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Ashley Graham muestra el lado menos idílico de la maternidad

“Después de todos estos años en la moda, nunca podría haber adivinado que la ropa interior desechable sería mi prenda favorita. No todo es arcoíris y mariposas”, revela la modelo en sus redes

Ashley Graham, en Nueva York, el pasado octubre.
Ashley Graham, en Nueva York, el pasado octubre. / Cordon Press
El País

Ashley Graham ha roto tabúes en el mundo de la belleza y la moda, se ha coronado como la modelo curvy por excelencia y no ha dudado en revindicar los cambios que su cuerpo ha vivido durante su primer embarazo, desnudándose en sus redes sociales y mostrando sus estrías. Y desde que el pasado enero dio a luz a su primer hijo, Isaac Menelik Giovanni, fruto de su relación con el director de cine Justin Ervin, Graham ha continuado en su empeño de mostrar al mundo todas las realidades de la maternidad.

En su última publicación en Instagram, Graham quiso compartir con sus más de 10,5 millones de seguidores cuál es su realidad a la hora de cambiar el pañal de su hijo sin un servicio cercano. “La mierda se ha vuelto real”, escribió junto a una fotografía en la que se le ve a ella agachada en un pasillo de un supermercado cambiando el pañal de su hijo, tumbado en el suelo sobre un cambiador. “El pañal ha reventado sin tener un baño cerca a la vista. ¡Gracias a Dios que me acordé de llevar el cambiador en la bolsa de pañales!”, escribió.

A lo largo de estos meses, la modelo, de 31 años, también ha hablado de los cambios inesperados a los que su cuerpo ha tenido que adaptarse. “Que levante la mano quien no supiera que también iba a tener que cambiar sus propios pañales. Después de todos estos años en la moda, nunca hubiese adivinado que la ropa interior desechable sería mi prenda favorita”, escribió junto a un selfie en el baño y en referencia a la incontinencia que pueden sufrir las mujeres tras dar a luz. “Nadie habla de la recuperación y la curación (sí, incluso las partes desordenadas) por las que pasan las nuevas mamás. ¡Quería mostrarles que no todo es arcoíris y mariposas!”, continuó en su publicación.

Igual que hizo durante su embarazo, Graham no ha querido ocultar sus cambios corporales tras dar a luz y ya trata como fieles compañeras a las estrías de su cuerpo. “Yo misma. Pocas historias nuevas”, escribió junto a una fotografía en la que, cubriéndose los pechos, muestra las marcas en su tripa. La top también ha hecho hincapié en la importancia de terminar con el tema tabú de la lactancia materna en espacios públicos. Además de sumarse a las ya cotidianas imágenes de madres dando de mamar a sus hijos en la calle, cafeterías o restaurantes, la top compartió en sus redes sociales un vídeo de ella extrayéndose de leche durante un viaje en la parte trasera de un vehículo Uber. “Yo solía responder correos electrónicos en mis viajes en Uber, ahora bombeo antes de que mis senos exploten”, escribió hace unos días.

La decisión de Graham de querer terminar con los clichés de la maternidad y su empeño en mostrar el lado menos idílico o romántico de esta faceta no sorprende si se tiene en cuenta que la modelo lleva rompiendo moldes toda su trayectoria a través de su trabajo. Desde el comienzo de su carrera, Ashley Graham ha sumado destacados logros en la industria de la moda a través de portadas de grandes cabeceras, desfiles o campañas para firmas importantes. Ha consolidado su propia revolución en cuanto a la aceptación de distintos cánones de bellezas y medidas sobre la pasarela. En 2017 dirigió a cuatro mujeres de tallas grandes en una sesión fotográfica en la que accedieron a lucir su cuerpo cubierto únicamente por lencería y, a principios de este año, se unió a Pronovias para lanzar una colección inclusiva de trajes nupciales. Graham formó parte de la lista Forbes de los 30 menores de 30 años más influyentes en 2016, además de trabajar en televisión y escribir un libro sobre la verdadera cara de la confianza, la belleza y el poder.

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