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Extra Eventos

Más humanidad y menos algoritmos en el trabajo

La regulación laboral europea está obligada a mirar más por los derechos de los trabajadores y evitar los abusos tecnológicos

Miguel Ángel García Vega

Una de esas singulares contradicciones: la vicepresidenta primera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien se levanta a las cuatro de la mañana, quiere reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales. La patronal se ha quejado de que no han contado con ellos en ninguna reunión. Díaz es así. Propone. Hace. Y, quizá, más tarde, busca el consenso. Pero es una fuerza de la naturaleza. Se puede coincidir o disentir, pero trabaja (y mucho) para los demás.

Desde luego, la decisión habrá que ver en qué queda finalmente respecto a que en Europa no se regule la inteligencia artificial (IA) y los algoritmos que hay detrás; esa famosa caja negra parece, como idea, peligrosa. La ministra usa dos palabras. “Riesgos, mayúsculos”. ¡Ojo! “Está habiendo procesos acelerados de competencia desleal, primero por lo que se llama la colusión algorítmica en la que se están utilizando los datos empresariales para distorsionar la posición de mercado de sus productos”, advirtió.

Y también hay que tener en cuenta que ya no existen datos de calidad. Se han acabado. Se utilizan datos sintéticos para probar modelos. ¿Dónde queda la esencia humana? “Tenemos empresas que sufren la barrera de entrada en el mercado porque el algoritmo los segrega. Estamos en un medio de comunicación viviendo un riesgo que es mayúsculo de falsificación en la colocación de productos, bienes y servicios. Pero imagínense los datos en las fake news o en la información o desinformación. Por la segregación, el algoritmo segrega o expulsa modelos de calidad”, constató.

Yolanda Díaz fue franca. Ni Europa ni España pueden ser una colonia digital de Trump. Europa debe tener su “derecho propio digital”. No titubeó. Tiene claro este colonialismo 2.0. Y sus nombres. “Desde luego no respalda las condiciones de trabajo que permiten que las cinco Big Tech [que operan en territorios de baja tributación] se repartan beneficios ingentes [o indecentes] ni sistemas como el de Amazon donde se trabaja” —acorde con Yolanda Díaz— “120 horas semanales, con mecanismos de vigilancia absolutos y controles que vulneran los derechos humanos. No es el sistema que quiere ni España ni Europa”, sintetizó. La competitividad no puede estar en los modelos laborales porque esto es deslizarse en una cuesta en caída. “Tenemos que recolocar a los trabajadores y sindicatos en un Europa nueva”, incidió. Más justa.

Permisos retribuidos

Quizá más lejos de lo que nos gustaría están las personas. La ministra va a aumentar el permiso retribuido por fallecimiento hasta 10 días y otro nuevo de cuidados paliativos. A la patronal sus propuestas le pillan con el pie cambiado porque suelen enterarse después de los anuncios. “Creo que nadie puede ir bien a trabajar a los dos días del fallecimiento de un padre [ella misma perdió en julio al suyo, Suso Díaz, un histórico del sindicalismo que luchó contra el franquismo], una madre, de un hijo, de una hija. Nadie puede hacerlo bien”, aseguró. Tiene la lógica que tal vez falten a los algoritmos de Bruselas.

Seguirá incidiendo en la ampliación de los permisos. Lo hizo hace poco con el de maternidad y paternidad hasta las 19 semanas. También se han añadido dos nuevas fórmulas para el cuidado: el permiso parental de ocho semanas sin renunciar a los cuidados de los hijos hasta que cumplen ocho años, y otro remunerado por fuerza mayor de hasta cuatro días al año por situaciones urgentes para cuidar a familiares pero también a personas que viven en el mismo hogar. Y sacude la certeza y las cifras. Han aumentado mucho las bajas laborales por incapacidad común.

El año pasado hubo cuatro millones de bajas más que en 2016 debido a la covid, el envejecimiento de los trabajadores y el colapso de la sanidad. Pero estas tres situaciones no es “absentismo”. “Son derechos laborales”, defendió la responsable de la cartera de Trabajo.

Y reveló la situación de unas pymes que pagan de media un 18% y unas grandes empresas que alcanzan el 5%. Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Trebal, que también acudió a la segunda edición de World In Progress, se quejó y tildó de “estado policial” la propuesta del control horario de Yolanda Díaz. Quizá, para alguien que se levanta a las cuatro de la mañana, el sol no sale igual para todos.

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Sobre la firma

Miguel Ángel García Vega
Lleva unos 25 años escribiendo en EL PAÍS, actualmente para Cultura, Negocios, El País Semanal, Retina, Suplementos Especiales e Ideas. Sus textos han sido republicados por La Nación (Argentina), La Tercera (Chile) o Le Monde (Francia). Ha recibido, entre otros, los premios AECOC, Accenture, Antonio Moreno Espejo (CNMV) y Ciudad de Badajoz.
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