Las nuevas tendencias en cuartos de baño para 2023: del regreso de la piedra natural y la bañera a lo último en tecnología y sostenibilidad
El aseo es el espacio que más se reforma, pero también donde las preferencias estéticas son más fugaces. Analizamos, de la mano de tres estudios de arquitectura e interiorismo, cómo será lo nuevo en decoración, materiales y colores
Puede que no haya un espacio de una casa ajena al que prestemos más atención que al baño. Porque una pequeña visita casual a otros aseos provoca, casi sin querer, que comparemos acabados, distribución, muebles y colores con el nuestro. Esa obsesión por los cuartos de baño no es de extrañar: según el Estudio Houzz y el Hogar 2022 sobre reformas, el año pasado el baño fue el espacio en el que más obras se realizaron en las casas españolas, seguido de la cocina. Ese constante cambio, fruto también de su mayor deterioro debido a la humedad, lo convierten en el espacio perfecto para ser cuna de tendencias (a veces poco fructíferas) pero que, como en el caso de las que vienen en este 2023, pueden tener que ver con la manera que tenemos de descansar o hasta con la forma de relacionarnos con nuestra vivienda.
“Los baños y las cocinas puede que sean las partes de la casa más sujetas a escrutinio. Vemos especiales sobre ellos en muchas revistas y no puedes evitar que, de una u otra forma, las tendencias te influyan”, señala Carlos Tomás, arquitecto e interiorista del madrileño Estudio Reciente. Junto al estudio Plutarco, Tomás presentó en la última edición de Casa Decor 2022 un baño llamado Reflejo en el que ya reflejaba muchas de las querencias estéticas y de uso que vienen. En ese proyecto se alejaban de la imagen de lujo y ostentación del pasado y optaron por revestir la estancia con acabados que ahora están de vuelta, como la piedra natural, los textiles o el aluminio.
¿Lo que cada vez se considera más fuera de lugar en un baño? Todo aquello artificial y de “falso lujo” que emula lo que no es o muebles de materiales poco ecológicos. “En muchos casos, es preferible elegir algo más sincero y sencillo, como un baño de los años sesenta con unos buenos alicatados”, aclara el arquitecto. En su proyecto en Casa Decor, Tomás apuntaba también a un uso del color hasta ahora poco usual en un espacio como el aseo, acostumbrado a tonos como el blanco o las escalas de grises, eligiendo para el techo una pintura en terracota con acabado en alto brillo y de efecto espejo. “Lo bueno del baño es que, debido a su escala, pueden entrar tendencias más atrevidas que en el resto de la casa. No hay que tener miedo al color”, sentencia.
Tecnología punta y nuevos materiales
El interiorista barcelonés afincado en Madrid Raúl Martins comparte esta opinión con respecto al uso del color que nos viene, aunque acota: él lo aconseja en el caso de que tengamos aseo para las visitas. “Ahí hay más opciones a la fantasía y al diseño”, explica. En sus proyectos es habitual que Martins apueste por un estilo reposado y sin estridencias, pero, sin embargo, también ha comenzado a incluir algo innovador que, en su opinión, marcará el 2023: interruptores o gadgets de última generación controlados desde el móvil.
“La tecnología es algo que ha llegado para quedarse y ser cada vez más asequible. Hay inodoros que tienen control de temperatura en la tapa o que regulan la altura según quién lo va a usar, espejos donde ver las noticias o leer el correo, aparatos que crean escenas de luz y música...”, resalta. La otra cara de la moneda, aunque totalmente compatible con la domótica, será la vuelta de materiales tradicionales y casi artesanos, como el barro o la terracota.
Precisamente la artesanía será una de las tendencias estrella de este 2023, según Sigfrido Serra y Mateo Climent, de SinMas Studio. En los aseos ideados por estos valencianos no es raro encontrar elementos propios de un salón, como lámparas decorativas u objetos de porcelana de Lladró. “Los cuartos de baño suelen ser un lugar más bien frío y con piezas de artesanía conseguimos darle una mayor calidez y humanizarlo”, aseguran los interioristas.
Además, apuntan a otra tendencia: la vuelta de la bañera. “Fue un elemento que comenzó a suprimirse por espacio y practicidad, pero cada vez más la gente pide tenerla. Es la mejor manera de lograr un spa en casa”, cuentan Serra y Climent. Sin embargo, hay que ser realistas: no siempre tenemos el espacio suficiente para colocarla, ya que, como bien apunta el arquitecto Carlos Tomás, “debido al precio de la vivienda, el aseo se ha visto reducido a la mínima expresión y hemos tendido a hacerlo meramente funcional”.
Por eso, quizás el mayor cambio no sea el uso de nuevos materiales o tecnologías punteras, sino algo mucho más profundo: volver a recuperar el tamaño y concepto de ritual que el cuarto de baño siempre había tenido en nuestra sociedad. “El bienestar, en mi opinión, es que te quepa una bañera y no solo una ducha o que puedas tener un banco en el que vestirte. Que sea un lugar para sentarte a leer o, sencillamente, a contemplar. Un espacio de la casa con un valor añadido”, concluye Tomás.
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