Copazos en el piano bar más rancio y maravilloso de Madrid: así es una madrugada en el Toni2
El garito más enloquecido de España, desde dentro. Una noche en el antro que no duerme y por el que se pasean artistas, escritores, políticos y… cualquiera con ganas de ser estrella por un día
"Esta noche al Toni2!". Treinta ediciones de Premios Goya, pero ningún discurso como el de Lucas Vidal, compositor doblemente premiado el año pasado y que verbalizaba lo que muchos estaban pensando. En Madrid, las noches más impredecibles terminan en un piano bar de la calle Almirante, entre las oscuras callejuelas de Chueca y el luminoso Paseo de Recoletos.
Donde la soledad es premiada, la inercia más que justificada y cada rincón está bien pensado. El Toni2 es un encuentro de gentes de cualquier lugar de la sociedad en medio de la zona más parisina de Madrid. Porque Madrid siempre tuvo fama de nocturna y acogedora, uno de sus justificantes tiene como símbolo, quizá casi ya el único, un piano bar donde la música es bien tratada y el personal busca una noche alejada de una simple discoteca. Nunca digan que es un karaoke, palabra vulgar que jamás estará vinculada a este sitio. Cada noche puedes estar rodeado de gente de todo tipo de ideología, artistas de primer nivel o jóvenes que lo descubren por primera vez. "Al Toni me llevó a conocerlo mi amigo Xabi Fortes", rememora el escritor y periodista de EL PAÍS Manuel Jabois. "Allí perdí las llaves y dormimos fuera; él en un hotel con las maletas en mi casa y yo en la alfombrilla, que siempre fue un clásico. Me gustaba mucho cuando llegué a Madrid porque salía entre semana, y tengo la sensación de que es entre lunes y jueves cuando en el Toni ocurre todo. Una noche me echaron y finalmente, tras unos meses intensos, un día me saludó por la calle el pianista. Aquello era un honor, pero también una señal; llevo dos años sin aparecer por allí". Los que no fallan y saben si alguien ha estado o no son los pianistas.
"Aquí se viene a tres cosas: a emborracharse, a ligar y a cantar, el orden no lo sé". Víctor Simonet es uno de los tres residentes del piano más famoso de la ciudad
"Aquí se viene a tres cosas: a emborracharse, a ligar y a cantar, el orden no lo sé". Víctor Simonet es uno de los tres residentes del piano más famoso de la ciudad. Un martes cualquiera de diciembre, una y media de la mañana y el Toni2 es el único local de todo el Centro que tiene una cola que casi da la vuelta a la esquina de la calle Barquillo. "Raro es el que no viene a alguna de esas cosas. Algunos, a las tres". Víctor nos atiende durante el turno de media hora de su compañero José Luis Sánchez: "Es el único local con estas características, un karaoke en directo, cierra muy tarde… De repente llegan nuevos clientes y se pone de moda". En efecto, un vistazo a la barra principal, maravillosamente acolchada en piel, y a la cola delimitada por un cordón de terciopelo descubren entre muchas cenas de empresa a un médico muy televisivo en los 90, a un reportero estrella de la primera generación de Callejeros y al hijo menor de un Grande de España entre un público mayoritariamente trajeado.
Aquí, Ainhoa Arteta puede aparecer y arrancarse a cantar el White christmas como hace pocas semanas, o que el futbolista Xabi Alonso celebre una victoria de su equipo con uno de los columnistas de moda. Detalles como que una misma sintonía suene siempre que hay cambio de pianista, la posibilidad de comer unas salchichas al vino en pleno piano o, en definitiva, ver como lo castizo tiene en el Toni2 un hueco en primera línea, todo eso merece que este lugar no cambie nunca. Cualquier día es bueno, y quizá cuanto mas raro sea el día para salir mejor sea la noche. Porque si cierra en fin de año es que algo ahí dentro se hace bien. Al final, con un micro te sientes famoso por un día siempre y cuando te sepas la letra, incluso pareces artista. "Si no te la sabes no puedes cantar", recuerda Simonet, a punto de relevar a Javier ante los primeros acordes de Blue moon. "Durante una fiesta, echaron a dos actrices muy conocidas del local por hacer trampa y mirar la letra de la canción en el móvil", confiesa el director Daniel Sánchez Arévalo, que convirtió sus pecaminosos sofás del fondo en uno de los escenarios de Gordos, su segunda película.
🎤 GARITO MÁS ENLOQUECIDO DESDE DENTRO
Porque si cada casa tiene sus reglas, las del Toni2 valen hasta para la mujer más poderosa del Gobierno. "Si quieres que tu bar sea famoso, dame el micrófono", cuentan que dijo la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría al pianista antes de arrancarse a cantar Como una ola. "Lo que pasó es que no se sabía del todo la letra, y cuando comenzó a pasar el micrófono a sus acompañantes, decidimos cogerlo. El micro no es un juguete", cuenta uno de los músicos presentes aquella noche de finales de 2015. Un episodio que devolvía por unos días al añejo piano bar a los periódicos y confidenciales, pero que ni mucho menos ha sido el primero... ni el último. Tres años antes, Rufus Wainwright decidió celebrar...
"Un día me saludó por la calle el pianista. Aquello era un honor, pero también una señal; llevo dos años sin aparecer por allí"
Manuel Jabois, periodista
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La princesa oficiosa del Toni2
María Coral, tonadillera y parroquiana.
"El Toni2 es participativo. Hay sitios con más glamour, pero son más encorsetados. Aquí la gente se siente protagonista. Hay que dar a la gente su minuto de gloria".
"Suelo venir una o dos veces por semana, termino mi gala y me vengo a explayar. Cuando trabajas cantas lo que quieren los demás, aquí canto lo que quiero".
"Yo soy la antidiva, me gusta que la gente cante conmigo".
"Ainhoa Arteta venía con dos señores. Cuando estaba cantando jugueteé con los tirantes de uno de ellos y se montó un mogollón. Yo no sabía quien era, así que cuando dijo que iba a cantar un villancico, le dije: 'Si no desafinas, claro, para desafinar ya estoy yo'. ¡Y era la Arteta! Pero yo canto mejor que ella, ¡qué coño!".
“Yo no canto, yo cuento historias con música. Yo vendo mi corazón encima del piano".
"Yo soy la que peor canta, pero la que te pone los pelos de punta".
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