Chiara Ferragni consigue otro éxito, esta vez con una botella de agua
La todopoderosa ‘influencer’ y empresaria agota en solo 50 minutos un envase sostenible de su marca, horas después subir la cotización bursátil de Tod´s al anunciar su fichaje
Lo ha vuelto a hacer. Está claro que Chiara Ferragni convierte en oro todo lo que toca. Su última aventura como influencer y empresaria tiene que ver con una botella de agua, algo sobre lo que puede parece que todo está inventado pero a lo que ella ha sabido encontrarle un nuevo empleo. Una botella de agua rellenable, una alternativa reutilizable a las muchas botellas de plástico se consumen a diario, ha contado con el toque mágico de esta emprendedora, miembro reciente de la junta directiva de Tod’s y reina de Instagram. La todopoderosa Ferragni ha decorado con un gran ojo con pestañas —el Eyelike, el símbolo de su marca— una serie de ellas. La botella de purpurina, creada en colaboración con 24 Bottles (marca especializada en botellas de agua sostenibles), se agotó en 50 minutos en su web, según confirmó la propia Ferragni en su perfil de Instagram, con más de 23 millones de seguidores.
Hecha de acero inoxidable y 100% libre de bpa (es decir, sin bisfenol A, una sustancia química), tiene una capacidad de 500 mililitros y permite mantener las bebidas frías durante 24 horas o calientes durante 12 horas. Cuesta 39 euros. Los seguidores de la influencer esperan una reposición que de momento no tiene fecha. No es la primera vez que Ferragni, de 33 años, tiene éxito con el agua: en 2018 se desató una gran polémica en las redes sociales ya que puso a la venta una botella de agua personalizada, pero de plástico, por ocho euros, una cifra que muchos consideraron inaceptable.
La influencer más exitosa del mundo representa como nadie la fuerza de un “me gusta”. La empresa que Ferragni levantó hace 10 años alrededor de su imagen, con la que ha construido una marca global, ahora es un imperio. En 2019, según los medios italianos, facturó cerca de 20 millones de euros sumando los ingresos de Sisterhood, que gestiona sus campañas de marketing, la empresa de moda Serendipity y TBS Crew, propietaria del blog de Ferragni.
En una década, sus firmas se han convertido en todo un fenómeno que reúne una línea de calzado y accesorios, otra de ropa, con tiendas en París o Shanghái, y clases online de belleza o emprendimiento digital, además de campañas publicitarias de todo tipo. Ahora está planteándose salir a Bolsa para rentabilizar su personaje. Sería la primera influencer en hacerlo y abriría una nueva era para la industria de Instagram.
Hace unos días, la firma de calzado y complementos Tod’s emitía un comunicado anunciando el fichaje de Chiara Ferragni, con la pretensión de acercarse al público más joven como aseguraron en un comunicado: “Estamos seguros de que los conocimientos de Chiara sobre una audiencia más joven, combinado con la experiencia de los miembros de la Junta Directiva, pueden crear un grupo con un pensamiento centrado en la solidaridad, con un gran enfoque en una generación joven, que ahora más que nunca necesita ser escuchada”. Una estrategia más que acertada, ya que a las pocas a las horas del anuncio el valor de la marca en la Bolsa de Milán subió un 14%.
Todo comenzó compartiendo una foto de suya con su perro en 2012. Tres años antes había inaugurado su blog, The Blonde Salad, del que sacó una rentabilidad hasta entonces insólita en el sector y con el que inauguró un nuevo nicho de mercado, el de las blogueras e influencers. “Todo surgió de forma muy natural. De pronto las marcas se empezaron a fijar en lo que yo hacía y fueron ellas las que me buscaron a mí”, contó a este periódico sobre sus inicios en una entrevista realizada en Roma hace año y medio con motivo del estreno de un documental sobre su vida, Unposted, realizado por Amazon Prime Video.
En 2015 Ferragni dio el gran salto que comenzó siendo niña, cuando con sus padres empezó a reunir los cupones necesarios para hacerse con una cámara con la que cada día hacía decenas de fotos. Esos momentos quedan reflejados en ese documental, que también es un homenaje a sus padres: Marco, que sin mucha visión de futuro decía a su hija: “Pero, ¿qué haces? Déjalo ya. ¿No ves que no te sirve para nada?”
Todo lo que se pone o recomienda es un éxito garantizado. “Pero nunca sería imagen o haría promoción de algo solo por el dinero. No me pagan por todo lo que publico en mis redes. No todo es publicidad”, aclara.
Ferragni está casada con el rapero Fedez. Lo hicieron en septiembre de 2018 en Sicilia, en una boda que generó más de siete millones de interacciones y un valor mediático estimado de 31 millones de euros en medios online y redes sociales. La novia llevó dos diseños de Dior Alta Costura creados en exclusiva por Maria Grazia Chiuri, que como otros muchos diseñadores de alta costura se asomaron a la pantalla del documental sobre la influencer para venerarla. Su poder queda en evidencia en cada desfile al que acude, donde siempre tiene reservado un asiento en primera fila. La pareja tiene dos hijos, la última Vittoria, nacida hace solo unos días y que como su madre ya tiene millones de seguidores en las redes sociales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.