Noche de diamantes y hip hop en los jardines del palacio de Liria
Cartier celebra el lanzamiento de su última colección de alta joyería en la residencia madrileña del duque de Alba. Es la primera vez que la casa francesa de lujo elige España para un evento internacional de esta magnitud
María del Rosario de Silva y Gurtubay, duquesa de Alba y madre de la legendaria Cayetana Fitz-James Stuart, posó a finales de los años veinte para la edición estadounidense de Vogue con unos brazaletes de ónix y diamantes de Cartier. La imagen, tomada por George Hoyningen-Huene, pionero en el género de la fotografía de moda, reflejaba la predilección de la aristócrata por la casa francesa, que ya entonces era proveedora oficial de la familia real española y su corte. Casi cien años después, en estos nuevos locos años veinte, Cartier ha escogido el palacio de Liria, residencia madrileña de los Alba, para celebrar el lanzamiento de Beautés du Monde, su nueva colección de alta joyería.
Es la primera vez en su historia que la firma presenta sus creaciones de alta joyería en España. Cada año, y desde hace dos décadas, la casa parisiense elige una ciudad del mundo para reunir a sus clientes más importantes de los cinco continentes y a la prensa internacional y desvelarles un conjunto de piezas únicas —se produce una de cada tipo— y de valor casi incalculable. La maison ha ido perfeccionando estas presentaciones hasta convertirlas en verdaderas experiencias de lujo.
Durante los próximos días, compradores de todo el mundo coincidirán en la capital española para descubrir esta nueva colección. Para acogerlos, Cartier ha reformado íntegramente la antigua embajada del Reino Unido, un edificio redondo proyectado por el brutalista inglés W.S. Bryant y el racionalista español Luis Blanco-Soler en 1966. La estructura, que imita una plaza de toros y que destaca entre los palacetes clásicos del barrio de Chamberí, llevaba 12 años abandonada.
Ahora el diseñador Jaime Hayón ha convertido el edificio madrileño en la que ha llamado la “joyería efímera” más grande y bella del mundo, un gabinete de curiosidades borgiano: circular, laberíntico y casi infinito. En estos “cuartos de maravillas” no solo se exponen un centenar de piezas de Beautés du Monde, sino también joyas de otras colecciones, piezas de alta relojería e históricas, incluido el famoso collar Serpiente de la actriz mexicana María Félix, con 2.473 diamantes de talla brillante y un peso de 178,21 quilates. Allí todo se puede comprar, y todo tiene un precio. El cielo de Madrid es el límite.
La noche del martes, los jardines versallescos de Liria acogieron un cóctel a los pies del parterre y una cena bajo las frondosas galerías de vegetación. Un rincón del palacio donde la duquesa de Alba solía celebrar sus eventos familiares más íntimos. La bailarina y coreógrafa Blanca Li y la actriz Milena Smit, nuevas embajadoras de Cartier, fueron dos de las invitadas de honor, aunque el papel de Li fue más allá, ya que también se encargó de la dirección artística de la velada. “La idea era crear un universo con un toque español. Ha venido mucha gente de fuera y quería que supieran que están en España. Quería que saborearan lo que somos”, explicó la bailarina.
Li continúa viviendo entre Madrid y París —”dos ciudades con energías completamente diferentes, pero que me llenan mucho”—, desde donde compagina varios proyectos: la gira mundial de su espectáculo Le Bal de Paris, que acaba de terminar en el Barbican Centre de Londres y ahora llega a la Bienal de Venecia; un nuevo show basado en la música barroca, que presentará en enero; y la dirección de los Teatros del Canal de la capital española. “Los Teatros del Canal es un barco, un transatlántico. Exige mucho trabajo, pero vale la pena”, reconoció la coreógrafa, que intenta sacar provecho de dos ciudades complementarias. “Madrid me da unas cosas, y París otras. Me quedo con lo que me gusta de cada una y paso de lo demás”.
El espíritu de la duquesa
Por su parte, Milena Smit, la última chica Almodóvar, está inmersa en varios rodajes que no puede revelar. “Pero sí puedo hablar de los proyectos que voy a estrenar: Libélulas, bajo la dirección de Luc Knowles, que llegará a los cines en septiembre; y Tin & Tina, una película de Rubin Stein en la que actúo junto a Jaime Lorente”, adelantó. Además, próximamente se la podrá ver en Netflix por partida doble con La chica de nieve, la serie que está preparando la plataforma de streaming basada en el superventas de Javier Castillo; y Alma, la nueva serie juvenil de Sergio G. Sánchez (El secreto de Marrowbone).
La actriz, que saltó a la fama el año pasado con Madres paralelas, está encantada con su nuevo papel de embajadora de Cartier. “Yo soy bastante macarra, pero me siento identificada con la firma porque mi animal espiritual es la pantera, el símbolo de la casa. Siempre me han gustado los felinos”, explicó, mientras acariciaba su gargantilla panthère. “Ojalá pudiera quedármela, dormiría con ella”.
La aristócrata italiana Bianca Brandolini d’Adda, otra amiga de la firma, tampoco faltó a la cita. “No es la primera vez que estoy en el palacio de Liria. Hace muchos años, la duquesa de Alba me invitó y pude conocer la casa de su mano. Es extraño volver y que ella no esté. Su espíritu sigue vivo”, recordó la también modelo. Brandolini se reencontró con su compatriota, la supermodelo Mariacarla Boscono, y conoció en los jardines del palacio a otra embajadora de la maison, la influencer surcoreana Jisoo, integrante del grupo Blackpink, que tiene casi 62 millones de seguidores en su cuenta de Instagram.
Antes de la cena, una docena de modelos desfilaron por los jardines con algunas de las piezas más importantes de Beautés du Monde y vestidos de Alvarno. Los diseñadores Álvaro Castejón y Arnaud Maillard crearon cada traje inspirándose en una joya de la colección: Nouchali, un nenúfar con una rubelita de 10,61 quilates; Iwana, una iguana verde abstracta con tres esmeraldas de Colombia con un total de 43,45 quilates; o Recif, un collar de corales inspirado en el ecosistema marino.
La noche terminó con un concierto sorpresa de los Black Eyed Peas, la popular banda californiana de hip hop. Pero el evento del martes en Liria solo ha sido el pistoletazo de salida de dos semanas de vértigo para Cartier. La casa parisiense dará más fiestas y traerá a Madrid a más de 300 clientes VIP de todas partes del mundo para que vean —y compren, si lo desean— las piezas que conforman el primer capítulo de Beautés du Monde, un viaje por el mundo y la historia de la maison.
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