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El español traspasa fronteras

El programa Acción Educativa Exterior permite a alumnos de cualquier carrera sumergirse en aspectos culturales y académicos en otros países

EXTRA ELIGE TU CARRERA 18/06/23
Kentaroo Tryman (GETTY IMAGES)

Es natural tener miedo e inseguridades, pero tomar ese riesgo puede traer algo muy enriquecedor y valioso”, “no creo que haya un trabajo mejor que el mío” o “he aprendido lo bonito que es compartir y enseñar algo tan íntimo como es tu lengua materna y tu cultura” son algunos de los testimonios de docentes y alumnos que se recogen en el libro El mundo estudia español, 2022, publicado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP). Experiencias profesionales y académicas, contadas en primera persona, que muestran la acogida que tiene el español y la cultura española fuera de nuestras fronteras, y de qué manera el programa Acción Educativa Exterior (AEE) ha servido de hilo conductor para su expansión.

El español lo utilizan casi 500 millones de hablantes nativos (496,5 millones) y está cerca de los 600 millones (en concreto, 595) si se suma a quienes tienen una competencia limitada y los estudiantes, según los datos recogidos en El español en el mundo. Anuario del Instituto Cervantes 2022.

El intento por impulsar la enseñanza del español en el exterior no es reciente. Sus orígenes se remontan al último tercio del siglo XIX, cuando se funda la Escuela Española de Bellas Artes de Roma, durante el reinado de Alfonso XII, por iniciativa de Emilio Castelar, como instrumento de la política cultural exterior para la formación de artistas y humanistas. Sin embargo, la primera iniciativa importante, en cuanto a acción educativa exterior en “sentido estricto”, data de 1912, en Marruecos. En esta fecha se firma el convenio hispanofrancés sobre límites y condiciones de los respectivos protectorados; un año después se constituyó una Junta de Enseñanza de Marruecos, con el fin de coordinar los diferentes organismos implicados en la promoción de la lengua y cultura españolas en el país, uno de cuyos objetivos fue la educación de los hijos de españoles allí residentes.

Más de un siglo ha transcurrido de esos primeros esbozos que buscaban fomentar la visibilidad del idioma y la cultura españolas en otros países. Una Acción Educativa Exterior cuya coordinación depende de la Unidad de Acción Educativa Exterior (UAEE) del MEFP y que se gestiona mediante la red de consejerías de Educación, agregadurías de Educación, asesorías técnicas y una dirección de programas (en Guinea Ecuatorial), adscritas a las correspondientes embajadas de España. El objetivo final de su trabajo es triple: satisfacer las demandas de ELE (Español Lengua Extranjera) en sistemas educativos extranjeros, y colaborar en la promoción y mejora de estas enseñanzas; promover la difusión de la lengua y cultura españolas en el mundo, y atender las necesidades educativas de la población española residente en el extranjero.

Las cifras del plan

Según los últimos datos estadísticos publicados por el MEFP, 86.538 personas de todo el mundo han estudiado lengua y cultura españolas en el extranjero a través de los centros y programas del MEFP en el curso 2021-2022, a los que habría que sumar otros 47.500 alumnos del programa bilingüe ISA, impartido en Estados Unidos, Canadá y Australia.

Andrés Contreras, subdirector general de la Acción Educativa Exterior (AEE), explica que “aprender español en los centros educativos marca una diferencia grande en cuanto el afecto y la vida personal y profesional de nuestros alumnos. Esto ha propiciado el intercambio cultural y el enriquecimiento mutuo entre miles de estudiantes y docentes promoviendo así un dialogo muy positivo. Además, el programa ha tenido un impacto muy positivo en la proyección internacional de España, fortaleciendo sus lazos con otros países y creando una red de contactos y colaboraciones en el ámbito educativo”.

La red educativa exterior abarca diferentes tipos de centros: unos son de titularidad del Estado español (18), otros de titularidad mixta (2), y también hay centros de convenio (14). Por otro lado, hay secciones españolas (29 en cinco países) y bilingües (76 en ocho países). A través de todos ellos se proporciona a los estudiantes escolares la oportunidad de aprender el español como lengua extranjera, además de impartir otras asignaturas del currículo en español, Lengua y Literatura Española y Geografía e Historia de España. “Estos centros también actúan como centros de difusión cultural, promoviendo actividades y eventos que permiten a los estudiantes conocer y apreciar la diversidad y riqueza de la cultura española. Cabe mencionar también a las Agrupaciones de Lengua y Cultura Españolas, en las que se imparten clases extraescolares dirigidas a hijos de españoles, para que no pierdan el vínculo con sus orígenes”, apunta Andrés Contreras.

Gabriela Carrera se graduó en el Colegio Internacional Parque de España en Rosario (Argentina) en el año 2017. Posteriormente, se mudó a Barcelona para estudiar un grado en Relaciones Internacionales en la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales Blanquerna, de la Universitat Ramon Llull, donde consiguió una beca de excelencia para toda la carrera universitaria. Según apunta esta antigua alumna, “el motivo que me indujo a incorporarme al programa fue el deseo de recibir una educación bicultural que combinara los aspectos culturales y académicos de España y Argentina. Esto me permitió sumergirme en ambas culturas, aprender sobre su literatura, historia y geografía, y participar en actos culturales que celebraban ambas nacionalidades. Además, obtener títulos tanto de la ESO española como del bachillerato español, junto con el título de secundaria argentino, me brindó una base educativa sólida y múltiples opciones para continuar mis estudios”. Además, continúa Carrera —quien ahora trabaja en una organización que representa a gobiernos subnacionales de varias regiones del mundo en foros y negociaciones internacionales en el ámbito de cambio climático, biodiversidad y desarrollo sostenible—, “esto me ha permitido desarrollar habilidades interculturales. El enfoque en literatura, historia y geografía española ha ampliado mi comprensión de las relaciones entre ambos contextos. Esta base académica y cultural me ha proporcionado una ventaja competitiva al trabajar en roles internacionales y establecer relaciones sólidas con personas de diferentes culturas”.

Pablo Baigorria Kobylinski estudió en la sección bilingüe de la Escuela Secundaria General 15 Europa Unida en Gdansk (Polonia), entre los años 2015 y 2018. “Hubo dos razones principales por las cuales decidí unirme a la sección bilingüe: una, aprender más sobre España. Aunque parte de mi familia es española, me crie en Polonia y no tenía mucho conocimiento sobre la historia y la literatura del país. Dos, realizar estudios de grado en una universidad española”.

Decisiones que cuentan

Baigorria Kobylinski cursó el grado de ADE en la Universidad de Jaén, y el Máster en Management de la Universidad Carlos III de Madrid. En su opinión, “esta decisión me cambió la vida, ya que, hasta el momento de acceder a la sección bilingüe, tenía planeada una ruta totalmente diferente tanto académica como profesional. Gracias a este programa, he podido prosperar en España y encontrar un trabajo estable. Sin ese paso, ahora sería una persona totalmente diferente”.

Por su parte, Svetlozara Slavcheva ha finalizado este año sus estudios de bachillerato en el Instituto Bilingüe Miguel de Cervantes de Sofía (Bulgaria). El programa le ha ofrecido la oportunidad de desarrollar otras competencias, como la comunicación o la capacidad de aprendizaje en general. “Quería conocer España en detalle y es exactamente lo que he logrado en estos últimos cinco años gracias a mis profesores y compañeros”, afirma.

Actualmente, el programa, pese a su prometedor presente, se enfrenta a una serie de retos como es la labor que desempeñan las consejerías de Educación establecidas en cada demarcación y los cambios en el ámbito educativo y las demandas de la sociedad actual. Desafíos que, en palabras del subdirector general de la AEE, “implica estar al tanto de las tendencias educativas, las nuevas tecnologías y las necesidades de los alumnos, para garantizar una educación de calidad y relevante. Además, debemos seguir fomentando la colaboración internacional en el ámbito educativo, a través de la búsqueda permanente de nuevas alianzas y proyectos conjuntos con otras instituciones educativas internacionales. Vivimos en un proceso de cambio continuo de nuestra oferta educativa en el exterior”.

¿Y qué papel juegan los docentes...?

Desde 1986, más de 15.000 profesores han participado en el programa Acción Educativa Exterior (AEE). Una de ellas es Lourdes Ballesteros Martín, actualmente asesora técnica docente del Área de Relaciones Internacionales e Institucionales, y que fue directora gerente del Colegio Miguel de Cervantes de São Paulo (Brasil), de titularidad mixta, entre el 1 de febrero de 2016 y el 31 de agosto de 2021. Ballesteros Martín sostiene que el proyecto pedagógico “gusta mucho a las familias, así como su misión: formar personas felices y responsables, con sólidos conocimientos y valores, que sean agentes de transformación social en un mundo globalizado y multicultural”. En el centro ejercen funcionarios españoles que imparten las enseñanzas de lengua, cultura e historia de España de forma integrada al currículo brasileño, una circunstancia que, para esta antigua directora gerente, “es un gran diferencial”.
En la actualidad, los alumnos que se matriculan en este centro lo hacen, según Ballesteros Martín, por dos razones fundamentales:  “La formación que reciben primero, ya que se trata de un proyecto educativo, interdisciplinar y globalizado, que integra el currículo brasileño y español con el fin de proporcionar a los alumnos una formación integral, diversificada y personalizada; y también por las salidas que se les ofrece; acceso a universidades españolas, brasileñas y de todo el mundo”.
Marruecos, otro de los países que participa en los programas de AEE, cuenta con 11 centros de titularidad mixta. Nair Soria Galán es antigua docente en uno de estos centros. Trabajó seis años en Marruecos: uno en Tánger y cinco en Rabat. Unos años que califica como “fantásticos”. Soria Galán asegura que en el país vecino “valoran mucho nuestra red de centros escolares, donde hay listas de espera para entrar. La comunidad educativa está muy cohesionada y te sientes muy valorada como profesional. Los docentes españoles tenemos la oportunidad de trabajar no solo con otros docentes del país que imparten la lengua árabe, sino también con compañeros y compañeras de todas las regiones españolas, compartir experiencias e integrarnos en proyectos escolares comunes”. Galán califica la experiencia en el país vecino de “enriquecedora profesionalmente”, debido a que “los proyectos plurilingües de los centros donde conviven varias lenguas suponen un reto metodológico para los docentes y una oportunidad para mejorar en los procesos de enseñanza y aprendizaje de lenguas”.

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