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Judi Dench y Siân Philips serán las primeras miembros femeninas del histórico Garrick Club de Londres

A este club privado que no admite “aburridos terribles” pertenecen prominentes personalidades de la sociedad británica, desde políticos a actores, y hasta el mismísimo Carlos III. El pasado mes de mayo, un 60% de sus afiliados votó a favor de la inclusión de mujeres después de 193 años en pie y una larga controversia

Garrick Club de Londres Judi Dench y Siân Philips
Judi Dench y Siân Philips.Getty

Las actrices Judi Dench, de 89 años, y Siân Philips, de 91, han pasado el filtro de aprobaciones que las ha convertido en las primeras miembros femeninas del histórico Garrick Club de Londres desde su fundación en 1831, según ha informado el diario británico The Guardian. Ambas intérpretes recibieron la admisión de trámite express durante la asamblea general anual del club, celebrada el lunes 1 de julio por la noche. Hasta ahora, a ninguna mujer se le había permitido entrar al Garrick a menos que fuera invitada y acompañada por un hombre.

Fue el pasado mes de mayo cuando una votación permitió la inclusión de mujeres en este club con 193 años de historia. Un 60% de sus miembros votó a favor de este cambio de reglas que se había mantenido con firmeza a pesar de las múltiples controversias generadas al respecto. En una anterior votación celebrada en noviembre de 2023, el 51% de los miembros votó a favor de admitir mujeres en sus salones, mientras que el 44% se opuso, lo cual tumbó la propuesta: según las reglas del Garrick, se requiere una mayoría de dos tercios para activar un cambio de reglas.

En febrero de 2024, Colin Brough, productor teatral retirado y miembro del club desde hacía más de 40 años, fue expulsado del mismo después de enviar una serie de emails a otros miembros en los que mostraba su desacuerdo con esta última votación, alegando que las mujeres debían ser admitidas “de inmediato” y donde se quejaba de una dirección “a lo Putin” y llamaba a algunos de sus miembros “misóginos”. El 18 de marzo de 2024, The Guardian publicó, por primera vez en su historia, el listado de los prominentes miembros del emblemático club, que incluía a decenas de destacados abogados, directores de instituciones culturales, políticos, lores, actores como Brian Cox, Stephen Fry, Hugh Bonneville o Benedict Cumberbatch, e incluso el rey Carlos III. La publicación de la lista provocó una oleada de indignación en Reino Unido ante la gran cantidad de figuras influyentes y poderosas pertenecientes a un club todavía empecinado en excluir a las mujeres.

“La posición del club respecto a las mujeres no parece haberlo hecho menos atractivo para una serie de las más importantes figuras del gobierno, las artes y el derecho. Simon Case, secretario de gabinete de Reino Unido desde 2020, se incorporó a Garrick en 2019, el mismo año que Oliver Dowden, el viceprimer ministro, se convirtió en miembro. Richard Moore, el jefe del MI6, se incorporó en 2016″, escribió la periodista Amelia Gentleman en marzo de 2024; “A menudo, se considera a Garrick más como una curiosidad inofensiva, un apéndice final y solitario de una Inglaterra que se olvidó de modernizarse, y cuyas interminables disputas por la inclusión de mujeres ofrecen una divertida mirada a la decadente élite patriarcal británica mientras esta expresa sus últimos estertores”, proseguía la periodista que añadía que, sin embargo, “esta caracterización no se refleja en los nombres poderosos extraídos de la lista de miembros del club revelados por The Guardian”.

La entrada del Garrick Club.
La entrada del Garrick Club.Peter Dazeley (Getty Images)

Judi Dench y Siân Philips no eran las únicas candidatas para unirse al club. Desde que se aprobase la nueva regla en mayo, varias mujeres que ocupaban posiciones de liderazgo en la sociedad británica fueron nominadas como posibles miembros femeninos. Destacaban la catedrática emérita de Cambridge, premio Princesa de Asturias 2016 y divulgadora Mary Beard, la exministra de Interior de Reino Unido, Amber Rudd, o la presentadora de informativos Cathy Newman. Sin embargo, el complejo proceso de admisión puede llevar entre dos y cinco años, lo que, según revelaba el diario británico, generaba cierta inquietud entre varios miembros, puesto que, pese a haber cambiado la controvertida regla, la membresía de la primera mujer del club podría no haberse hecho efectiva hasta 2026. Hecha la ley, como siempre, hecha la trampa. Para incluir a las dos actrices, el Garrick ha tirado de un viejo artículo de su libro de estrictas reglas que estima que “el comité general podrá, a su discreción, elegir cuatro miembros cada año en consideración de su eminencia o distinción pública”. Esto significa que, a finales de año, la lista de 1.500 miembros del club podría incluir a cuatro mujeres.

Situado en el corazón mismo del West End, barrio conocido por agrupar la mayoría de los grandes teatros de la ciudad, el Garrick Club fue creado a principios del siglo XIX por un grupo de “caballeros literatos” bajo el patrocinio del hermano del rey Guillermo IV, el príncipe Augusto Federico, duque de Sussex, con la intención de convertirse en un lugar donde “los actores y los hombres refinados pudieran encontrarse en igualdad de condiciones”. Actores, dramaturgos, directores teatrales e incluso mecenas comenzaron a darse cita y a compartir interés artísticos y culturales, pero también personalidades influyentes de otros ámbitos: “El club recibió su nombre en honor al gran actor del siglo XVIII David Garrick. Atraídos por la combinación de las tradiciones de la sociedad literaria del siglo XVIII con las ventajas de un restaurante y un club social bien gestionados, los primeros miembros del Garrick eran un grupo sofisticado y cosmopolita que incluía a 24 nobles del reino, así como a escritores, actores, músicos y editores”, explican desde su web.

El comedor del Garrick Club en 1897, un dibujo de Edward Walford.
El comedor del Garrick Club en 1897, un dibujo de Edward Walford. Print Collector

Todos los nuevos candidatos debían y deben ser propuestos por un miembro existente para su elección en una votación secreta, siendo una máxima del club no incluir a gente soporífera: “Sería mejor excluir a 10 hombres irreprochables que admitir a un aburrido terrible”. La membresía cuesta 1.600 libras al año. Dentro, el espacio se divide en salas de billar, salas de lectura, comedores privados y comunitarios y un bar, donde “se pueden servir bebidas alcohólicas entre las 7 y la 1 de la mañana, pero entre las 7 y las 10 de la mañana solo en combinación con comida”, según el reglamento.

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