Menú semanal de El Comidista (28 a 3 de febrero)

Un puré vistoso y sabroso, lejos del color verde-muerto que tenía el que nos daban en el comedor escolar. Si aún tienes trauma, prueba a meter en cada cucharada un poco de lacón.

Marinar la carne con zumo de piña la deja tierna en cuestión de minutos, además de ayudar al resto de sabores a fijarse mejor y más deprisa.

Las naranjas son más ácidas al principio de la cosecha, pero a estas alturas la reina del otoño ya está bien dulcecita, así que aprovéchalas.

Un primero o entrante que puedes servir tibio o frío y tunear a tu gusto: en lugar de sardinillas puedes usar otras conservas, por ejemplo un buen bonito.

Si tú también has soñado con compartir una comida de Acción de Gracias con los personajes de la serie Friends, estás de suerte: hoy te enseñamos a preparar los macarrones con queso de Monica.

El limón está de temporada. Y si piensas en El Fary cada vez que alguien te sugiere darle un bocado, esta tarta te cambiará la cara.

El puré de hoy es perfecto para estos días por su sabor, ligeramente festivo al llevar especias y algunos de los bulbos que acompañan los asados más lujuriosos.

Descubre, con ayuda del horno, que la coliflor no es la verdura blandurria que te servía tu madre de pequeño y aprende las bondades de la cocción corta.

Rendimos culto al chocolate, la galleta y el plátano. Sin remilgos, pero también sin comerse medio kilo.

Como las espinacas a la sevillana, pero más ligeras y más rápidas de hacer. E igual de ricas.

El marinado de salmón suena a proceso complicadísimo, cuando en realidad es más simple que freír un huevo.

Vale: el olor de las mandarinas no se quita fácil de los dedos. Pero es un mal menor comparado con su jugosidad.

¿A quién se le ocurre cargarse unos berberechos poniéndoles jamón? ¿A quién se le ocurre cargarse un jamón poniéndoselo a unos berberechos? Pues a nosotros, claro. Y además están buenísimos.

Nos metemos en el mundo de Tolkien para hacer una receta hobbit de supervivencia: el guiso de conejo de Sam Gamyi.

Una receta para ir adelantando el tiempo, decíamos, hasta Semana Santa. Y para ponerse tibio, eso también.

No hay nada tan básico como una pizza Margarita, pero también puede ser una auténtica delicia si te lo curras con los ingredientes. Pocos, pero bien escogidos.

Es muy fino y tiradísimo de hacer, y si va acompañado por cítricos y aromatizado con licor de avellana empapuza menos de lo normal.

Apostamos por un arroz con una de las carnes más asequibles del mercado, la costilla de cerdo, aderezada con unas hierbecillas que marcarán la diferencia: el tomillo y el romero.

El kiwi está de temporada y es una de las frutas con mayor concentración de vitamina C. Ideal para estos días de frío.

Personalizar destilados y licores en casa con frutas, especias o hierbas aromáticas no solo es posible, sino también divertido y barato.