Planes de Navidad en Madrid: patinaje sobre hielo, churros con chocolate y una cabaña alpina

Madrid se ha vestido con sus mejores galas para recibir la Navidad. Durante estos días, sus calles se iluminan con 12 millones de bombillas, lo que supone un gasto estimado en 5,3 millones de euros, un 15 % más que el año pasado. Como modelito navideño, la verdad es que no está nada mal. Dar un paseo para ver las luces es un plan casi obligatorio.

Sin embargo, antes de que llegue la vorágine navideña, la capital ofrece una serie de planes que permiten disfrutar de la ciudad en su versión más cálida, un Madrid algo más tranquilo. Para aquellos que quieran aprovechar al máximo los días previos a las fiestas, la ciudad se convierte en un laberinto de opciones que no dejan de sorprender.

Madrid Te Enreda recomienda sumergirse en el espíritu navideño pasando una tarde en el Hotel Rosewood Villa Magna, donde se podrá disfrutar de su pista de patinaje sobre hielo acompañada de unos buenos churros con chocolate. Otras grandes opciones para este fin de semana son un masaje tailandés en The Organic Spa o un tardeo en el nuevo restaurante latinoamericano de moda, La Alcahueta.

La Navidad más mágica sobre hielo

El Hotel Rosewood Villa Magna (situado en el paseo de la Castellana, 32) es el lugar ideal en Madrid para despertar el espíritu navideño. El hotel ha diseñado una experiencia inmersiva para toda la familia, donde pasar una tarde soñada. Además, todas las actividades tienen un carácter solidario, ya que apoyan la investigación del cáncer infantil.

La tarde comienza con un viaje a Winter Wonderland, donde destaca una pista de patinaje sobre hielo situada en los amplios jardines del hotel, que estará disponible hasta el 6 de enero. Luego, para recargar energías, nada mejor que unos churros con chocolate caliente en la terraza, acondicionada con mantas y grandes sofás. El precio es de 22 euros.

Para culminar la experiencia, la recomendación es quedarse a cenar en la cabaña alpina del hotel. En el menú, no pueden faltar la fondue de queso, la sopa de cebolla y el Apfelstrudel. “Es el primer día que siento que es Navidad al estar aquí, qué alegría tener este oasis en pleno centro”, asegura una de las clientas, Lily Brihet.

Los fines de semana, para los más pequeños se organizan meriendas con Papá Noel, quien, llegado desde el Polo Norte, cuenta a los niños un sinfín de historias sobre su taller. Risas, dulces y villancicos están asegurados. Los domingos, además, se puede disfrutar de su maravilloso brunch. Y, para aquellos que busquen planes para Nochebuena y Nochevieja, el hotel ha diseñado menús y experiencias ideales para celebrar el fin de año.

Un masaje tailandés con un toque madrileño

The Organic Spa (en la calle de Lagasca, 90) es un oasis de bienestar en plena milla de oro que traslada a sus visitantes a Tailandia. El lugar es ideal para desconectar en estas fechas o para regalar un masaje de parte del amigo invisible. Tienen opciones desde 75 euros.

La experiencia comienza con un té en el local. Además, se puede escoger el tratamiento más adecuado según las necesidades de cada cliente, desde masajes tailandeses hasta relajantes tratamientos con aceite, que se pueden realizar en pareja o de manera individual. Al finalizar cada sesión, se ofrece otro té acompañado de un bombón.

Todas las terapeutas son tailandesas y realizan los tratamientos en un ambiente perfecto para relajarse y aliviar los males del cuerpo y la mente mediante técnicas milenarias y productos naturales.

El latinoamericano de moda

La Alcahueta (en la calle del Almirante, 11) es un nuevo restaurante de cocina fusión latina con un toque de picardía que se ha convertido en tendencia en Madrid. Los creadores de contenido lo han vuelto viral tras sus primeros meses de actividad.

Luis Carlos Masías, de 26 años, es el fundador del negocio, que gestiona junto con sus socios de La Matriarca, un grupo de restaurantes con sedes en Medellín, Miami y, ahora, Madrid. “Decidimos abrir en la capital porque es el nuevo Miami, pero sin los precios de EE UU. Hemos adaptado nuestros platos típicos al público madrileño”, explica.

En el local, los platos imprescindibles son el ceviche encocado, el chicharrón crujiente y el ajiaco. Además, hay que probar alguno de sus cócteles de autor, elaborados con licores típicos latinoamericanos. “Queremos que nuestros clientes europeos puedan vivir un viaje sensorial por las raíces de la cocina latina, acercando su rica cultura a través de los sabores y el buen ambiente”, asegura el restaurante.

Es el lugar perfecto para una cita o una comida entre amigos en uno de sus reservados. Después, se puede continuar la velada en el mítico piano bar Tony 2, que se encuentra justo al lado.