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Salmón glaseado: un plato fácil y resultón

Hornear un lomo de salmón glaseado con una salsa dulce de miso es rápido y sencillo: justo lo que necesitas para las comidas festivas que quedan (y muchas otras)

Aunque hayas cocinado en Nochebuena y Navidad puedes hacerlo
Aunque hayas cocinado en Nochebuena y Navidad puedes hacerloAlfonso D. Martín
Alfonso D. Martín

Las navidades pueden fundir las ganas de cocinar por empacho -de comida y de trabajo- y hacer que ahora organizar cada menú se sienta como un pequeño e invisible puñal. Traemos un mensaje tranquilizador: no hay que alarmarse. Hoy vamos a tratar un plato tan sencillo que se puede preparar en menos de 20 minutos: un lomo de salmón fresco, con su piel crujiente, glaseado con una salsa de miso, miel y vinagre. Una receta sin más complicación que la de buscar miso, que es un ingrediente para el que ya no hay excusa que valga.

Para prepararlo, podemos partir de un lomo grande o de lomos ya porcionados individualmente (con un peso de unos 200 gramos por pieza). Tened en cuenta que un solo lomo grande tardará un pelín más en cocinarse de manera uniforme que por piezas. En este caso, queremos conservar la piel para que quede crujiente tras el horneado. Una sencilla mezcla de especias aromatizará la carne del salmón y, tras glasearlo con la salsa de miso, se caramelizará y tendremos un festín en la boca preparado en un parpadeo.

Podemos añadir al glaseado alguna salsa picante o aceite de sésamo, pero vamos a ir con la guía básica y que cada uno añada lo que quiera. Yo, por ejemplo, añadí una pizca de salsa de jalapeño fermentado y un poco de cilantro picado. Si preferís un sabor más cítrico y menos acético, sustituid el vinagre por zumo de limón; si queréis ir más allá experimentando, os recomiendo usar tamarindo y una pizca de pimienta de Sichuan.

Tiempo: 10 minutos

Dificultad: Tan fácil que te hará sentir que estás preparándote la comida para el tupper del trabajo

Ingredientes

Para 2 personas

Para el glaseado

  • 2,5 cucharadas de miso
  • 1 cucharada de miel
  • 1 cucharada de vinagre de Jerez
  • 1/2 cucharadita de azúcar blanco
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra

Además

  • 450 g de salmón con piel (en dos lomos o en una pieza)
  • 1/2 cucharadita de comino molido
  • 1/2 cucharadita de chile en polvo
  • 1/2 cucharadita rasa de sal fina
  • 1/2 cucharadita de pimienta blanca molida
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • Semillas de sésamo para decorar (opcional)

Instrucciones

1.

Calentar el horno a 220ºC con calor por arriba y por abajo. 

2.

Mezclar las especias para el salmón en un cuenco junto al aceite y la sal. Untar la mezcla por todo el salmón, incluyendo la piel. 

3.

Colocar el salmón en una bandeja de rejilla con la piel hacia arriba y ponerla en el horno a altura media. Cocinar cinco minutos y medio. 

4.

Mientras, mezclar bien los ingredientes para el glaseado. 

5.

Bajar la temperatura del horno a 190º y sacar el salmón. Pintarlo una vez con el glaseado y volver a llevar al horno un minuto, esta vez con la piel hacia abajo. 

6.

Volver a sacar el salmón y volverlo a pintar. Repetir este proceso una vez más (un total de tres minutos más de cocción). 

7.

Sacar el salmón y dejar que repose un par de minutos; si tenemos un soplete, podemos tostar el glaseado un poco. Servirlo al momento acompañado de arroz. 

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Sobre la firma

Alfonso D. Martín
Es cocinero, asesor gastronómico y fetichista de especias y fermentados. De pequeño gateaba al bar de al lado de casa para pedir un huevo duro y después empezó a tener dolor abdominal continuo por echarle picante a todo a escondidas de su madre. Si profanar recetas clásicas fuese un pecado, ya habría pasado los nueve círculos del Infierno de Dante.

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