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La solicitud del visado de EE UU de Enrique de Inglaterra se mantendrá en privado, según dictamina un juez

Tras admitir haber probado cocaína, hierba y hongos alucinógenos, una organización conservadora denunció al duque de Sussex alegando que las leyes de inmigración estadounidenses clasifican a cualquier extranjero que se determine como drogodependiente como inadmisible en el país

Visado príncipe Harry
El príncipe Enrique, el 23 de septiembre de 2024, en una conferencia sobre salud mental en Nueva York (Estados Unidos).Bing Guan (REUTERS)
El País

Enrique de Inglaterra ha obtenido este lunes una importante victoria: los documentos de su visado estadounidense no se harán públicos, según ha dictaminado el juez Carl Nichols. La decisión llega después de un proceso largo que comenzó cuando el duque de Sussex admitió haber consumido drogas en sus memorias tituladas En la sombra, publicadas a principios de 2023. Tras esta revelación, la Fundación Heritage, una organización conservadora estadounidense con sede en Washington, solicitó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) saber si el príncipe admitió haber consumido drogas en la solicitud de su visado estadounidense. Después de que la agencia, que supervisa la inmigración y los visados, se negara a revelar públicamente los datos de los documentos de Enrique, la fundación demandó al DHS. Y tras cinco meses en los que el juez Nichols ha revisado el expediente de inmigración del príncipe, este ha dictado una sentencia favorable a la privacidad de Enrique de Inglaterra.

En Estados Unidos, las leyes de inmigración clasifican a cualquier extranjero que haya consumido drogas como inadmisible en el país. Por tanto, si el duque de Sussex admitió en su visado el consumo de drogas esto supuso un trato de favor hacia el hijo menor de monarca Carlos III; y si, por el contrario, mintió sobre el consumo en el momento de solicitarlo, se le podría negar la ciudadanía estadounidense y ser deportado.

El juez Nichols ha señalado que, aunque en sus memorias —que vendieron más de 1,4 millones de copias en su primer día de venta y se convirtieron en un bestseller del New York Times— y en su documental de Netflix, Harry y Meghan, el príncipe comparte detalles íntimos de su vida, incluidos numerosos casos en los que admite haber consumido drogas, eso no elimina su interés en mantener privada la información sobre su estatus migratorio. Esta sentencia evita que Enrique tenga que hacer futuras revelaciones públicas sobre su vida personal.

Nichols ha pasado cinco meses revisando el expediente de inmigración del príncipe Enrique y sí que ha admitido que la Fundación Heritage tenía motivos para solicitar la publicación de dichos documentos. “Como figura pública, las declaraciones públicas del duque tienden a disminuir sus intereses de privacidad en comparación con los ciudadanos extranjeros comunes admitidos en los Estados Unidos”, considera. Sin embargo, ha dictaminado que los documentos no se harán públicos. En opinión del juez, la fundación “va demasiado lejos al argumentar que el interés en la privacidad está disminuido por sus declaraciones públicas” y que Enrique tenía un “interés razonable en la privacidad de sus registros de inmigración”.

Durante la audiencia de febrero de este año, el abogado que actuaba en nombre de la Fundación Heritage, Samuel Dewey, afirmó que sus representados no tenían nada en contra del príncipe Enrique y que solamente querían saber si había recibido un trato de favor. En los documentos legales presentados por la fundación se afirma que Enrique había sido tan descarado que “llegó al punto de alardear y alentar el uso ilegal de drogas”, según declaraciones recogidas por el Daily Mail. Por su parte, un abogado del DHS afirmó que las revelaciones del duque de Sussex sobre su consumo de drogas podrían haber sido magnificadas e, incluso, inventadas para aumentar las ventas de En la sombra. Además, el fiscal federal adjunto, John Bardo, dijo al tribunal en Washington: “El libro no es un testimonio jurado ni una prueba. Decir algo en un libro no necesariamente lo hace verdad”.

En su libro En la sombra, el príncipe Enrique admite haber consumido cocaína cuando era adolescente, haber fumado hierba y probado hongos alucinógenos en la casa de la actriz de Friends Courteney Cox —declaración que la intérprete negó el año pasado en una entrevista en la revista Variety—. El hijo menor del rey Carlos III de Inglaterra admitió en marzo de 2023, en una entrevista difundida en streaming con el médico y escritor canadiense Gabor Maté, que su relación con la marihuana se convirtió en su salvación en un momento difícil de su vida: “Empecé a consumirla de forma recreativa y luego me di cuenta de lo buena que era para mí”. Sus memorias y sus declaraciones públicas sobre el consumo de drogas causaron un gran revuelo en el Reino Unido y levantaron ampollas entre los activistas antidrogas.

Meghan Markle y el príncipe Enrique, el 13 de septiembre de 2023, durante los Juegos Invictus en Renania del Norte-Westfalia (Alemania).
Meghan Markle y el príncipe Enrique, el 13 de septiembre de 2023, durante los Juegos Invictus en Renania del Norte-Westfalia (Alemania).Christoph Reichwein (Picture Alliance/Getty Images)

Fuentes cercanas al príncipe declararon el año pasado a The Telegraph que el duque había sido sincero en su solicitud del visado, lo que sugiere que sí había hecho referencia a su consumo de drogas en el pasado. Esto aviva los rumores de que al príncipe, por su posición, se le proporcionó un trato de favor. El comentarista conservador británico, Nile Gardiner, arremetió contra el príncipe Enrique cuando se hizo público su consumo de estupefacientes: “El tema de las drogas es un asunto importante. Los solicitantes de un visado en Estados Unidos tienen que decir si han consumido drogas. Si dicen que sí, tienen que rellenar un informe detallado”, declaró en un artículo en The Times. “Para que él lograse entrar debe haber requerido cierta intervención de alto nivel de la que no tenemos conocimiento. Lo que estamos preguntando es si él fue abierto y transparente en dicha solicitud o si se le dio un trato de favor. ¿Fue tratado de forma distinta a todo el mundo?”, reflexionaba.

Actualmente, el príncipe Enrique está en Nueva York, donde se espera que asista a la Asamblea General y a la Semana del Clima de la ONU, que reúne a líderes de todo el mundo para promocionar sus actividades de mecenazgo y filantrópicas. Este 24 de septiembre se celebra la cumbre del premio Earthshot, una iniciativa de su hermano, el príncipe Guillermo, de lucha contra el cambio climático. No se ha confirmado si el heredero al trono británico estará presente en el acto ni si el duque de Sussex acudirá.

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