Menú semanal de El Comidista (24 a 30 de agosto)

Obra maestra del minimalismo viejuno, el melón con jamón resiste los envites del tiempo y vuelve, como Georgie Dann, puntual a su cita con el verano. Dale una nueva oportunidad con una de las dos versiones diferentes que plantemos.

¿Encender el horno en verano? ¡Venga ya! Este plato anglosajón no necesita este electrodoméstico para conservar su sabor y ser igual de apetitoso. Tan solo tienes que seguir los pasos de esta receta.

El verano y los fogones no se llevan demasiado bien, pero el poco tiempo que pierdas en ellos para saltear estos melocotones especiados estará muy bien empleado. Te lo garantizamos.

La sopa japonesa más adictiva tiene una versión que te permite tomarla en una noche tropical y vivir para contarlo. Un caldo ligero, fideos y unos cuantos ingredientes más y recibirás un merecido 'dōmo arigatō'.

Una receta perfecta para despedir el verano, cuando todavía quedan buenas hortalizas pero el cuerpo ya empieza a tolerar algo de comida caliente (y contundente).

Debe tener una mancha amarillenta en la zona que ha estado en contacto con la tierra, y al darle golpecitos con los dedos se debe "sentir hueca".

¿Qué bueno que es mojar el pan en el líquidito que sueltan las ensaladas de tomate, con ese aceite, no? Pues de eso va la receta, de una manera fina de hacerlo. Es una ensalada simplísima y muy fresca.

Es la prima vegetariana de la fideuà, sin marisco, pescado ni nada que se le parezca, pero con una berenjenas muy melosas y un 'all i oli' de algas gratinado para conseguir un extra de gustirrinín.

A medio camino entre el coulis y la macedonia, esta sopa aromatizada con albahaca se sirve fresca y acompañada de un helado que remata la jugada. El toque de pimienta es muy recomendable.

Una manera fresca de comer judías verdes, cuyo sabor se viene arriba con la acidez de la manzana verde, el toque de ajo y la cremosidad del aliño.

La combinación una caballa curada en sal y vinagre 100% japonesa con unas cuantas hortalizas de verano más mediterráneas que Serrat. Imagínate en el resultado final.

Es pariente del melocotón y de la ciruela, tiene muy pocas calorías, y una buena cantidad de fibra que lo convierte en una fruta bastante saciante.

Fresca, cremosa, llena de contrastes y tan bonita que da un poco de pena comérsela: esta ensalada del restaurante Tandoor es capaz de seducir a cualquiera a golpe de montaña rusa en el paladar.

Esta receta del libro Secocina.com, ¡y siempre sale! es rapidísima, no requiere calor y se sale un pelín de la forma más tradicional de preparar este plato. En este sentido, la incorporación de dos ingredientes como la mostaza y el wasabi es crucial, y añade nuevos matices al plato de origen latinoamericano.

Convertimos el viejunísimo banana split en un postre saludable, casero y sin azúcares añadidos. Te damos el secreto del helado hecho con un solo ingrediente: la sombrillita de papel y las bengalas las pones tú.

Pollo. Cebolla. Orejones. Vinagre de Módena. Desde The Beatles no se había visto un cuarteto tan maravilloso. Esta receta demuestra que no hace falta estar en Navidad para preparar este tipo de platos fastuosos de aves con frutas secas.

El melón es tu amigo durante el verano y se supone que, si huele, pesa y la base cede un poco al apretarla, estará bueno. Pero no es una ciencia exacta.

No hay nada tan básico como una pizza Margarita, pero también puede ser una auténtica delicia si te lo curras con los ingredientes. Pocos, pero bien escogidos: ahí va la esencia de la cocina italiana.

100% viejuna y 100% casera, la estrella de la cocina ochentera vuelve siempre con el calor, igual que 'Verano Azul', 'El equipo A' o 'El coche fantástico'.

Este jariguay mexicano integra tres elementos explosivos: el frescor de la cerveza helada, la acidez de la lima, el picante del tabasco. Es imposible no sentirte redivivo después de tomarte una michelada en un día de calor.