Pasta ‘al gratin’ con bechamel y jamón
Una sencilla pasta con una salsa ligera, gratinada al horno con queso y pan crujientes. Dará un aire celebrativo a la comida sin dejarse ni el presupuesto ni el tiempo
Esta pasta al horno es uno de mis platos preferidos de la infancia: no era algo que comiéramos a menudo, y recuerdo haberla pedido más de una vez para celebrar mi cumpleaños. Es más ligera y fácil que una lasaña, y que muchas pastas al horno cargadas de queso. La versión más esencial se aliña con un poco -poco de verdad- de mantequilla y queso, mezclada con una bechamel bastante ligera y gratinada al horno.
La receta familiar se basa en el Talismano della felicità de Ada Boni, e incorpora un poco de prosciutto cotto, que puedes sustituir por un buen jamón cocido o algo de lacón del que venden cortado grueso. Si eres un loco del queso, puedes hacer la versión napolitana, con una mozzarella cortada en daditos. Unos minutos de horno, y está listo: si lo piensas, el proceso ha sido rápido. Mientras hierve el agua y se cuece la pasta haces la bechamel, mezclas todo, al horno y fuera; en menos de 35 minutos lo tienes listo.
En Italia se usaría un formato llamado ziti, que son como unas largas pajitas de pasta. Mi madre los cocía enteros, pero lo más común es romperlos, así que no te agobies con ser 100% correcto y usa una pasta corta y alargada, como unas penne o unos macarrones. Con la pasta al horno no es necesario preocuparse por el punto al dente, aun así es buena idea cocerla un par de minutos menos para que al salir del horno no esté demasiado hecha. Pero eso, como todo, va al gusto.
Tiempo: 35 minutos
Dificultad: Hay que rallar queso. ¿Podrás con ello?
Ingredientes
Para 4-6 personas
- 500 g de pasta corta tipo macarrones, penne o, si la encuentras, ziti
- 70 g de mantequilla
- 150 g de jamón cocido
- 1 mozzarella (opcional)
- 150 g de Parmigiano Reggiano o Grana Padano rallado
- 2 cucharadas de pan rallado
Para la bechamel
- 30 g de mantequilla
- 30 g de harina
- 500 g de leche
Instrucciones
Poner a cocer la pasta en abundante agua ligeramente salada.
Mientras cuece la pasta, poner en una fuente de horno la mantequilla en trozos, el jamón en filetes, la mozzarella en trocitos, si se usa, y dos o tres cucharadas de queso rallado.
Preparar una bechamel bastante ligera. En un cazo derretir 30 gramos de mantequilla, cuando haya espumado añadir la harina. Mezclar bien y dejar que se cocine un poco sin que llegue a ponerse tostada. Añadir los 500 gramos de leche (fría o del tiempo, no caliente) del tirón. Mezclar bien con unas varillas y esperar que se haga más densa, removiendo a menudo, a fuego medio bajo.
Calentar el horno a 200 °C.
Escurrir la pasta muy al dente -un minuto o dos menos del tiempo normal- y aliñarla en la fuente con la mantequilla y el jamón.
Añadir la bechamel y mezclar bien, formando una capa de unos tres dedos de espesor.
Terminar cubriendo con una mezcla del queso rallado y un poco de pan rallado, una proporción de dos a uno estará bien.
Hornear unos 10 minutos hasta que se haya formado una costra dorada encima y servir inmediatamente.
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