La Cátedra, rabas y vinos en el bar más antiguo de Santander
El establecimiento, regentado por Gregorio del Amo desde 2009, abrió sus puertas en 1912 en la capital cántabra. Sus rabas y sus más de 25 variedades de vino se han convertido en su seña de identidad
Ha resistido a más de 100 años de historia. Fundado en 1912, La Cátedra, el bar más antiguo de Santander, se alza en el casco viejo de la ciudad como un batallón de resistencia contra el paso del tiempo. El establecimiento, que ha pasado, como la mayoría de los locales del gremio, de padres a hijos, hace casi 15 años que cambió de manos y se desvinculó de la familia. Gregorio del Amo (55 años, Santander) es el dueño actual de este local centenario. Y la quinta generación que se hace cargo de este espacio gastronómico de referencia en la ciudad. Allí, sus rabas, al igual que sucede con la mayoría de los establecimientos hosteleros de la ciudad, son su seña de identidad. Pero también destacan sus más de 25 variedades de vino, su variedad de pinchos, y sus tablas de quesucos originarios de Cantabria.
Del Amo se trasladó en 2009 a vivir cerca de la Calle del Medio, donde está La Cátedra. Una vez allí, recuerda, se enteró de que los anteriores dueños se iban a jubilar y les hizo una oferta para hacerse cargo del bar. “Vi que la calle podía tener muchas posibilidades, sobre todo para poder poner una terraza [está en una zona peatonal] y darle vida a la zona”, explica. Así, hace casi 15 años, empezó el resurgir de uno de los bares de referencia en Santander.
Destacan sus rabas —que son ya un símbolo de la gastronomía cántabra—, sus ostras de San Vicente de la Barquera —que las incorporó Del Amo a su llegada—, y sus cocidos, tanto el lebaniego como el montañés. Más allá de estos productos también hay que mencionar sus pinchos, como el de solomillo a la pimienta. Pero La Cátedra también cuenta con otro tipo de platos. Del Amo enumera las especialidades más destacadas de su carta: el rabo de toro al vino tinto con chocolate, el tartar de atún rojo a la almadraba, las albóndigas caseras de tomate y el revuelto de erizos de mar con langostinos, entre otros.
Todo ello, además, complementado con más de 25 variedades de vinos que completan su bodega: riojas, riberas, rosados, blancos... “Tenemos prácticamente todas las referencias que se suelen consumir”, explica el dueño del local.
En cuanto a sus postres, Del Amo cuenta que no tiene una gran variedad y que la mayoría son caseros: flan, tarta de chocolate y leche frita. “Realmente nuestro postre estrella son los quesucos de Cantabria”, comenta. Así, La Cátedra ofrece una tabla con una variedad de quesos típicos de la zona.
El dueño explica que el precio medio oscila los 20 y 30 euros por comensal para comer. Y los pinchos varían entre los tres y los cuatro euros. Y el perfil de los visitantes, por lo general, es de mayores de 25 años, aunque, al estar situado en una de las zonas más céntricas de la ciudad, “acude todo tipo de gente”. Desde residentes locales hasta turistas se dan cita en el bar más antiguo de Santander.
La historia del local
La Cátedra se sitúa en los bajos de un edificio fundado en 1866. Durante la remodelación que hizo Del Amo en el local, descubrió una pintura verde tras las paredes. “Antes había sido una botica [lo que ahora llamamos farmacia], y poco después un local que dispensaba vinos a granel, por lo que pudimos ver por la pintura roja que había justo encima”, explica.
También encontró una botella de vino que ahora reside en una vitrina en el local como un elemento decorativo. Junto a ella, había una carta fechada en 1946 que decía: Guardemos este frasco de vino para que el día de mañana el que lo encuentre pueda degustar de un buen vino. Firmado el dueño y un cliente.
El establecimiento centenario, que se convirtió en 1912 en bar, resistió años después al incendio que asoló a Santander, cuando, en 1941 el fuego arrasó con gran parte de los edificios del centro de la ciudad. “La Cátedra es historia, resistencia y una seña de identidad de Santander”, apunta Del Amo.
La Cátedra
- Dirección: calle Del Medio 5 Bajo, Santander, Cantabria 39003.
- Teléfono: 942 76 01 26
- Horario: abre de lunes a domingo, de 12:00 a 00:00 horas.
- Precio medio: entre 20 y 30 euros.