Sube el color: el destierro en decoración del repetido tándem blanco y gris
El minimalismo cálido de terracotas y maderas claras convive con una paleta de tonos intensos por la que apuestan diseñadores y arquitectos y cuyos resultados no dejan indiferente. Lo dicen también los neurólogos
Después de décadas bajo el imperio del todo al blanco, ese telón de fondo para dar rienda suelta al estilo de cada usuario, en los últimos años el interiorismo sigue abrazando el minimalismo cálido de tonos tierra y maderas claras y la decoración aplica los postulados de gurús como el artista belga Axel Vervoordt, que tiene galerías de arte, antigüedades y diseño en la ciudad belga de Amberes, además de avalarle cinco décadas de trayectoria dictando las bondades del cromatismo inspirado en la tierra, beises, marrones y negro. Un minimalismo cálido de terracotas y maderas claras que en decoración han sustituido al repetido tándem blanco/gris de inicios de los años 2000.
El artífice belga, de ambientes tan austeros y espartanos, impregna muchas de las colecciones de la firma Zara Home, que lleva años colaborando con Vervoordt con ropa de cama, mobiliario y accesorios que abogan por las tonalidades térreas y por una paleta cromática que se asocia con la cultura mediterránea. En este punto, es el tono terracota el que de un tiempo a esta parte se ha erigido como gran protagonista de los escenarios propuestos por las tendencias que defienden la artesanía local. Estas apuestas se colocan a la cabeza de los rankings de tendencias dictados por las revistas especializadas. Muestra de ello es la Collection 03 Zara Home + by Vincent Van Duysen de 2024, una alianza estética de la marca gallega con otro gran nombre de la arquitectura y el diseño belga que se inició hace dos años. Esta se compone de muebles y objetos que no se salen de los diferentes tonos del blanco pasando por el crudo hasta llegar al negro, propios de arcillas, maderas sin tratar y materiales en crudo como el latón.
Pero esta ola de reminiscencias monacales contrasta, sin embargo, con los derroteros por los que transitan tanto el diseño como la arquitectura hecha por generaciones emergentes, que, sin menosprecio de todo lo anterior, apuestan decididamente por el color. Así lo ejemplifican muy bien las últimas colecciones de marcas tan destacadas como Roca, Sancal y GAN, entre otras, sin olvidar a Ikea, ya a escala global.
La marca sueca se ha preguntado por cuál es realmente la visión del color, cómo percibimos los colores de objetos y superficies y, sobre todo, cómo los recibe el cerebro, para lo que se ha unido a la Sociedad Española de Neurociencia (SENC), “con el objetivo de hacer una revisión bibliográfica de estudios científicos que analizan la actividad cerebral del ser humano ante la percepción de diferentes tonalidades/colores”, explica Ikea. Después de revisar casi una cincuentena de estudios científicos, Ikea aplicará en sus próximas propuestas de interiorismo las conclusiones extraídas, y algunas ya han tomado forma, por ejemplo, en la colección Tesammans, en colaboración con el estudio holandés experto en color Raw Color. Se ha concluido que tanto intensidad como temperatura, brillo, luz y contraste componen un pack de información visual del color que está íntimamente relacionado con el cerebro. De este modo, existen “diferentes estructuras cerebrales en las que cada una hace una función en paralelo y luego convergen para producir la percepción. Integran toda esa información visual y la relacionan con nuestro estado interno, pero también con el ambiente exterior”, añade la síntesis del estudio de Ikea.
Los colores activan “señales neuronales” que se transmiten a través de los ojos, pero también ponen en funcionamiento una vía no visual por la cual la percepción del color activa el sistema nervioso autónomo. “Es lo que ocurre, por ejemplo, con un flash de un color determinado en diferentes contextos: el rojo puede indicar peligro en señales de tráfico, pero indica amor en contextos sociales y personales”, explica la doctora Teresa de los Reyes, del comité de comunicación de la SENC. “Los resultados de este estudio reflejan la importancia de los colores en la atención, en los procesos hormonales o en las emociones”, indican desde la marca. “Las ondas de baja frecuencia se relacionan con la relajación, la introspección y la meditación, mientras que las de alta frecuencia están implicadas en la concentración, la atención, la ansiedad y la actividad”, explica la doctora De los Reyes. Se sabe que el rojo, el naranja y el rosa producen mayor excitación y se asocian con estados de alerta, mientras que el azul se relaciona con la relajación y el color verde, más neutro, tiene efectos similares a los del rojo.
La colección Tesammans de Raw Color, estudio dedicado al diseño gráfico, la fotografía y el diseño de productos con base en Eindhoven (Países Bajos), consta de 18 productos que ofrecen la posibilidad de hacer varias combinaciones cromáticas porque, para este estudio, —dirigido por Daniera ter Haar y Christoph Brach— “el color nunca está solo, un color solo es lo que es cuando está junto a otros. Por ejemplo, un rojo al lado de un rosa conservará la tonalidad, pero al lado de un azul parecerá más intenso y creará un contraste mayor”, argumentan.
Ante los colores RGB (del inglés red, green, blue —rojo, verde, azul—) nuestro cerebro responde de diferente modo, y en casa esto ocurre en todos los espacios, incluido el baño. Para este espacio nace la colección de grifería Nu, diseñada por Inma Bermúdez Studio para Roca, que añade a su catálogo de cromados y negros mate, tan de moda en la última década, “una colección original y divertida con una clara apuesta por las formas simples en las que la expresión ha quedado reducida a lo esencial”, indican. Pin, Dome y Stripes son las tres manetas diferentes que abarca la línea, una feliz síntesis de forma y color. Entre estos, además del blanco, negro y cromo para los gustos más clásicos y minimalistas, están el verde, el azul y el amarillo. Una colección que ha sido galardonada con un IF Design Award, uno de los premios con más solera del sector que otorga la institución de diseño más antigua de Alemania. Quizás sea una coincidencia, aunque en el mundo del diseño y la creación de tendencias sea poco probable, pero AzkoNobel acaba de dar a conocer el color del año 2025.Se llama True Joy —alegría verdadera en español—, un amarillo “que llena nuestros hogares de optimismo, orgullo y un estallido de color”.
Sancal ha confiado también en Raw Color para lanzar una serie de cojines cilíndricos llamada Line que repite el concepto de las griferías de Roca y ensambla, en un mismo diseño, forma y color. Para la marca, “nadie mezcla los colores con tanta naturalidad como Daniera y Christoph, haciendo que cada cojín sea una pieza única y especial”. Gracias a los colores y las medidas se pueden hacer hasta 15 combinaciones distintas y es que la intención de esta empresa, diseño de fabricación española fundada en 1973, es “añadir un toque de frescura y creatividad a cualquier espacio y como complemento a nuestros muebles”, aseguran.
No solo marcas y diseñadores sino también estudios de interiorismo abogan decididamente por poner una nota de color en los interiores que conciben. Uno de los ejemplos más destacados es Plutarco en España que hizo un homenaje colorista y estilístico a Le Corbusier en su espacio de Casa Decor 2023, junto con otro estudio de arquitectura que abraza el color, Estudio Reciente. El empleo del color como una herramienta de trabajo más se aprecia en su proyecto Casa Rubens en El Escorial, sobre el que Carlos Tomás, detrás de Estudio Reciente, opina que “el minimalismo se acabó y se avecina un interés por el color las materialidades y las texturas que aportan cualidades al espacio, otro tipo de calidez y ofrece la posibilidad de personalizar la casa”.
“Para nosotros es algo innato abrir la mente a emplear una amplia paleta de colores y texturas, e incluso jugar con ellas. Obviamente, hay una apuesta muy fuerte como la de Zara Home por esta vertiente estética y hay gente que lo hace muy bien, pero es fácil caer en la mediocridad. Frente a la casa gris y blanca de obra barata de contratista, de mala calidad, impersonal y que no envejece bien, porque se apoya en soluciones económicas y de producción masiva, creo que la gente se da cuenta de que si vas a apostar por una reforma o un estilismo de tienda el color te va a definir y que si son materiales de calidad va a perdurar en el tiempo”, resume Carlos Tomás.
Otra teoría que defiende desde su estudio es la siguiente: “Antes de la pandemia había una macrotendencia del momento nido, íbamos a huir de la tecnología, de la casa tecnificada y urbana, e íbamos a huir a casas cosy, acogedoras. Esto se asociaba al beis, a la idea de la cueva y a la madera, pero es verdad que después de la pandemia la casa con el teletrabajo necesita tener cierto dinamismo para no aburrirte. Puede haber espacios tranquilos y otros que te activen los sentidos a través del color las texturas y las formas”.
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