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Brendan Fraser confiesa que se culpó a sí mismo cuando diagnosticaron a su hijo mayor con autismo

El protagonista de ‘La ballena’, nominado al Oscar en la categoría de mejor actor, se ha sincerado en un programa de radio sobre su experiencia como padre de una persona en el espectro. Su hijo mayor, Griffin, de 20 años, fue diagnosticado cuando tenía dos años

Brendan Fraser
Brendan Fraser visita el programa 'The Howard Stern Show' el pasado 7 de febrero de 2023 en Nueva York.NOAM GALAI (Getty)
El País

Cuando el pasado 24 de enero se anunciaron los nominados a la 95ª edición de los Premios Oscar, nadie se sorprendió al escuchar el nombre de Brendan Fraser como uno de los nominados a la categoría de mejor actor por La ballena. Su actuación en la última cinta del director Darren Aronofsky ha recibido el aplauso casi unánime del público y de la crítica, sin olvidar la ovación a pie de seis minutos que se produjo tras su estreno durante el Festival de Cine de Venecia. Compañeros de profesión, medios y seguidores no paran de celebrar su regreso, aunque él no se ha cansado de afirmar que “no estaba tan lejos” y que seguía “aquí”. Los abusos que sufrió en 2003 (y que se atrevió a denunciar públicamente en 2018) a mano del entonces presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, Philip Berk, y el episodio de depresión que siguió a dicho abuso frenaron su carrera, pero no la pararon del todo.

Desde que La ballena empezase a circular por los festivales más prestigiosos y se estrenase en salas de cine, el actor ha concedido entrevistas donde se ha mostrado cercano, amable y dispuesto a hablar de cualquier tema, aunque quizás ha sido en la última entrevista con Howard Stern, uno de los conductores de radio más célebres y polémicos de Estados Unidos, donde se ha mostrado más emocionado al hablar de su hijo mayor, Griffin, de 20 años, y que fue diagnosticado con autismo con apenas dos años.

“Cuando me enteré del diagnóstico de mi hijo a los 22 o 24 meses, me quedé contrariado, como poco”, explica el actor. “La primera reacción que tuve fue: ‘¿Cómo puedo solucionar esto? ¿Cuál es la cura? ¿Qué quiere decir esto?’ Fue como si me golpeasen con un bate de béisbol en la cabeza. Solo pensaba: ‘Esto no está bien’. Me culpé a mí mismo. Pensaba: ‘¿Son mis genes? ¿Es por la hierba que fumé en la universidad?’. Es como tratar de obtener una respuesta directa de un leprechaun”, expresaba el actor sobre la dificultad de aceptar que la mejor respuesta que tienen los profesionales es que el autismo se da “por razones desconocidas”. Después de esa primera reacción, el actor se ha sincerado sobre su camino hacia la aceptación: “Aprendes rápido que no había otra posibilidad”, señala Fraser. “Este niño tiene la mayor alegría que he visto jamás, y resulta que es mi hijo. Quiero saber qué piensa, que es tan increíblemente divertido durante todo el día, siempre se parte de risa. Le encanta ir de paseo en coche, no importa a dónde lo lleves”.

Al ser preguntado sobre si el diagnóstico de Griffin contribuyó a los problemas maritales de Fraser y su ahora exesposa, la también actriz Afton Smith, quienes estuvieron casados desde 1998 hasta 2007 y tienen tres hijos (Griffin, de 20 años; Holden, de 18; y Lelan, de 16), el actor lo negó en rotundo: “Presté más atención a mi vida profesional que a la personal. Eso fue todo”. El actor ha añadido que, con respecto a Griffin y al resto de sus hijos, todos los problemas que pudieran tener como pareja pasan a un segundo plano: “Sacamos la bandera blanca y hacemos cualquier cosa para apoyar las necesidades de nuestro hijo y de sus hermanos. Eso es lo que nos compromete de manera más significativa”.

El actor también relató los problemas más habituales a los que se enfrentan los padres cuyos hijos tienen autismo: “Tienes que pelear con las juntas escolares. Sí, hay gente que te encuentras en el camino que parece tener una idea completamente distinta de lo que es una escuela con necesidades especiales. Te vas a encontrar a gente de todo tipo. Y la forma en la que navegas por todo este proceso se reduce, al final, en sí crees que todo va a estar bien o no. Debes creer que sí, a pesar de todo”.

El actor también ha confesado como, desde hace años, hace un esfuerzo especial en intentar reconocer y acercarse a aquellos fans que se encuentran en el espectro en eventos públicos: “Hay gente que, por cualquier razón personal, está realmente feliz de conocerte, aunque solo sea por unos minutos. Y eso me parece realmente gratificante, y a veces hay personas a las que puedo ver desde el otro lado de quien puedo decir de inmediato: ‘Esta persona está en el espectro’. Y entonces, sabes que hay alguien que necesita un poco más de amor, un poco más de tiempo porque es autista o tiene Asperger, y este también es su mundo. Este es el lugar al que pertenecen”. El actor ha añadido: “No importa todo el ruido que haya alrededor, siempre, siempre paro para tener un momento con ellos”.

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