Pasteles de Belém: la receta del dulce más famoso de Portugal
Los pasteles de nata no llevan nata, pero son un superéxito de la repostería lusa con casi dos siglos de historia. Así los preparan en A Casa Portuguesa
Portugal será un país pequeño y sus días de expansión colonial habrán pasado hace siglos, pero posee un arma capaz de conquistar al mundo entero. Se llama pastel de Belém o pastel de nata, y es imposible no rendirse a su crujiente hojaldre y su crema de huevo, leche y azúcar. Creadas en la primera mitad del siglo XIX en el barrio lisboeta de Belém, estas pequeñas cazuelitas rellenas de placer son el mayor éxito de la repostería portuguesa. Se supone que las auténticas sólo se venden en la Antiga Confeitaria de Belém, donde guardan bajo cinco llaves la receta original, pero lo cierto es que hay versiones igual de buenas (o más) en otras pastelerías de Portugal.
En España también podemos encontrar buenos pasteis de nata, elaborados por portugueses con un poco de saudade por los dulces de su país. En A Casa Portuguesa, una maravillosa tienda de Barcelona, los preparan de forma artesanal, y para sorpresa de nadie, venden decenas de miles de ejemplares cada año. Si quieres ver el maravilloso proceso con el que se crea esta joya, mira el vídeo de arriba.
Pasteles de nata de A Casa Portuguesa
Las cantidades de la crema son para 20 pasteles. Las del hojaldre son para 100, porque si hacemos menos no nos deja ganar la dimensión ideal para los pliegues. Lo que sobre se puede guardar en el congelador y usar para empanadas, quiches o lo que sea. Como el proceso es largo y trabajoso, se puede comprar masa de hojaldre preparada (pero te dejamos la receta al final por si quieres montar una hojaldrería en casa).
Ingredientes
Para 20 pasteles
Crema
- 500 ml de leche
- 500 ml de almíbar
- 80 gramos de yema de huevo
- 1 huevo entero
- 50 gramos de harina
- 25 gramos de almidón de maíz (maicena)
- Una placa de hojaldre envasada o casera (ver receta abajo)
Almíbar
- 250 ml de agua
- 400 gramos de azúcar
- Piel de 1 limón
- 1 palo pequeño de canela
Instrucciones
Para el almíbar, hervir el agua con la piel de limón y el palo de canela. Añadir el azúcar, cocer hasta que el azúcar desaparezca y dejar enfriar.
Cortar -o estirar un poco con un rodillo si es comprada y no llega a este tamaño- la masa de hojaldre en cuatro rectángulos de 40x25 centímetros y enrollar cada uno para obtener así cuatro rulos de 40 centímetros. Guardar en la nevera por un mínimo de cuatro horas.
Sacar la masa de la nevera y de cada rollo cortar 25 trozos de cerca de 18/20 gramos. Salen 25 pastelitos de cada rollo.
Poner los trocitos de masa dentro de los moldes, y con los dedos mojados en agua abrir la masa en el molde (ver vídeo). Repetimos este proceso con todos los pastelitos.
Dejar la masa descansar dentro de los moldes como mínimo una hora.
Para la crema, hervir 375 mililitros de leche.
Mezclar los restantes 125 mililitros con la harina y la maicena.
Añadir la leche hirviendo a la mezcla anterior.
Añadir 500 mililitros de almíbar en tres partes mezclando bien entre cada adición.
Añadir las yemas y los huevos mezclando bien.
Poner la crema dentro de los moldes, y hornear en la temperatura máxima del horno de casa (cerca de 250º grados) cerca de cinco minutos en medio del horno para que se cocine bien el hojaldre. A media cocción dar la vuelta a la bandeja y la subimos para que esté más cerca del grill y tueste por arriba los pasteles, unos cinco minutos más.
Hojaldre
Ingredientes
Para 100 pasteles
- 1 kg de harina
- 480 gramos de harina de fuerza
- 19 gramos de sal
- 700 gramos de una buena margarina o mantequilla de hojaldre
Instrucciones
Si se prepara el hojaldre en casa, mezclar la harina, el agua y la sal hasta formar una masa lisa y que no se pegue en los dedos. Taparla con un paño húmedo y dejar descansar.
Estirar la mantequilla entre dos hojas de papel vegetal y darle la forma de un rectángulo de 14x20 centímetros.
Enharinar la encimera con algo de harina, y estirar la masa en forma de rectángulo (30x50 centímetros). Colocar el bloque de mantequilla, justo en el centro de la masa, y envolver la mantequilla, con el extremos de masa superior, y con el inferior, de manera que la mantequilla, quede completamente cubierta, como si fuera un paquete (ver vídeo). Sellar muy bien los extremos y el centro.
Dar un cuarto de vuelta a la masa y estirar en un rectángulo de 30x100 centímetros. Después llevar el tercio derecho justo hasta el centro de la masa (ver vídeo). Seguidamente, doblar el tercio izquierdo, y colocarlo encima del pliegue derecho. Asegurarnos de que las esquinas estén bien rectas. Ya tenemos el primer pliegue. Dejar descansar la masa en la nevera, cubierta con un paño húmedo unos 20 minutos.
Estirar la masa del mismo modo y en la misma posición -longitudinalmente-, hasta obtener un rectángulo de la misma medida que antes (30x100 centímetros). Dar a la masa un cuarto de vuelta, y doblar nuevamente en tres tercios, primero el tercio derecho hacia el centro, y después doblar el izquierdo, colocándolo sobre el derecho. Así tenemos el segundo pliegue. Descansar la masa en la nevera, cubierta con un paño húmedo unos 20 minutos.
Estirar la masa en la misma posición -longitudinalmente- hasta tener un rectángulo de 40x100 centímetros.
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