Christina Ricci, el regreso silencioso de la niña prodigio que ha redescubierto toda una generación

“Me acabo de dar cuenta que Ms. Thornhill de la serie Miércoles de Netflix fue la Miércoles Addams original de las películas de los noventa”. Este mensaje lo escribía hace unas semanas un usuario de Twitter al descubrir que Christina Ricci, la profesora Thornhill en el spin-off de La Familia Addams (1991) dirigido por Tim Burton y estrenado por la plataforma hace un par de meses, también tiene un pasado como Miércoles Addams. Nacida en Santa Mónica (California) hace justo hoy, 12 de febrero, 42 años, Christina Ricci no fue exactamente la Miércoles Addams original. Ese título recae en Lisa Loring, protagonista de la serie La Familia Addams, emitida entre 1964 y 1966 y fallecida a finales de enero. Pero Ricci sí participó en la exitosa adaptación al cine de 1991, dirigida por Barry Sonnenfeld. Un dato desconocido para los fans más jóvenes de la nueva ficción de Netflix, quienes compartieron en redes sociales este descubrimiento ante la indignación de los millennials, un público que creció con las películas infantiles protagonizadas por la actriz durante los años noventa.

Christina Ricci ha sido redescubierta por toda una generación, pero su regreso a la pequeña pantalla no se limita a esta reciente adaptación encabezada por la joven actriz Jenna Ortega. Después de años sin proyectos demasiado destacables, ha vuelto a las grandes producciones. En noviembre de 2021 estrenó la serie Yellowjackets, un thriller psicológico con tintes fantásticos donde la comedia y el drama se entrelazan gracias a la presencia de personajes como el suyo. En la ficción de Showtime da vida a Misty Quigley, una enfermera de apariencia bonachona y servicial con una doble cara aterradora, una oscuridad presente en muchos de los papeles que ha interpretado a lo largo de su carrera. Su trabajo en la serie, donde comparte plano con Juliette Lewis o Melanie Jayne Lynskey, le valió en 2022 su primera nominación a los premios Emmy en la categoría de Mejor actriz de reparto en una serie de drama (en 2006 había recibido una nominación como Mejor Actriz Invitada por su participación en Anatomía de Grey).

Con apenas nueve años, hizo su debut en el mundo del cine de la mano de Cher y Winona Ryder, compañeras de reparto en el drama familiar Sirenas (Richard Benjamin, 1990). Ricci, la menor de cuatro hermanos, no tuvo una infancia precisamente fácil. Llegar a fin de mes era una desafío constante para sus padres y cuando empezó a trabajar como una niña actriz también se convirtió en la principal fuente de ingresos de la familia. Sus padres se separaron poco después de su salto al cine. Ricci se crio en Santa Mónica, pasó parte de su primera adolescencia en Nueva Jersey y más tarde se mudó a la neoyorquina Tribeca con su madre. Aunque nunca ha llegado a profundizar en público acerca de sus traumas infantiles, en una entrevista reciente en The Guardian contó que en su familia hubo “abuso infantil”. En febrero de 2019 mencionó algo parecido a New York Post al ser preguntada si su hijo seguiría sus pasos en el cine. “Creo que es abuso infantil hacer a tu hijo famoso”, sentenció. Y añadió: “Una vez que sea un adulto, haya estudiado y entendido que es una forma de arte, podrá tener una carrera en el mundo de la actuación, si quiere”. Quizá la intérprete aludía a su propia historia y experiencia. La década de los noventa y comienzos de los años 2000 fue una época de intenso trabajo y su rostro infantil se convirtió en recurrente en muchos de los éxitos taquilleros de aquellos años.

Su gran momento llegó en 1991 con el papel de la siniestra Miércoles en La Familia Addams. La cinta tuvo tal éxito que, dos años después, se estrenó su secuela. Entre 1990 y 2000 hizo más de 20 películas. Entre otras Casper, donde ejercía de protagonista absoluta. La película se estrenó en 1995 y se convirtió en todo un fenómeno, reservando a Christina Ricci un puesto de honor sempiterno en el imaginario colectivo de los nostálgicos de los noventa. Ese mismo año llegó a los cines Amigas para siempre y la película arrasó en taquilla en el primer fin de semana de su estreno, por encima del thriller Seven, de David Fincher. A lo largo de la década, intercaló títulos adolescentes con producciones independientes. Llegaron los papeles de personajes femeninos marginales, complejos y portadores de problemas personales de difícil solución. En la vida real, ella convivía con sus propios fantasmas y experimentaba las consecuencias de la fama temprana: sufría ansiedad y trastornos de la conducta alimentaria.

El terreno del cine indie abrió los brazos a su talento y a su imagen alejada del arquetipo hollywoodiense de belleza californiana. Títulos como Buffalo ‘66 (Vincent Gallo, 1998) dejaron claro que los personajes adolescentes habían quedado atrás y que los papeles con cierta profundidad eran sus desafíos preferidos. El director Tim Burton la eligió para el rol de Katrina Van Tassel en Sleepy Hollow, donde trabajó por primera vez con Johnny Depp. Y así cerró una década en la que pasó de niña a adolescente encadenando un proyecto con otro. “Quemé mucho dinero en bolsos, zapatos y joyas cuando era más joven. Ya sabes, venir de no tener a dinero a de repente tenerlo… Fue un error”, dijo en una entrevista en The Sunday Times el pasado mes de noviembre.

La vuelta a las grandes superproducciones

Su filmografía es tan extensa como variopinta. De encarnar a una veinteañera adicta a los antidepresivos en la emblemática Nación Prozac (Erik Skjoldbjærg, 2001) a meterse en la piel de la amante de la asesina en serie Aileen Wuornos, interpretada por Charlize Theron en la aclamada Monster (Patty Jenkins, 2003). En los últimos años, se ha adentrado en el mundo del doblaje de películas de animación con títulos como Los Pitufos 2 o Jóvenes Titanes: El Contrato de Judas.

El paso del tiempo ha reducido la intensidad del foco mediático bajo el que la actriz pasó buena parte de su vida, hasta dejarlo casi en la penumbra. En los últimos 10 años, parecía vivir una etapa vital de estabilidad familiar. En 2013 se casó con el productor James Heerdegen, a quien conoció en la serie Pan Am, emitida por ABC en 2012 y cancelada tras su primera temporada. La pareja tuvo a su primer hijo en 2014. Siete años después de pasar por el altar se anunció su divorcio y Christina Ricci denunció haber sufrido abuso físico y emocional por parte de su exmarido.

En diciembre de 2021 se dio a conocer el nacimiento de su segunda hija, fruto de su relación con su actual pareja, Mark Hampton, estilista capilar de la actriz. Su carrera profesional también ahora atraviesa un gran momento. La participación de Ricci en Miércoles, con un papel secundario pero muy relevante, ha vuelto a conectarla con sus orígenes. Eso sí, ella deja claro que cada generación tiene que disfrutar de una Miércoles Addams particular: “Es importante percibir que esta Miércoles es diferente. La gente joven de hoy se merece tener su propia versión”, reflexionó en The Guardian.

El año pasado también apareció en The Matrix Resurrections, la esperada cuarta parte de Matrix. Y en las campañas de Marc Jacobs, firma con la que ha colaborado en varias ocasiones en los últimos tiempos. Para 2023, volverá con la segunda temporada de Yellowjackets, cuya fecha de estreno en España está prevista para el 24 de marzo en Movistar. La propia Ricci aseguró en una entrevista que se quedó “impactada” al leer los dos primeros guiones. De momento, una de las grandes novedades de esta segunda entrega es el fichaje del actor Elijah Wood. Además, el pasado 31 de enero estrenó en Spotify la audioserie de DC y Warner Bros Harley Quinn and the Joker: Sound Mind. La carrera de la actriz empieza a alcanzar de nuevo velocidad de crucero.