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Tyler Perry: de cómo un joven humilde se convirtió en un multimillonario íntimo de Oprah Winfrey y Enrique de Inglaterra

El magnate de la industria del entretenimiento ha construido su imperio gracias a películas y series protagonizadas por personajes negros y orientadas al público afroamericano. Algunas voces le afean perpetuar estereotipos, pero millones de fans en Estados Unidos adoran sus producciones

Tyler Perry, en la gala anual de Wearable Art, el 22 de octubre de 2022, en Santa Mónica (California).
Tyler Perry, en la gala anual de Wearable Art, el 22 de octubre de 2022, en Santa Mónica (California).Kay Blake (ZUMAPRESS.com / Cordon Press)
Elena Muñoz

El concepto del empresario multimillonario hecho a sí mismo tiene muchas veces más de idealización que de realidad. Sin embargo, en el caso del guionista, productor y director Tyler Perry (Nueva Orleans, EE UU, 53 años) el ascensor social sí ha funcionado. El pasado mes de febrero, se coló por segundo año consecutivo en la lista Forbes de los artistas mejor pagados del año, con una fortuna estimada en más de 1.000 millones de dólares. Hoy en día se ha erigido como una de las personalidades más influyentes de la industria del entretenimiento y ostenta una posición privilegiada a años luz de distancia de sus orígenes humildes.

Perry posee un imperio dentro de la industria televisiva estadounidense gracias a sus películas y series protagonizadas por personajes negros y orientadas al público afroamericano. Pero llegar a la cima no ha sido fácil. Comparte con Oprah Winfrey, una de sus grandes amigas y otro peso pesado de la industria, una infancia repleta de traumas. Tyler Perry nació en Nueva Orleans en una familia de tres hermanos con un padre maltratador. De adolescente, cambió su nombre original, Emmitt (el mismo que el de su padre), por Tyler para desvincularse de su progenitor. Igual que Winfrey, ha contado en varias ocasiones que sufrió abusos sexuales de niño por parte de varios adultos de su entorno. Aquellos episodios marcaron su vida y le llevaron a cometer dos intentos de suicidio, como desveló él mismo en sus redes sociales para alertar sobre la importancia de la salud mental. “Había sufrido mucho dolor, tanto abuso, abuso sexual. Fue muy difícil superarlo, pensé que la única forma de lograr que el dolor desapareciera era acabar con mi vida. Si hubiesen triunfado alguno de esos intentos [de suicidio], me habría perdido la mejor parte de mi vida”, expresó en un vídeo publicado en su perfil de Instagram (con más de siete millones de seguidores) en diciembre de 2022.

La iglesia ―es un ferviente católico― y la escritura fueron su refugio. En 1992, abandonó su ciudad natal y se mudó a Atlanta, donde desempeñó todo tipo de profesiones y montó varias obras de teatro sin mucho éxito. “Había trabajado vendiendo coches de segunda mano, en hoteles... Había ahorrado 12.000 dólares que invertí en una obra de teatro. Pensé que la verían 1.200 personas y aparecieron solo 30”, le contó a Oprah Winfrey en una entrevista hace años. El éxito le llegó gracias al personaje de Madea, una abuela afroamericana con mucho carácter que creó después de ver a Eddie Murphy en la segunda parte de la película El profesor chiflado. Madea apareció por primera vez en una obra de teatro a comienzos de los años 2000, pero el gran pelotazo llegó cuando dio el salto a la gran pantalla en la cinta Diario de una chiflada (2005), escrita y protagonizada por Perry. La crítica general no fue positiva, pero la taquilla respondió y al año siguiente llegó la primera secuela: La reunión familiar de Madea. Fue entonces cuando el estadounidense asumió las riendas de sus proyectos al crear el estudio de producción Tyler Perry Studios, convirtiéndose en propietario absoluto de sus series y películas.

El personaje de Madea, que ha llegado a protagonizar 13 películas (la última en 2022, estrenada en Netflix), ayudó a situar a Perry en el mapa como uno de los creadores afroamericanos del momento, si bien algunas voces dentro de la comunidad no acogían con entusiasmo sus proyectos al considerar que perpetuaban estereotipos. El director Spike Lee llegó a calificar sus filmes y series de “bufonadas”. Pero Oprah Winfrey sí se mostró interesada en su trabajo y desde el comienzo surgió una amistad entre ellos, quizá también por las similitudes vitales que compartían. El prolífico empresario firmó en 2012 un contrato de exclusividad con OWN (Oprah Winfrey Network), la cadena de televisión de Oprah. En esos años creó, dirigió, escribió y produjo uno de los shows más exitosos de la cadena: The Haves and the Haves Nots, una telenovela con tintes de misterio que estuvo en antena durante siete años. Su relación profesional terminó en 2017, pero la amistad entre los dos magnates continuó hasta el punto de que la presentadora es madrina del único hijo de Perry, Aman Tyler, nacido en diciembre de 2014, de su relación con su ya expareja, la modelo y activista Gelila Bekele, a la que conoció en un concierto de Prince en 2007.

Una particular ética del trabajo

Las incursiones de Perry en el cine han sido anecdóticas ―más allá de sus proyectos, ha tenido papeles secundarios en películas como Perdida (2014), Vice (2015) o No mires arriba (2021)― y su gran ambición ha sido seguir siempre su propio camino. A partir de 2017, inició una nueva etapa al firmar con Viacom, propietaria de su distribuidora Paramount y BET (Black Entertainment Television, un canal de pago orientado a los jóvenes negros en Estados Unidos). El negocio alcanzó nuevas cotas en 2019, cuando se inauguraron los Tyler Perry Studios, unos mastodónticos platós en Atlanta. El espacio era una antigua base militar que adquirió en 2015 por 30 millones de dólares. Tras varios años de obras, se transformó en un completo estudio de más de 121 hectáreas, donde se puede encontrar una réplica de la Casa Blanca, una mansión de 1.400 metros cuadrados y todo tipo de sets, desde un aeropuerto hasta el interior de una iglesia. La serie The Walking Dead o Black Panther, por ejemplo, han hecho uso de estas instalaciones para sus rodajes.

Cuesta averiguar cómo planifica su tiempo, porque solo en 2022 estuvo involucrado como creador, guionista y productor en 10 proyectos televisivos. “¿Está la cantidad reñida con la calidad?”, se preguntaba The New York Times en un artículo de 2019 a raíz de la ingente producción del imperio Perry. Nada se escapa de su control, está involucrado en todos los aspectos clave de cada proyecto. De hecho, esa imagen de magnate todopoderoso inmerso en un frenético ritmo de trabajo fue parodiada en la última temporada de Atlanta, la premiada serie creada por el polifacético Donald Glover, quien también desempeña la función de director, guionista y actor de la ficción. El capítulo en cuestión se ambienta en un estudio colosal, donde una voz omnipresente, como un Gran Hermano, dirige a todos los miembros del equipo, que saltan de plató en plató para grabar sin descanso.

Tyler Perry recogiendo el premio Ultimate Icon, en la gala de julio de 2019 de los premios BET en Los Ángeles, California.
Tyler Perry recogiendo el premio Ultimate Icon, en la gala de julio de 2019 de los premios BET en Los Ángeles, California.Mike Blake (Reuters)

El episodio, titulado Work Ethic (ética del trabajo, en castellano), es una alusión directa a un vídeo publicado por Perry en Instagram en diciembre de 2020, donde aludió a su “ética del trabajo”. En aquel clip se podían ver encima de una mesa ocho guiones pertenecientes a las diferentes series de los estudios de Tyler Perry, todos escritos por él. “No sé si lo sabéis, pero todas las series de televisión tienen una sala de guionistas y casi siempre hay 10 o 12 personas escribiendo esas series”, explicó durante el vídeo. Y prosiguió: “Yo no tengo sala de guionistas, nadie escribe nada de mi trabajo. Yo escribo todo”, dijo antes de aludir a su personal “ética del trabajo”. No solo escribe las ficciones, también es su creador, productor y director en muchas de ellas. Además de estar al frente de una empresa pujante.

Sus series, tan extensas como repetitivas, no están concebidas para colarse en los premios Emmy, pero sí para entretener a millones de personas. Consciente de las críticas que recibe su trabajo, se reafirma en su visión y asegura que sus “experiencias” y su “cultura no son relevantes para algunos de los críticos y algunas de esas personas que no lo entienden y no les gusta”, según dijo a The New York Times. En 2021, recibió el Premio Oscar Humanitario Jean Hersholt, un galardón que reconoció su aportación a causas humanitarias después de varios años colaborando con diferentes organizaciones que promueven el fin del racismo y apoyan a personas con bajos recursos.

El príncipe Enrique y Meghan Markle, entre sus amigos poderosos

Su posición consolidada como una de las figuras clave de la industria del entretenimiento se refleja en su poderoso círculo de amigos. Además de Oprah Winfrey, mantiene una gran relación con Michelle Obama, Janet Jackson o Will Smith. En los últimos años, además, se ha convertido en amigo cercano del príncipe Enrique y de Meghan Markle. La amistad entre los tres se hizo tan fuerte que Perry es el padrino de su hija, Lilibet Diana (nacida en junio de 2021), tal y como los duques de Sussex anunciaron en un comunicado a principios de marzo. De hecho, Perry es una de las personas que aparecen en el polémico documental de la pareja en Netflix estrenado el pasado diciembre, donde se cuenta que les prestó su mansión de California cuando dejaron Canadá al empezar la pandemia.

En 2023, Perry tiene varios estrenos pendientes. Entre ellos, dos películas con Netflix: el drama ambientado en la II Guerra Mundial Six triple eight, con las actrices Kerry Washington y Susan Sarandon; y Mea Culpa, una serie de abogados donde dirigirá a la excomponente de Destiny’s Child (la banda que vio nacer artísticamente a Beyoncé) Kelly Rowland. Desde luego, la “ética del trabajo” de Perry no decae.

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