‘IPA’, ‘pale ale’, ‘pilsner’ o ‘stout’: guía rápida por los diferentes estilos de cerveza

Al igual que con los géneros musicales, los estilos de cerveza ofrecen un abanico de opciones, cada uno con características propias. Los estilos agrupan las cervezas por origen, ingredientes, graduación alcohólica, entre otras varias características. Pero esto no siempre fue así, ni siempre se usó el mismo nombre para cada una de ellas.

Originalmente, los estilos de cerveza surgieron de manera espontánea según el entorno, las limitaciones de ingredientes y la influencia del agua local. El clima y las estaciones también determinaban cuándo era posible elaborar cerveza. A estos factores se suma la evolución de la tecnología, que ha dado y sigue dando nuevas herramientas a los cerveceros, desde mejoras en los hornos para el malteado y la invención de la refrigeración, hasta el descubrimiento de los secretos de las levaduras y el desarrollo de la pasteurización.

Las leyes e impuestos también jugaron un papel importante en el desarrollo de los estilos, permitiendo o limitando el uso de ciertos ingredientes. Por ejemplo, en Alemania, la famosa Ley de Pureza de 1516 (Reinheitsgebot) estableció la elaboración de la cerveza únicamente a través del uso de malta, lúpulo y agua, lo cual influyó en la creación de los estilos clásicos alemanes.

Hoy en día, gracias a los avances, cualquier estilo de cerveza puede elaborarse en cualquier lugar del mundo, y la tecnología permite que las cervezas se conserven y viajen sin problemas. Pero entonces, ¿cómo surgen los estilos de cerveza como los conocemos hoy?

El término “estilos de cerveza” (en inglés, beer styles) fue popularizado en los años setenta por el crítico y escritor británico Michael Jackson. Considerado el padre de los estilos de cerveza, Jackson fue pionero en categorizar las cervezas según su origen, ingredientes y características. Con estos estilos buscó, y seguimos buscando, rendir homenaje a tradiciones y a la historia detrás de cada variedad y, sobre todo, traer un poco de orden en un mundo de cervezas cada vez más variado.

Al final, los estilos de cerveza ayudan a que los que elaboran comuniquen al consumidor qué puede esperar de la cerveza que va a disfrutar. Cada estilo tiene sus particularidades de sabor, aroma y apariencia, y el nombre del estilo es como una pequeña guía de lo que encontrarás en tu vaso.

Actualmente, hay dos organizaciones que catalogan los estilos de cerveza. Por un lado, el Beer Judge Certification Program (BJCP), se centra en la formación de jueces para competiciones y mantiene una guía de estilos para ayudar a identificar y juzgar correctamente. Por otro, la Brewers Association (BA), que cuenta con su propia guía de estilos utilizada en festivales como el Great American Beer Festival y la World Beer Cup. Ambas guías sirven de referencia tanto para aficionados como para expertos, aportando un lenguaje común que ha ayudado a millones de personas a entender, divulgar y disfrutar mejor la cerveza, además de inspirar a cerveceros de todo el mundo a seguir experimentando. Existen más de 100 estilos clasificados en estas guías. He aquí algunos de los que se pueden encontrar en bares, tiendas y supermercados:

• Pilsner: Esta cerveza de origen checo es ligera, refrescante y de color dorado. Con un sabor suave y un amargor moderado, es una de las favoritas para días calurosos.
• IPA (India Pale Ale): Con un perfil más lupulado y afrutado, este estilo inglés ha evolucionado mucho, sobre todo en Estados Unidos. Suele tener más amargor y un aroma cítrico o tropical.
• Stout: Originaria de Irlanda, es una cerveza oscura con sabores tostados que recuerdan al café y al chocolate. Ideal para acompañar quesos.
• Pale Ale: Es una ale (cervezas de fermentación alta) británica de sabor equilibrado entre la malta y el lúpulo. Es versátil y fácil de beber.
• Weissbier (Cerveza de Trigo): Refrescante y con un sabor suave, con notas características del estilo que recuerdan al plátano y al clavo de olor.
• Tripel: De origen belga, esta ale tiene una graduación alcohólica alta y es conocida por su carácter afrutado y especiado, con un ligero dulzor y amargor equilibrado. Es una opción compleja y elegante, ideal para quienes buscan sabores intensos.
• Doppelbock: Nacida en Alemania, es una lager (de fermentación baja) fuerte y maltosa con notas que pueden recordar al caramelo, ciruela y frutos secos. Es una opción popular para los días fríos y para acompañar platos fuertes.

Estos estilos pueden encontrarse elaborados en su país de origen o en versiones locales de cerveceras artesanas. Esa es la parte más divertida: una cerveza de un mismo estilo, elaborada por distintas fábricas o en distintos países, puede ofrecer, dentro de su correspondiente rango, sabores únicos. Recuerda, no necesariamente distintas marcas implican distintos estilos y una misma marca puede hacer una variedad de ellos. Cada estilo de cerveza es una invitación a conocer su historia y carácter. La próxima vez, prueba algo nuevo y déjate sorprender.