Ensalada de pulpo y patata

Patata y pulpo, pulpo y patata: bien saben los gallegos que con esta ensalada no he inventado nada, porque esta pareja lleva siendo un combo ganador en su gastronomía desde que la primera pulpeira estampó un cefalópodo contra una tabla. Pero, aunque los protagonistas sean los mismos, el toque frescachón del limón y el pepinillo hace que el resultado sea completamente diferente.
Esta ensalada es sorprendentemente fresca y ligera, alegre al paladar –el mérito es todo de ese ácido que, como dice un buen amigo, "hace que se te enciendan los carrillos"– y a pesar de ser bastante patatera no empapuza lo más mínimo. El perejil como ingrediente de pleno derecho, un recurso que usa a menudo Jamie Oliver –y un clásico de la cocina de Oriente Medio– también le da un rollo frescachón y sabroso bastante interesante, y la cebolla caramelizada le aporta una melosidad al conjunto que ayuda a que pase sin sentir.
Como en realidad lo único que se cocina aquí es la patata, este plato puede hacerse casi en cualquier sitio –yo la preparé en el office del estudio que comparto, donde básicamente hay un microondas, tostadora y una tabla de cortar– y es perfecto para dar de comer a chiquicientas personas, porque la diferencia de esfuerzo entre hacer 4 raciones y 15 es mínima. Se me ocurren muchísimas variaciones que se podrían hacer para tunear el plato al gusto de quian vaya a tomarlo: cambiar la patata por quinoa, arroz salvaje, sémola o bulgur –en definitiva, cualquier otro hidrato–; el pepinillo por cualquier otra variante e incluso el pulpo por algún pescado en salazón, bacalao desalado o salmón ahumado.
Ingredientes
Para 4 personas
- 750 g de patatas nuevas medianas (unas 4 patatas)
- 300 g de patas de pulpo cocidas
- 4 pepinillos grandes
- 2 limones
- 2 cebolletas pequeñas
- 1/4 de taza de hojas de perejil
- 2 limones
- 2 cucharadas de cebolla caramelizada
- 1 cucharadita de mostaza de Dijon
- Aceite de oliva virgen extra
- Aceitunas al gusto (yo usé griegas verdes y negras, unos 80 gramos)