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Ultramarinos, panaderías y otras tiendas de comida favoritas de El Comidista en 2025

De colmados que huelen a infancia a queserías, pastelerías o vinaterías donde la conversación es tan importante como el producto: recopilamos los lugares para comprar que nos han enamorado este año

Tiendas, qué lugares. En estos tiempos de entregas exprés a domicilio que llegan antes incluso que tu propia hambre y supermercados con más pasillos que un aeropuerto, todos tenemos un pequeño comercio que nos funciona como oasis, un lugar feliz para nuestro olfato y nuestras papilas gustativas. Está a la vuelta de la esquina, a dos paradas de autobús o al final de un desvío de 50 kilómetros que justifica el gasto en gasolina.

Nos da igual, porque el premio es un mostrador ante el que babear, donde todo sabe un poco más a verdad y un poco menos a prisa. Hemos recopilado las tiendas de alimentación que más han emocionado al equipo de El Comidista este año. Templos donde el pan todavía huele a pan, el queso se corta al peso y la conversación con quien te atiende es tan importante como la compra.

Ultramarinos y colmados que son museos vivientes

Mantequería El Bulevar (Cádiz)

Empezamos con un par de mantequerías en las que es fácil encontrarse con Helen Santiago embelasada ante sus mostradores. En Cádiz nos propone El Bulevar, “especializada en conservas, charcutería y quesos de la zona, que no es poca broma”. De aquí puedes salir con un surtido para alegrar una cena de picoteo, para una comida de Navidad o simplemente para un homenaje a uno mismo.

Mantequería El Bulevar: Calle José del Toro, 7. Cádiz. Mapa.

Mantequerías Bravo (Madrid)

Helen también nos anima a visitar esta centenaria tienda de Madrid “donde ya solo la llamativa fachada te dice mucho del lugar”. Si el exterior ya es fascinante, lo que te encuentra dentro está a la altura. “Es caro, para qué nos vamos a engañar”, nos aclara Helen, “pagas por buen producto y también por una atención personalizada, pero para un homenaje gourmet de vez en cuando, merece la pena”.

Mantequerías Bravo: Calle de Ayala, 24. Madrid. Mapa.

La Confianza (Mataró, Barcelona)

Seguimos con palabras mayores: una tienda de 129 años de fachada modernista, con frescos en los techos y vitrinas de estilo neogótico. “Cada vez que voy no sé para dónde mirar”, nos dice Daniela Santos no refiriéndose solo al escenario, también a “las galletas, los chocolates, las mermeladas, las mieles, los patés, las legumbres, pastas y arroces a granel” que la tienen fascinada.

La Confianza: Carrer Sant Cristòfor, 10. Mataró, Barcelona. Mapa.

Colmado Múrria (Barcelona)

Dos años más joven que La Confianza es esta otra joya modernista que nos recomienda Mònica Escudero: “No es una tienda gourmet porque existe desde mucho antes de que existiera la palabra ‘gourmet’”. Le pirra su “buena selección de conservas, quesos y embutidos”. Y, además, desde hace tiempo también es un restaurante donde preparan “unos macarrones de escándalo”.

Colmado Múrria: Carrer de Roger de Llúria, 85. Barcelona. Mapa.

Colmado Quílez de Lafuente (Barcelona)

Está claro que los colmados son la perdición de Mònica que eleva el hype con este sitio que “es un sueño hecho realidad, un colmado de los de toda la vida con mogollón de escaparates llenos de latas de conserva, tarros, botellas y un montón de productos que gritan “cómeme y bébeme””. Siempre sale de aquí con unas aceitunas de Caviaroli, algo de mortadela buena y lo que surja entre sus más de 4.000 referencias.

Colmado Quílez de Lafuente: Carrer de Johann Sebastian Bach, 20. Barcelona. Mapa.

Conserves Llopart (L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona)

Carles Armengol nos traslada hasta el Mercat de Collblanc, hasta el lugar donde “solía ir de pequeño con una carretilla a por latas de todo tipo para abastecer el almacén del bar de mis padres”. Esta tienda de conservas tiene un fuerte factor emocional para él porque por entonces –y también ahora– le encantaba “el olor a encurtido, a lata de anchoas arropadas en sal” del local. ¡Uf, y a nosotros!

Conserves Llopart: Carrer Doctor Jaume Ferran i Clua, 17. L’Hospitalet, Barcelona. Mapa.

La Charcu de Sara (Riosa, Asturias)

Si eres de los que se salta la siesta cuando toca subida a L’Angliru en La Vuelta –y si no, también– te recomiendo este sitio que está en el kilómetro cero del ascenso al mítico pico. En esta pequeña tienda de perdición, Sara vende producto de calidad y escogido para que salgas con todo lo necesario para un picnic: embutidos de Ezequiel o quesazos como el delicioso Afuega’l Pitu rojo de Temia.

La Charcu de Sara: Avenida Pola de Lena, 17. La Vega, Riosa, Asturias. Mapa.

La Sucursal (Lugo)

En su descripción de Instagram, esta tienda deja claras sus intenciones: “84 años dedicados a embelesar vuestros paladares”. Lo confirma Andrea Nuñez-Torrón que nos cuenta que “sus aromas y decoración te teletransportarán en el tiempo”. Ella compra conservas selectas, bombones o galletas caseras, un paté especial o incluso alguna cesta de Navidad.

La Sucursal: Rúa San Marcos, 2. Lugo. Mapa.

Casa Chao (Viveiro, Lugo)

No nos movemos de provincia. Jorge Guitián nos propone que si pasamos por Viveiro paremos en esta tienda de ultramarinos porque cuenta “con una envidiable colección de vinos, una espectacular cava de quesos y una selección muy cuidada de conservas y embutidos”. Desde 1931 lleva la familia Chao atendiendo a su clientela como si fuera de la familia.

Casa Chao: Rúa Margarita Pardo de Cela, 3. Viveiro, Lugo. Mapa.

La Dicha (Mérida)

Jorge Guitián y Anna Mayer están fascinados con esta pequeña tienda en pleno centro histórico de la ciudad. “Una selección con criterio que refleja la personalidad de Isa -la propietaria- y un ambiente que transmite buen rollo desde que atraviesas la puerta”, nos comenta Jorge, a lo que Anna añade que “se nota que todo está elegido con cariño, vas a por una botella de vino y te quedas a charlar, y vuelves”.

La Dicha: Calle Berzocana, 2. Mérida. Mapa.

Quesos La Cabezuela (El Escorial, Madrid)

Miriam García nos recomienda pararnos en este templo si pasamos por El Escorial. No solo disponen de una selección de quesos nacionales y foráneos “muy bien escogidos”, también venden los quesos que ellos elaboran en su quesería del mismo nombre en Fresnedillas de la Oliva. Nos anima a “pedir una magnífica tabla de quesos para Navidad o para darte un homenaje, seguro que bien merecido”.

Quesos La Cabezuela: Plaza San Lorenzo, 2. El Escorial, Madrid. Mapa.

Queserías que justifican una mudanza

La Manducateca (Bilbao)

El comidista mayor del reino, Mikel López Iturriaga, siempre sale de esta tienda con una buena bolsa de quesos cada vez que va a Bilbao: “Me gusta no tener que preocuparme de lo que voy a comprar, porque sé que las recomendaciones siempre van a ser acertadas, y además voy a descubrir quesos que no conocía”. Y venden los complementos perfectos para el queso, “buen pan, buen vino y buenas cervezas”.

La Manducateca: Calle General Concha, 7. Bilbao. Mapa.

Picnik (Málaga)

Esta es la historia de un matrimonio rumano enamorado del queso que siempre tuvo relación con el campo y la ganadería familiar en su país natal y que decidió mudarse a Málaga para abrir una tienda que es la favorita de Lakshmi Aguirre. “Es un despliegue de quesos artesanales maravilloso”, nos comenta, “defienden los andaluces a capa y espada pero no faltan enseñas nacionales, juegan mucho con piezas internacionales y además se atreven a afinar algunas ruedas”.

Picnik: Calle Vendeja, 11. Málaga. Mapa.

Charcutería Lolita Cardelle (Santiago de Compostela)

Esta es otra recomendación de Miriam que coincide en gustos con Andrea Nuñez-Torrón, a la que también le pirra este puesto del Mercado de Abastos de Santiago. “Se sale bastante de los comercios destinados casi exclusivamente al turista que hay en este enclave por su selección de quesos, chacinas y, en general, productos gallegos”, nos cuenta Miriam, a lo que Andrea añade lo “encantadores y atentos” que son Lolita y quienes están tras el mostrador.

Charcutería Lolita Cardelle: Mercado de Abastos, Nave 6, Puesto 170-172. Santiago de Compostela. Mapa.

12 Graus (Barcelona)

La tienda favorita de Carles Armengol porque cada vez que entra en 12 Graus se impregna del amor que Quique, el propietario, siente por los quesos: “Te lo contagia al instante”. Aquí nos encontramos con elaboraciones de pequeños productores y “cada uno de los quesos que ofrece es un manifiesto cargado de valores que promueven el comercio artesano y con la mínima intervención”.

12 Graus: Carrer de Bailèn, 238. Barcelona. Mapa.

Panaderías donde la masa madre es patrimonio material

Obrador Abantos (El Escorial, Madrid)

Ojo, que estamos en el lugar que consiguió el título de mejor pan de Madrid en 2024 a pesar de llevar abierto solo seis años. Miriam García nos los recomienda porque “ofrecen un pan de calidad que además distribuyen a varios establecimientos hosteleros del pueblo y sus aledaños, como el cercano estrella Michelín Montia”. Ah, y también venden dulces y unas empanadas “tremendas”.

Obrador Abantos: Calle del Rey, 6. El Escorial, Madrid. Mapa.

Horno San Bartolomé (Valencia)

Jesús Machi lleva décadas siendo un referente de la buena panadería en Valencia, y después de visitar su horno para copiarle la receta del pan de calabaza, Mikel López Iturriaga confirma que sigue en plena forma. “Aparte de esa especialidad, vale la pena pasarse por cualquiera de las sucursales de San Bartolomé para probar los excelentes panes de masa madre (la de verdad, no los polvos), la coca de verduras, las magdalenas de naranja o los pastelitos de boniato. Todo está buenísimo, y todo es de verdad”.

Horno San Bartolomé: Varias localizaciones. Valencia.

Anik (Pamplona)

Nuestra compañera Eva Dallo eleva la apuesta con esta panadería que ha conseguido situarse entre las mejores del país. Y nos gusta la historia personal que hay detrás: su fundador, Iker Oroz, usó la indemnización de la fábrica en la que trabajaba para formarse en su sueño, hacer pan. Superafavor. Eva nos cuenta que este es “un formato sencillo y auténtico, con pocos panes y sin florituras, recuperando formatos tradicionales de diferentes lugares de España”.

Anik: Calle Benjamín de Tudela, 36. Pamplona. Mapa.

Barrihuelo (Elciego, Álava)

Vamos con una panadería que bien justifica un desvío en tu itinerario. A Mikel López Iturriaga le fascina esta de Elciego, “una de las muchas cosas increíbles que tiene la Rioja Alavesa”. Nos hace babear al describirnos sus panes y bollería “que no sólo son excelentes, sino que su aspecto tiene un punto Willy Wonka que los hace únicos”. Aquí venden panes clásicos, pero también “fantasías como el pan de patatas a la riojana o el de vino e Idiazábal”. Poca broma.

Barrihuelo: Calle Barco Kalea, 2. Elciego, Álava. Mapa.

Confitería Echeto (Jaca, Huesca)

Añadimos en esta categoría una pastelería recomendada también por Mikel y que es “uno de esos lugares congelados en el tiempo” en los que dice que se quedaría a vivir. Y eso que reconoce no ser goloso, pero: “Sus lacitos de hojaldre me dan toda la mantequilla que le pido a un dulce tradicional y el pastel jaqués es de las pocas cosas dulces que podría comer sin ninguna clase de control”. Por si fuera poco, el local es precioso, y sus sabias dependientas, “majísimas”.

Confitería Echeto: Plaza de la Catedral, 5. Jaca, Huesca. Mapa.

Vinotecas que serían la perdición de Baco

DVI Vinoteca (Barcelona)

Empezamos a darle al bebercio en el barrio de Poble Nou. Eva Dallo dice que DVI es una viblioteca porque “si entras en ella, sales, seguro, sabiendo algo más de vino”. Bueno, nos vale como excusa. Nos detalla que aquí “venden cuidados vinos de autor de kilómetro cero, conocen bien a los elaboradores, lo que da el valor añadido de que comprar vino se convierta en una experiencia que va mucho más allá de llevarse una botella”.

DVI Vinoteca: Carrer de Marià Aguiló, 120. Barcelona. Mapa.

Món Vínic (Barcelona)

Seguimos de vinos por Barcelona. Mònica Escudero elige esta tienda que además tiene mesas donde puedes picar algo y con 30 vinos por copas en rotación. Destaca “una variedad de vinos y quesos brutal, una selección impecable con ofertas para todos los gustos –desde vinos naturales bien peculiares a clásicos–, personal amable y con ganas de ayudarte a escoger si vas un poco perdido”. Una perdición, vaya.

Món Vínic: Carrer de la Diputació, 251. Barcelona.

Albariza en las Venas (Jerez de la Frontera, Cádiz)

En este sitiazo que recomienda Mikel López Iturriaga también puedes picar algo mientras te tomas un vino y piensas qué botellas te llevas a casa. Quienes están al otro lado del mostrador hacen que te sientas como en casa: “Con la misma cantidad de conocimiento que de sentido del humor, la sumiller Rocío Benito y el enólogo Juan Carlos Vidarte le han quitado toda la ceremonia y la turra para entendidos al vino y lo han convertido en algo divertido y disfrutón”.

Albariza en las Venas: Calle Divina Pastora, 3. Jerez de la Frontera, Cádiz. Mapa.

Coalla (Gijón, Oviedo y Madrid)

“Es un establecimiento 360, como diría Paquita Salas”, dice Helen Santiago sobre esta tienda que tiene sede en Gijón, Oviedo y Madrid. Modelo de éxito “porque no solo vende vino, también puedes tomarte algo allí”. Lo confirmo porque yo tengo un Coalla a 20 minutos de casa y es literalmente imposible no entrar a olisquear la gran variedad de vinos que abundan en las estanterías. Y si por ejemplo quieres un Riesling en concreto, te lo ponen a enfriar para que te lo tomes allí mismo.

Coalla: Puedes encontrar las direcciones de sus tiendas aquí.

Baco (Cádiz)

Helen Santiago también recomienda esta vinoteca en pleno casco antiguo de Cádiz, “con buenos vinos y expertos en productos de la zona”. Está enganchada porque además quienes atienden “son encantadores y te orientan sin presionarte”. Así se crea afición al vino.

Baco: Calle Cardenal Zapata, 4. Cádiz. Mapa.

Tiendas especializadas para caprichos puntuales

Black Pepper & Co (Madrid)

Miriam García nos crea la necesidad de ir a esta “recoleta tiendita” que descubrió gracias a los chicos del podcast Todo para compartir, y que está dirigida “a los locos de las especias especialmente picantes y de los tés”. Aquí además de asesorarte sobre tus compras y los usos de todos los productos que venden, de vez en cuando organizan encuentros y talleres gastronómicos.

Black Pepper & Co: Calle de Meléndez Valdés, 15. Madrid. Mapa.

Doña Tomasa (Santander, A Coruña, Valladolid y Madrid)

Ahora me toca a mí hablar de un lugar en el que podría pasar perfectamente el resto de mis días. Esta tienda nació en Santander y no ha tardado en expandirse a otras tres ciudades. Especializados en anchoas, en sus estanterías también puedes encontrarte con las mayores delicias gastronómicas cántabras -ay, qué sobaos pasiegos- y algunos productos gourmet del resto del país.

Doña Tomasa: Tienes las direcciones de todas sus tiendas aquí.

La Tiendita de la Reina (Barcelona y Madrid)

¿Tortillas frescas con maíz nixtamalizado en la propia tienda? Un rotundo sí. Mònica Escudero venera este lugar que “no es una megatienda con una infinita variedad de producto mexicano, pero todo lo que tienen está muy bien”. Hablamos de tamales artesanos de cerdo en salsa verde, cochinita pibil o queso con rajas listos para comer y también productos frescos, salsas y conservas “para mexicanizar tu despensa a precios más que correctos”.

La Tiendita de la Reina: Puedes encontrar las direcciones de sus puntos de venta aquí.

Casabase (Madrid)

Nos vamos de México a Italia. Al lugar de referencia en Madrid de Anna Mayer: “Casabase es la tienda italiana que todos querríamos tener al lado de casa, auténtica, cuidada y con la misma pasión por el producto que en una salumeria de barrio en Roma o Milán.” Vamos, que nos sacia el antojo de pasta, quesos, embutidos, conservas y “sobre todo panettones”.

Casabase: Calle de Núñez de Balboa, 34. Madrid. Mapa.

La Italiana Rivali (Barcelona)

Cuando Òscar Broc tiene la necesidad de comprar pasta o productos italianos de calidad, siempre va a este negocio familiar que lleva fabricando “pasta fresca y unas salsas caseras deliciosas” desde principios del siglo XX. Nos pone los dientes largos proponiendo “pastas rellenas que son pura fantasía, burrata que nada tiene que ver con la de los supermercados, o platos preparados nada despreciables”.

La Italiana Rivali: Carrer del Bonsuccés, 12. Barcelona. Mapa.

Ego Galego (Barcelona)

Òscar nos transporta de nuevo a España para recomendarnos esta tienda de productos gallegos. “Es una cripta con lo mejorcito de la gastronomía gallega, que se dice pronto”, nos comenta antes de proponernos “su sección de quesos, sus increíbles empanadas y, por supuesto, la selección de embutidos, saben lo que hacen y solo ponen en sus estanterías lo mejorcito”.

Ego Galego: Carrer de Goya, 20. Barcelona. Mapa.

Rodolfus (A Coruña)

Terminamos este repaso con uno de los sitios preferidos de Anna Mayer y Jorge Guitián especializado en productos gallegos de calidad. Es la perdición de Anna: “Entras a por una conserva y sales con medio aperitivo montado. Todo está buenísimo y bien escogido, es Galicia en versión despensa”. El bueno de Jorge destaca que “la selección de producto gallego que se han currado seleccionando durante meses productores cuya filosofía encaja con la del local”.

Rodolfus: Rúa Damas, 2. A Coruña. Mapa.

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