Harald de Noruega, operado “con éxito” para implantarle un marcapasos permanente

Harald de Noruega, de 87 años, ha superado con éxito este martes 12 de marzo una operación en la que le ha sido implantado un marcapasos permanente para compensar un ritmo cardíaco bajo, según ha informado la casa real del país nórdico. “La intervención se realizó con éxito y el rey se encuentra bien. El rey permanecerá ingresado en el hospital durante unos días”, indica un breve comunicado sin dar más detalles.

Tal y como se había anunciado la semana pasada, la planeada intervención ha sido realizada en el Hospital del Reino de Oslo [Rikshospitalet], donde Harald V permanece ingresado desde hace una semana. El nuevo achaque en la salud del monarca se remonta a finales del mes de febrero, cuando tuvo que ser ingresado por una infección —de la que nunca han precisado su origen— en Malasia, donde estaba de vacaciones privadas con la reina Sonia para celebrar su 87º cumpleaños. Los médicos tuvieron que colocarle un marcapasos temporal el pasado día 2 de marzo en el centro médico en las islas malasias de Langkawi, precisamente para poder asegurar un viaje de regreso a Noruega.

Tras esa primera intervención, dos días después Harald V, en compañía de su esposa, fue trasladado desde Malasia hasta Noruega en un avión de la aerolínea escandinava SAS adaptado para realizar evacuaciones médicas, y que ha sido usado en el pasado para transportar a ucranianos heridos. Según informó entonces el primer ministro noruego, Jonas Gahr Store, el coste de repatriar al monarca en un vuelo medicalizado será de aproximadamente dos millones de coronas noruegas (175.000 euros), que se tomarán del presupuesto de las fuerzas armadas. Ya en casa, fue entonces cuando la casa real anunció que, cuando se curase de la infección, se le implantaría otro marcapasos permanente por tener un ritmo cardíaco demasiado bajo.

El viaje privado del monarca al sudeste asiáticos se produjo apenas unas semanas después de verse obligado a cogerse una baja médica en Noruega por una infección respiratoria. Durante sus ausencias de sus deberes reales ha sido el príncipe heredero, Haakon de Noruega, quien ha asumido sus tareas como regente; un papel que en los últimos años ha tenido que ejercer con más frecuencia. “Queremos que por supuesto el rey sea tratado bien y se recupere lo más rápido posible. Es agradable sentir ese apoyo y atención. Ese también ha sido nuestro principal objetivo, que el mi padre reciba el mejor trato posible y se preocupen por él”, comentaba a los medios de comunicación el heredero al trono la semana pasada.

Sobre las críticas generadas en Noruega sobre el viaje privado del rey, así como también del pago por su vuelta a casa, Haakon de Noruega también se pronunció: “[Su viaje] Fue una decisión que tomó con su médico y es algo que se le debe permitir tomar. Al mismo tiempo hay cosas que cambiaremos. ¿Hicimos lo correcto en lo que respecta a la información y todo lo relacionado con lo ocurrido? Creemos que es bueno que podamos evaluar todo esto de manera interna”, explicó el príncipe durante una visita a la biblioteca pública de la ciudad noruega de Bergen.

Harald V, monarca desde 1991 tras la muerte de su padre, el rey Olav V —que falleció a los 87 años—, ha atravesado varios problemas de salud en los últimos años, con varias hospitalizaciones por infecciones de diverso tipo. Fue operado por última vez en 2021 de un ligamento en la rodilla y un año antes se le había reemplazado la válvula en el corazón implantada en 2005, dos años después de serle extirpado un tumor en la vejiga. Por ahora, en cualquier caso, no tiene intención alguna de abdicar como han hecho algunos de sus coetáneos, como Beatriz de Holanda (en 2013), Juan Carlos I (en 2014) y, la última, Margarita de Dinamarca, quien lo anunció por televisión el pasado 31 de diciembre.