Drew Barrymore habla de su sobriedad: “Dejar el alcohol fue una de las cosas más liberadoras de mi vida”

La actriz Drew Barrymore (Culver City, California, 47 años) saltó a la fama de niña por interpretar a Gertie, la hermana pequeña del protagonista de la icónica película de Steven Spielberg E.T, el extraterrestre (1982). Solo tenía siete años cuando se hizo mundialmente conocida, aunque no era la primera vez que salía en pantalla. Muchas películas y series después, Barrymore habla de nuevo sobre sus problemas con el alcohol en el último número de su revista, Drew, que lleva publicándose desde agosto de 2021 y en la que se publican artículos de belleza, amor, viajes y comida y donde también hay hueco para sus secretos más íntimos.

En el ensayo Cuídate a ti misma, publicado en el número de diciembre, la actriz y ahora también presentadora de televisión explica que dejar el alcohol “fue una de las cosas más liberadoras” de su vida. La protagonista de Santa Clarita Diet (2016) explica en el texto lo importante que es el cuidado personal de uno mismo: “Tal vez nuestra definición de amor cambia a lo largo de nuestras vidas. Pero realmente creo que el amor lo transmitimos muchas veces hacia el exterior por miedo a parecer egoístas y centrarnos en nosotros mismos”. Unas ideas con las que alienta a sus lectores y seguidores a ponerse siempre en primer lugar. “Una de las cosas más valientes que puedes hacer es matar a esos dragones y cambiar un ciclo horrible en el que has estado atrapado. En mi caso, fue dejar de beber”, subraya en la publicación.

Esta no es la primera vez que Barrymore habla sobre sus problemas de adicciones. Desde pequeña vivió una dura infancia: su carrera como actriz se enlazó con la adicción a las drogas y al alcohol. En el pasado ha contado que a los siete años se tomaba helados con un chorrito de licor Baileys; con nueve, compartía copas con las estrellas de Hollywood de la época; con 10, fumó su primer porro y a los 12 ya consumía cocaína de manera regular. A los 13, su madre la ingresó contra su voluntad en un centro psiquiátrico después de haberse intentado suicidar. Una infancia y adolescencia que marcaría el resto de su vida, pero de la que ha conseguido sacar el lado positivo para aprender de sus errores.

En una entrevista para CBS en 2021, la empresaria confesó su adicción al alcohol en el pasado: “Voy a decir algo por primera vez: no he bebido alcohol en dos años y medio. Me di cuenta de que no me servía ni a mí ni a mi vida”. Además, añadió que estaba mejorando cada día: “Estoy trabajando en un buen camino para que haya paz donde antes había demonios”. Un año después de hablar abiertamente del tema, ha vuelto a destacar en su revista que dejar de beber le permitió “finalmente ser libre de la tortura, de la culpa y la disfunción”.

Este viaje de autocuidado y concienciación le ha vuelto a abrir la posibilidad de encontrar un nuevo amor: “No veo la hora de conocer a esa persona tranquila con la que pueda ser feliz. Pero todavía no la he encontrado, creo que está por ahí”. A sus 47 años, la actriz ha estado casada en tres ocasiones —con apenas 25 años ya acumulaba dos divorcios— y tiene dos hijas, Olive, de 10 años, y Frankie, de 8 años, fruto de su última relación con el también actor Will Kopelman.

Después de todos los baches que le ha puesto la vida por delante, no se convirtió en un juguete roto de la industria y aprendió a canalizar la fama y el éxito, para orientar sus pasos siempre por el buen camino. Las adicciones y las anécdotas con las drogas y el alcohol ya forman parte de su pasado. Ahora, Drew Barrymore está viviendo su mejor momento con su familia, su carrera en el cine y la televisión y con su revista.