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Los productos caducados que son uno más de la familia

Lanzamos la etiqueta #ConfinadosCaducados para que compartiérais las reliquias de vuestra despensa. Nos devolvisteis un aluvión de especias, bebidas, conservas y otros productos jurásicos. Éstos son los mejores.

Dos ejemplares fosilizados de especias
Dos ejemplares fosilizados de especiasCARLOS DONCEL
Carlos Doncel

Ves una receta que te gusta pero lleva cardamomo. No tienes cardamomo en casa y compras un bote de cristal pequeño, de los de siempre. El plato te sale genial y desaparece de la mesa en 10 minutos, pero la especia se queda en un cajón durante siglos junto al pelador de piñas y ese libro de cocina uzbeka que tanto te interesaba. Años después El Comidista, en medio de un confinamiento por pandemia, lanza la etiqueta en Twitter #ConfinadosCaducados para matar el aburrimiento compartiendo las reliquias de nuestras despensas. En la búsqueda para subir tu foto encuentras un tesoro: el cardamomo está más pasado de fecha que los Yoplait de pera y las Nike de muelles.

Con distintas variantes, ésta podría ser la historia de cualquiera de las incontables especias caducadas con las que habéis acudido a nuestra llamada. Pero no solo se han visto albahacas milenarias y clavos mohosos: han aparecido vermuts de los 70, sanjacobos fosilizados y anchoas del Triásico. Estos productos cumplidos de fecha han servido para divertirnos un rato, pero el jijijajá puede desaparecer si los probamos: "No se debe consumir ningún alimento cuya fecha de caducidad haya vencido por el riesgo de encontrar bacterias patógenas en él", aclara Marián García, creadora del blog Boticaria García y profesora de nutrición de la Universidad Isabel I.

En el caso de los productos con consumo preferente, "si los comemos poco tiempo después de que haya vencido la fecha, no supondrán un riesgo inminente para la salud, sino que simplemente mostrarán un deterioro en alguna de sus características organolépticas", explica el doctor en tecnología de alimentos Miguel Ángel Lurueña. Ahora bien, eso no significa que sean eternos: si se consumen mucho después de lo indicado también pueden ser perjudiciales, aunque los efectos no sean inmediatos. "Por ejemplo, cuando un aceite o unas patatas fritas se ponen rancios, se generan compuestos tóxicos. Lo mismo ocurre si en un bote de especias se desarrollan hongos capaces de producir micotoxinas", advierte el autor de la web Gominolas de Petróleo.

Teniendo siempre presente estas indicaciones, y con el único objetivo del cachondeo y el jolgorio, hemos recopilado y dividido por categorías los productos caducados más estrafalarios de este confinamiento:

ESPECIAS

Arsenal especiero (de 2003 a 2009)

El bueno de Rafa Porres debe de llevar 10 años sin pisar la sección de especias del supermercado, en vista a su impresionante colección de condimentos caducados. En la foto que nos envió aparecen ocho botes que cumplieron la década pasada y que, según cuenta, aún sigue utilizando (se la está jugando más que un lince en un arcén).

Bolsitas de comino (1965)

La madre de Pepa tiene que ser prima segunda de Juan Luis Arsuaga como poco. Es increíble que sitúe temporalmente dos bolsas de comino, vendidas a una peseta cada una, en 1965, ni año arriba ni año abajo. De cerca se aprecia con claridad que es comino, pero sería conveniente no sacarlas de casa, que de lejos parecen unos chivatillos de túyameentiendes.

Ablandador de carne (2006)

El ablandador de carne tiene pinta de ser perjudicial incluso estando en fecha, no me quiero imaginar si lleva caducado desde hace 14 años. La tuitera que nos ha mandado la foto comenta que les deja la carne "como si estuviera mechá" (y creo que se refiere al brote de listeriosis del verano pasado).

Clavo en grano (1992)

Cuando la flecha de fuego encendió el pebetero de los Juegos de Barcelona y el rey inauguraba la Expo de Sevilla. Justo el año en que el AVE llegó a la capital andaluza y Nelson Mandela conseguía el Príncipe de Asturias. En la misma fecha en la que Induráin ganó su segundo Tour de Francia, este clavo en grano de Glòria Serra caducó.

Albahaca de importación (1991)

Teniendo en cuenta que la albahaca es de importación y que vino en el 89, a estas alturas ya tendrá la doble nacionalidad. Y es curiosa la relación que se establece con un bote de especias: el tuitero que nos lo envió afirma que él ya "no lo ha tirado" porque le "da cosa". Ojalá permanezca muchos años más a tu lado.

BEBIDAS

Schweppes de naranja (1986)

Me fascina que alguien conserve una Schweppes de naranja durante 34 años como quien guarda un Vega Sicilia. Este documento gráfico lo ha enviado la compañera periodista Laura Cruz, que como se aprecia en su tuit, también se hizo mil preguntas cuando vio este botellín.

Vodka de la URSS (entre 1922 y 1991)

En este momento está Lenin en su ataúd con dos lágrimas como las cataratas del Niágara, Jrushchov pegando volteretas y Gorbachov con fatiga. Hay que tener en cuenta que este vodka habrá perdido propiedades organolépticas, y quizá ya no te entren ganas de montar gulags a lo loco al beberlo.

Ginebra Gordon's con precinto franquista (1978 como máximo)

Esto es un carrusel de emociones. Si antes fue la Unión Soviética, ahora la España de Franco. Como consejo, Javi: aunque ya sea imbebible, no tires la botella. Seguro que hay muchos "nostálgicos" a los que les encantaría comprártela para degustar una ginebra tan seca y rancia como su Caudillo.

CONSERVAS Y PREPARADOS

Mermelada casera (2012)

"La mamá de mi novio tuvo el detalle de regalarnos una mermelada casera. ¡Lástima que la hiciera en 2012!", comenta en su tuit la inocente y cándida Martha. Querida Martha: este es el intento de asesinato con premeditación y alevosía más burdo de la historia. Huye. No vuelvas a esa casa jamás. Empieza una nueva vida en Paramaribo.

Bolsa de patatas fritas (1993)

Javier fue a Disneyland Paris con su familia y como recuerdo se trajeron un paquete de patatas. Todo el mundo se compra un jersey de Mickey o el chándal de entrenamiento del Pato Donald, pero ellos una bolsa de patatas fritas. El día que les dé por abrirla lo de Chernóbil nos parecerá una tontería.

Canalones (fecha aún por determinar)

Para saber cuándo se fabricaron estos canalones Ardilla se necesitan al menos un par de pruebas de carbono 15 (me da que con el 14 no llega). El precio, contra todo pronóstico, está en pesetas y no en maravedíes. Solo una cosa está clara: la caja aún transmite el encanto de la sencillez.

PRYCA VINTAGE

Azafrán (1997)

Es oír Pryca y retrotraerse a otra época. Habrá muchos ahora mismo teniendo flashbacks en algunos de sus pasillos. O en los de Simago o Continente quizá. Gracias, Ezequiel, por regalarnos estos minutos de nostalgia y melancolía noventera.

Colorante alimentario (1994)

Este es otro caducado del Pryca de los muchos que nos habéis enviado: al final va a resultar que cerró porque nadie acababa sus productos. Según cuenta Olga, este colorante alimentario del 94 se lo encontró "en casa de una amiga". Solo esperamos que no lo utilice actualmente y que se encuentre bien, Olga. Ya nos dirás.

REFRIGERADOS

Frankfurts y anchoas (2015 y 2013)

Henry, por favor, desde aquí te pedimos que no abras eso nunca. Aléjalo cuanto antes de esa casa, te lo decimos por tu bien y el de tu amigo. Coge el teléfono y llama a los TEDAX de la Guardia Civil, ellos sabrán qué hacer con estas dos potenciales armas biológicas. Y una última cosa: si Kim Jong-un llama a tu colega, que le diga que no está interesado en vender nada.

Sanjacobos y merluza con jamón y queso (2009)

Ángel comenta en su tuit que estos refrigerados "ya son de la familia". Mi mente de inmediato ha empezado a crear imágenes: Ángel acunando un sanjacobo, tapando a la merluza con una manta en su hueco de la nevera y dándole un beso de buenas noches. Bajándolos al parque para que hagan castillos de arena –pero tienen que ayudarlos porque ni la merluza ni los sanjacobos tienen brazos– o mostrando orgulloso las fotos de sus primeros pasos. Qué ternura.

FANTASÍA

Pastas danesas (1999)

La suegra de esta tuitera puede marcar un hito en la historia: por fin se podrá saber qué hay en las cajas de pastas danesas antes de abrirlas. ¿Habrá hilos y dedales como creemos todos? ¿Contendrá, como según anuncian, galletas danesas? ¿Será simplente una tapadera y los daneses llevan años pasando cocaína a España por este método? Schrödinger ahora mismo revolviéndose en su tumba.

Caviar rojo (2009)

Solo alguien que desayune todos los días dos molletes de caviar deja caducar una lata de este producto tan caro. Juan Manuel, hijo mío, que no es una bolsa de chochitos para abandonarla hasta su putrefacción.

Lata húngara de fuagrás (1998)

A menos que hayas estado de Erasmus en Budapest no entiendo qué hace una lata de fuagrás húngara en una casa cualquiera. Es más: no comprendo que hace una lata de fuagrás húngara en una casa cualquiera 22 años. Y lo que es asombroso es que Roberto –el tuitero que ha enviado la foto– no tiene ni idea del contenido ni del origen, pero desde el 98 no le ha dado por tirar el dichoso fuagrás.

Estos han sido los 18 productos caducados que más nos han llamado la atención, aunque hay muchos otros que bien merecían estar en esta lista. Codornices, pepinillos, nueces moscadas o donuts, todos alimentos apetecibles en su día pero ya hoy condenados al hermetismo. Y mejor que se queden ahí, en ese rincón olvidado de la nevera o la alacena, nunca en un plato sobre la mesa. Recuerda: si piensas darle un bocado a esa carne de membrillo que compró la bisabuela en el 36, que sepas que pierde la gracia cuando te abren una vía en el hospital.

¿Tienes algún producto añejo en casa que hayas descubierto haciendo limpieza? Compártelo en los comentarios o en las redes sociales con la etiqueta #CaducadosConfinados.

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Sobre la firma

Carlos Doncel
Periodista gastronómico en El Comidista, doble graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla y alto, muy alto. Le encanta el picante, la cerveza, el cuchareo y las patatas fritas de bolsa. Cree que el cachondeo y el rigor profesional son compatibles y que los palitos de cangrejo deberían desaparecer.

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