lo andrógino en las pasarelas y activista en contra de los devastadores efectos que la industria de la moda genera en el planeta. La legendaria diseñadora británica Vivienne Westwood era conocida por rebelarse, a través de sus diseños, contra lo establecido. Dos años después de su muerte a los 81 años, su nieta, Cora Corré, modelo y activista de 27 años, ha comenzado su propia revolución contra la compañía de su difunta abuela, Vivienne Westwood (VW), una de las últimas empresas de moda independientes que fue creada por la diseñadora británica en 1971 y que sigue vendiendo artículos con su nombre tras su muerte. La batalla de su nieta también es contra el presidente ejecutivo de la empresa, Carlo D’Amario. La revuelta la está llevando a cabo a través de la Fundación Vivienne, una organización benéfica que la diseñadora creó en 2019 y que está administrada por sus familiares, incluida Corré, quien es, según Companies House (registro mercantil del Reino Unido), su directora.

La Fundación Vivienne publicó en Instagram el pasado martes 22 de octubre una carta en la que especificaba el motivo por el que las relaciones entre la organización y la compañía de moda habían llegado a su fin: la marca y D’Amario han traicionado y vilipendiado el legado de Westwood al utilizar sus diseños sin pedir permiso a la fundación —a la que pertenecen los derechos de autor— para evitar destinar fondos a causas ambientales y humanitarias. Además, Corré ha mandado una carta, a la que ha tenido acceso el diario británico The Times, a todos los empleados de VW exigiendo la dimisión de D’Amario como director ejecutivo alegando que este le hizo bullying a su abuela durante sus últimos años de vida.

En la carta, en la que pide la destitución de D’Amario como director ejecutivo, puesto que ostenta desde 1986, asegura que es lo que quería su abuela antes de morir. “En los años previos a la muerte de mi abuela, ella estaba profundamente descontenta con la forma en la que se administraba la empresa”, afirma la modelo. “Era su deseo que D’Amario fuera removido y que la empresa fuera administrada de una manera que respetase sus valores”.

Antes de morir, Westwood transfirió todos los derechos de autoría, de propiedad y de diseño creativo de su marca a la Fundación Vivienne —incluidos los creados antes de que se creara la VW en 1993— para, de acuerdo con la carta de la fundación, “apoyar a todas las organizaciones benéficas y causas que tanto le apasionaban”. Por tanto, una parte de los beneficios obtenidos por la compañía debían ser transferidos a la fundación y, además, la empresa Vivienne Westwood necesitaba su aprobación para emplear los diseños de la difunta diseñadora. Sin embargo, a principios de este mes de octubre, VW lanzó, sin consultar a la fundación, una colaboración con la marca de ropa urbana Palace en la que presentaba artículos basados en los diseños de archivo. Colección que, de acuerdo con Corré, violaba los derechos de autor e impugnaba el legado de la diseñadora, el cual, de acuerdo con su nieta, debe centrarse en la recaudación de fondos para causas humanitarias que Westwood siempre apoyó en vida.

Tras conocerse esta colaboración, la Fundación Vivienne decidió cortar lazos con la compañía. “Es una gran lástima que para su reciente colaboración con Palace, la empresa VW haya decidido basar los diseños en el archivo de Vivienne sin consultar a la fundación. Esto muestra un flagrante desprecio por los deseos de Vivienne y su legado”, dice el mensaje compartido en Instagram a los 27.000 seguidores del perfil. “Entendemos que Palace inició la colaboración con la empresa de buena fe y no estaban al tanto de esta situación. Sin embargo, es muy lamentable que se haya permitido que esto suceda y esperamos que, dadas las circunstancias, las partes involucradas hagan lo correcto y honren los deseos de Vivienne”, concluye el mensaje.

Cuando se hizo pública la disputa entre la Fundación Vivienne y la compañía, Corré anunció, también a través de su Instagram, que había llegado a un punto de ruptura después de dos años y que renunciaba a su puesto como directora de campañas de Vivienne Westwood para dedicarse por completo a la organización benéfica. “A pesar de que la compañía lleva el nombre de mi abuela, no siento que en este momento refleje sus valores”, comienza la carta publicada en su cuenta privada. “Vivienne me enseñó a defender siempre lo que es correcto y quiero ser fiel a eso. Creó la Fundación en 2019 para desarrollar su activismo al margen de las limitaciones que le impuso el director general de la empresa. Debido a una ruptura en las relaciones entre la empresa Vivienne Westwood y la Fundación Vivienne, mi papel dentro de la empresa se ha vuelto insostenible”.

El diseñador de moda austriaco y viudo de Westwood, Andreas Kronthaler de 58 años, es el director creativo de la compañía, la cual, por el momento, aún no se ha pronunciado.