Cinco cenas veraniegas (casi) sin fuego
Las ensaladas, sopas frías, tostas y tartares son tendencia en verano. Este tipo de elaboraciones, sencillas y refrescantes, se multiplican cuando el calor en la cocina empieza a ser insoportable.
Por muy amante de la gastronomía que yo sea, cuando la temperatura sube de 28 grados en mi cocina no quiero ni acercarme a ella, o lo hago para permanecer dentro el menor tiempo posible. ¿Os pasa lo mismo? En verano la cocina es un habitáculo al que solemos acudir poco por dos motivos: por el calor que desprende cuando la utilizamos y porque muchas veces apetece más estar despatarrado en una buena hamaca que ponerte a currar. La verdad sea dicha.
Si te pasas el día en la playa o de excursión (dentro de lo que nos permita el bicho maldito) igual tienes la comida del mediodía más o menos apañada, pero la cena es otra cosa. Cuando se trata por todos los medios de no encender los fogones ni el horno hay diversas elaboraciones que acuden a nuestro rescate:
Las ensaladas de todo pelaje
En particular las ensaladas con algún añadido proteico, como una conserva de pescado de calidad, un pescadito marinado en casa, un buen marisco o unas legumbres, constituyen un plato completo, que se monta en un pispás y que te deja satisfactoriamente relleno. En esta línea de ensaladas sustanciosas te recordamos nuestro repaso a las mejores ensaladas de legumbres de El Comidista, en las que puedes poner las legumbres de conserva si no quieres encender ningún fuego. En El Comidista somos grandes fanses de las conservas de legumbres.
Un clásico actualizado como la ensaladilla rusa con langostinos combina tubérculos energéticos con verduras y proteínas. Un combo infalible si la tomas fresquita de la nevera, más fácil imposible: patata cocida de calidad (que puede ir con piel si es pequeña y tierna), langostinos cocidos enteros, rabanitos, pepino, un poco de queso quark, crema agria o yogur griego para la cremosa salsa (o mayonesa, si te empeñas), aliña con un poco de sal, vinagre y cebollino, y ya la tienes.
Y no debe faltar en nuestras ensaladas de verano el rey de las comidas frescas y veraniegas, el tomate, como en esta excelente ensalada de tomate, garbanzos y anchoas, con un resultado fantástico si usas anchoas de calidad.
Las sopas frías
Son un clásico, casi ni hace falta mencionar a las campeonas de las cenas veraniegas, que puedes fabricar en gran cantidad para ir tirando varios días. En este artículo te contamos la vida y milagros de las mejores sopas frías de El Comidista. Si las amenizas con algo de queso, jamón u otro alimento proteico que les cuadre, tendrás una comida relativamente completa con escaso esfuerzo y enorme orgullo y satisfacción.
Un gazpacho campero, en trozos como se hacía antiguamente en el campo, combina con cualquier cosa que le pondrías a una ensalada, pues al fin y al cabo no deja de ser una ensalada en sopa, fíjate bien: mojas en agua media barra de pan candeal, majas un diente de ajo con hierbas aromáticas frescas al gusto; agregas la miga de pan escurrida con 3-4 cucharadas de buen aceite de oliva virgen y montas un ajilimójili bueno en el mortero; pones un litro de agua fresca en un lebrillo, añades el majado y tomate, pepino y cebolla picaditos en dados pequeños; sazonas con vinagre y sal al gusto, y obtienes una sopa fría superrefrescante y sanísima.
Una conserva de pescado o moluscos de las que nos sobran en este país para acompañar a este primigenio gazpacho (acompañar, no dentro de la sopa) y ya tienes lista una cena de aúpa.
Las tostas
Si encuentras un pan con sabor, cubrir una enorme rebanada con ingredientes en frío es una magnífica solución para esas pocas ganas que tienes de levantarte del sofá. En esta tarea vuelven a ser grandes aliadas las conservas: prepárate una tostada cubierta de tomate en rodajas o picadito, que está en temporada, ponle un excelente pescadito en conserva, como bonito del norte o una rica caballa, o un bacalao desalado o sin desalar, como se toma en muchas zonas del Mediterráneo y os mostramos en la receta del esgarraet, et voilà, cena exprés.
O hazte una cena maravillosa con esta equilibrada tostada de requesón, rúcula, brevas y avellanas de la señora Escudero y habrá merecido la pena el mínimo esfuerzo que has hecho, que no tienes más que aliñar con aceite de oliva, sal y pimienta unas hojas de rúcula y unas brevas, tostar unas rebanadas de excelente pan, untar con el requesón y distribuir por encima rúcula y brevas; acaba con unas avellanas picaditas y un chorrito de miel, y serás más feliz. Te lo garantizamos.
Los tartares, ceviches y escabeches
Un clásico del no cocinar es el tartar: ya sabéis, un alimento bien picadito y convenientemente sazonado, que en origen se hace con carne de calidad, pero cuyo método de preparación ha contagiado a hortalizas y carnes variadas más allá del vacuno. Para muestra, un botón, este sencillísimo tartar de ternera con albahaca y tomate seco que hará las delicias de los carnívoros si tenéis la precaución, como dice nuestra Mònica Escudero, de picar la carne a cuchillo en lugar de en una máquina picadora, figúrate: buena carne ternera picadita con tomates secos hidratados, picados igualmente a cuchillo, junto con aceitunas, alcaparras, cebolleta, ralladura de limón, albahaca y los condimentos de rigor más la yema de huevo. Sirve sobre un buen pan y disfrutarás lo que no está escrito.
Os recordamos esta magnífica combinación de tartar y ceviche de caballa y sandía para los que prefieran algo más ligero que el tartar de carne, que tiene el frescor que le aporta una fruta de temporada tan acuosa y apetecible como la sandía.
En esa misma línea, este sencillo bonito (que además está de temporada) en escabeche de frutas de Clara Villalón quizá sea hacer trampa, porque requiere encender el fuego para marcar el pescado y sofreír mínimamente las verduritas, pero el esfuerzo es mínimo y lo puedes hacer en cantidad para servir en frío durante varios días. Acompaña cualquier escabeche con una ensalada sencilla y tendrás un plato delicioso y completísimo.
El microondas
Sí, señor, usar el microondas no implica calentar la cocina en exceso y te saca de muchos apuros acelerando las cocciones. Te recomendamos los champiñones al ajillo en microondas que puedes preparar con la receta que te dimos en nuestro artículo sobre recetas con champiñones.
Un hallazgo para las ensaladas veraniegas es preparar las patatas en el microondas tal como nos contaba Mònica Escudero en La mejor patata cocida se hace en el micro; se cocinan en tiempo récord, gastas poca agua, no calientas la cocina, quedan perfectamente hechas y las puedes usar para multitud de platos. Ahí lo dejamos.
Para rematar la cuestión de las cenas veraniegas comodonas y galbaneras, os dejamos un par de recetillas fáciles con frutas y queso. No nos deis las gracias, somos servicio público...
Ensalada de sandía y queso
Pocos alimentos de verano más frescos que la sandía; en ensaladas, aunque sea menos común que en el postre, hace un excelente papel con ingredientes que contrarresten su delicado sabor como quesos intensos como el feta griego u hortalizas sabrosas como el pepino o la rúcula.
Ingredientes
Para unas 4 raciones
- 500 g de sandía pelada
- 100 g de queso feta
- 1 pepino mediano (o unas hojas de rúcula)
- Unas hojas de menta
- Aceite de oliva virgen, vinagre y sal al gusto
Elaboración
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Cortar la sandía en cubos pequeños y ponerla en una ensaladera.
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Cortar el queso y el pepino (pelado o sin pelar, como más os guste) igualmente en cubitos y añadirlos a la sandía.
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Preparar en un bol el aliño, en plan vinagreta con tres partes de aceite de oliva virgen y una parte de vinagre, más una cucharadita de sal.
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Remover bien y verter sobre la ensalada en el momento de servirla. Espolvorear con las hojas de menta picaditas y a disfrutar.
Tostada de aguacate, tomates cereza y requesón
El aguacate no puede faltar en una tostada fresca y veraniega. Aquí lo combinamos con un requesón, que no precisa pasar por el calor, y unos riquísimos tomates cereza.
Ingredientes
Para 2-3 tostadas
- 2-3 rebanadas hermosas de buen pan
- 100 g de requesón
- 1 aguacate
- ½ limón
- 1 buen puñado de tomates cereza
- Orégano seco
- Aceite de oliva al gusto
- Sal y pimienta al gusto
Elaboración
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Tostar las rebanadas de pan.
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Untar cada rebanada con una capa de requesón al gusto de cada cual. Salpimentar.
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Cortar el aguacate y extraer el hueso y la pulpa con una cuchara. Aplastarla con un tenedor en un recipiente hasta que se pueda extender en el pan. Agregar unas gotas de zumo de limón y extenderlo encima del requesón en cada rebanada.
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Cortar por la mitad los tomates cereza y mezclarlos en un bol con aceite de oliva, sal y orégano al gusto. Distribuirlos por encima del aguacate y a disfrutar de esta cena veraniega.
Ensalada de patata en microondas con pesto de aguacate
Ingredientes
Para unas 4 raciones
- 6 patatas medianas
- 1 buen manojo de albahaca
- 2 aguacates pelados y deshuesados
- El zumo de medio limón
- 1 diente de ajo pelado
- 2 cdas. de aceite de oliva virgen
- 2 cdas. de piñones o almendras
- Sal y pimienta al gusto
Elaboración
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Preparar el pesto en primer lugar. Triturar primero los frutos secos en batidora de vaso o procesador de alimentos.
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Agregar el resto de los ingredientes menos las patatas y triturar hasta obtener una salsa homogénea. Si estuviera demasiado seco el pesto, agregar algo de aceite de oliva. Reservar.
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Pelar y cortar las patatas en trozos medianos, sazonar con una una pizca de sal por encima y cocer en un recipiente en el microondas, muy bien tapadas para que no se resequen y con una cucharada de agua, 7-8 minutos a potencia máxima. Dejar reposar un par de minutos sin destapar y aliñar de inmediato con el pesto para que absorban bien el sabor.
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