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Mábel Galaz: “Doña Letizia fue una princesa rebelde”

La periodista, que durante tres decenios se ocupó de la información de las monarquías en El PAÍS, publica el libro ‘Letizia real’ con motivo del 50º cumpleaños de la Reina

Mabel Galaz ‘Letizia real’
La periodista Mábel Galaz, el pasado 8 de septiembre en Madrid.álvaro García
Sergio C. Fanjul

Pasó de pagar la hipoteca de un pisito en la periferia madrileña a habitar un palacio. Pasó de dar las noticias a protagonizarlas. Es asturiana, aunque probablemente no se ha acostumbrado a la lluvia: “Siempre llueve en los días más importantes de la vida de Letizia. El día de su boda con Felipe, el día del nacimiento de su hija Leonor, el día en que enterró a su hermana Érika”, escribe Mábel Galaz (Madrid, 64 años), en el libro Letizia real (editorial La Esfera de los Libros). Un repaso periodístico muy detallado a la peripecia de la ahora Reina, que este 15 de septiembre cumple 50 años, escrito por quien durante más de tres decenios se ocupó de la información sobre la realeza en EL PAÍS.

Pregunta. Los monarcas son, a la vez, personas y símbolos. Los vemos mucho, pero sabemos poco.

Respuesta. Los miembros de las familias reales no hablan, solo se comunican a través de gestos. Se da ahí una contradicción, porque la aceptación de la monarquía depende mucho de la persona que ocupe el puesto y de la percepción que tengamos de ella. Es necesaria cierta cercanía.

P. Interpretamos sus mensajes como si del oráculo de Delfos se tratara.

R. Y eso que es muy importante que se hagan conocer. En el siglo XXI, la monarquía es contestada en algunos sectores de la sociedad y mucha gente se pregunta si sirve para algo. Tienen que dar un nuevo sentido a la institución.

P. ¿Por qué no pueden comunicarse de forma más fluida?

R. Todo lo que dicen tiene que estar supervisado por el Gobierno. Yo creo que la Casa del Rey tendría que transmitir el trabajo de los Reyes de forma mucho más abierta. Ante la duda, siempre prefieren no comunicar, pero hoy en día eso no vale. Les vendría bien más transparencia. El Rey ya ha mostrado sus cuentas. La Reina no, porque no tiene papel constitucional. Pero creo que también debería mostrarlas.

P. Ese vacío constitucional, ¿hace que cada reina tenga que construir su propio espacio?

R. Claro. Pero lo que debería modificarse en la Constitución es el artículo por el cual hay prevalencia del varón sobre la mujer para acceder al trono. Somos la única monarquía en la que si hay un hombre, tiene preferencia. Es un cambio pendiente cuando toque.

Debería modificarse en la Constitución el artículo por el cual hay prevalencia del varón sobre la mujer para acceder al trono

P. A la entonces princesa Letizia, con solo 32 años en su boda, le costó amoldarse.

R. Fue uno de sus grandes problemas. Acostumbrada a decir lo que pensaba, por su profesión y su carácter, pasó a ver cómo no podía decir nada. Y a escuchar cómo se decían cosas de ella que no se ajustaban a la realidad.

P. ¿Fue una princesa rebelde?

R. Sí. Mi conclusión es que fue una princesa rebelde que aprobó y que va camino de ser una Reina que sabe cumplir con su papel.

P. ¿Se ha integrado en el sistema?

R. No exactamente. Es que el sistema ha cambiado. Antes ella era una secundaria, reinaba Juan Carlos I. Ahora ella es una actriz principal, la Reina, y eso es un cambio sustancial.

P. ¿Cómo ha sido su relación con la reina Sofía?

R. Pasó de tomarla como ejemplo a no querer parecerse a ella. Se dio cuenta de que Sofía era de la vieja escuela: ir a un acto, estrechar manos, sonreír, coger un ramo de flores. Doña Letizia, en cambio, se iba con la carpeta, los apuntes, se lo aprendía todo sobre lo que tenía entre manos. Tienen diferentes maneras, diferentes generaciones, diferentes orígenes.

P. Nada que ver.

R. Ella ha viajado en metro, ha pagado una hipoteca, ha tenido problemas para llegar a fin de mes, como el resto de los mortales. Sabe que la monarquía tiene que reinventarse y ser más ciudadana. Huye de las tiaras y los palacios y se mueve como pez en el agua con los líderes de la OTAN. Intentan convertirse en una especie de embajadores… ¿cómo decirlo?

P. ¿Premium?

R. Sí, algo así, unos embajadores premium. Ahora Letizia ha podido adecuar su manera de trabajar, aunque seguramente no todo lo que le hubiera gustado.

P. ¿De qué manera?

R. Por ejemplo, una de sus primeras recepciones como Reyes en El Pardo fue a los colectivos LGTBI. Todo un gesto. Pero creo que necesitan más gestos para lograr el sobresaliente.

Recibir en El Pardo a los colectivos LGTBI fue todo un gesto de cambio. Pero creo que necesitan más para lograr el sobresaliente

P. Doña Letizia trata de ser una Reina muy profesional, pero eso también se decía de Sofía.

R. Pero en ese caso la profesionalidad consistía en aguantar en su puesto, pese a todo lo que estaba pasando en su vida privada, para que la monarquía no se resintiera y su hijo fuera rey. Pero es que Sofía es hija de rey, hermana de rey, esposa de rey y madre de rey.

P. Ser monarca: suena bien, pero su libertad se ve disminuida y su vida se vuelve aparatosa.

R. El ser miembro de la familia real da muchas prebendas, pero yo no me cambiaba por ellos. Me consta que la infanta Elena estuvo muy enamorada de una persona que no quiso cambiar su vida por amor. Jaime de Marichalar, en cambio, estaba deseando formar parte de eso. Iñaki Urdangarin se aprovechó de ello. Letizia se casó por amor, pero pagó un alto precio renunciando a su vida anterior.

P. Cuando uno se casa con un rey, obtiene una pareja, pero también un puesto de trabajo.

R. Cuando ella se ha quejado de no poder hacer las cosas que quería hacer se le ha recordado: “Al rey le tocó de cuna, pero usted está aquí porque quiso. Y sabía dónde se metía”.

P. Ha tenido numerosos detractores.

R. Letizia ha tenido un problema: a los monárquicos de toda la vida no les gustaba, por estar divorciada, por no ser de sangre azul. Y, lógicamente, a los republicanos tampoco. Ha tenido la afición bastante en contra.

Letizia ha tenido un problema: a los monárquicos de toda la vida no les gustaba, por estar divorciada, por no ser de sangre azul. Y, lógicamente, a los republicanos tampoco

P. ¿Cómo ha afectado su perfeccionismo?

R. Es muy perfeccionista y no le gusta equivocarse. Por eso puede parecer fría, distante, altiva, puede que no caiga bien de primeras. No es como Máxima de los Países Bajos, que es muy natural y no tiene sentido del ridículo. Con las cámaras apagadas Letizia está más relajada, pero cuando se siente observada…

P. Pero esa postura la adoptó en los primeros momentos, cuando comprobó la repercusión de sus actos y cortaron su naturalidad primera.

R. Sí. Pero ahora se va relajando, porque se siente más segura. Casi 20 años no pasan en balde. Espero que con el tiempo se sienta más cercana.

Galáz posa durante la entrevista.
Galáz posa durante la entrevista. Álvaro García

P. ¿Cuál ha sido la postura de Letizia con respecto a los escándalos de la monarquía, protagonizados por Urdangarin y el Rey emérito?

R. Radicalmente en contra. Muy deseosa de distanciarse de eso, de que se sepa que los Reyes no tienen nada que ver, de establecer un cordón sanitario. Probablemente, eso también la distanció de Sofía, que lo abordó de manera más emocional y comprensiva.

P. ¿Qué futuro le ve a la monarquía española?

R. Letizia está enfocada ahora en la princesa Leonor, en que sea reina. Respecto a la percepción de la monarquía, las jóvenes generaciones no la entienden. Por eso creo que la manera que los Reyes tienen de reciclarse es convertirse en unos embajadores de excepción. Igual digo una barbaridad, pero en una monarquía que se pueda parecer a lo que es un presidente de la república. Está claro que tiene que haber un cambio, y la reciente muerte de Isabel II en el Reino Unido va a hacer que muchas cosas cambien en todas las monarquías.

Letizia está enfocada ahora en la princesa Leonor, en que sea reina. Respecto a la percepción de la monarquía, las jóvenes generaciones no la entienden

P. ¿Cómo fue la figura de Isabel II de Inglaterra?

R. Fue la reina por excelencia. La gente, ya fuera monárquica o no, la veneraba. Ahora se enfrentan a un gran problema: Carlos III cuestionado, Camila no es aceptada por mucha gente…. Mientras, se acerca un invierno tremendo con probable recesión y problemas energéticos. La reina británica daba estabilidad.

P. Dice la periodista Sol Gallego-Díaz, exdirectora de EL PAÍS, en el prólogo de su libro que a la hora de informar sobre la Casa del Rey hay que navegar entre las procelosas aguas del periodismo rosa, por un lado, y el amarillo, por otro.

R. Sol fue una de las personas que me animó a hacer el libro y me siento afortunada porque haya escrito el prólogo. En su opinión, una cosa es preservar la vida privada de las personas y otra cosa es no saber nada de los que nos mandan o, en este caso, nos representan. Así que lo que trato es de explicar lo que hay detrás de las fotos, qué personas hay detrás.

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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