Tras la playa más grande de Europa, la noria gigante de Villacís: el Ayuntamiento de Madrid repesca otro proyecto polémico

Después de la playa artificial más grande de Europa, que ni está en Madrid ni ha sido adjudicada, regresa la noria más grande de Europa. Más Madrid, que lidera la oposición en el Ayuntamiento de la capital, ha denunciado que el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad ha adjudicado por casi 59.000 euros un contrato para un estudio geotécnico con el fin de “determinar la idoneidad de la implantación de una noria en el parque Enrique Tierno Galván”. Una portavoz de Urbanismo explica a este diario que este informe forma parte de un “plan para revitalizar la zona y convertirla en un nuevo atractivo turístico”. En todo caso, el encargo del informe no implica que al final se levante allí la noria, ya que se van a analizar otras alternativas, que no ha revelado. Los vecinos no quieren noria ni en pintura. “Solo tenemos el recurso al pataleo porque no está presentado y no podemos plantear alegaciones o denuncias, pero pelearemos todo lo que haga falta porque esto ya no es que te ocupen el parque 15 días, es directamente que te lo roben”, advierten al consistorio.

Lo de instalar una noria gigante en la ciudad, a imagen y semejanza de la London Eye, es una idea que lanzó días antes del decreto del estado de alarma, en marzo de 2020, la entonces vicealcaldesa de Ciudadanos Begoña Villacís, después de que Valencia desechara un plan similar tras cuatro años de negociaciones. La promotora del fracasado plan valenciano era Circular View, que calculaba en entre 120 y 130 millones de euros la inversión. Ya puestos, claro está, la de Madrid no sería una noria cualquiera, sino la más grande de Europa ―en la actualidad lo es la de Londres con 135 metros, mientras que la más alta del mundo es la High Roller de Las Vegas, que tiene 168―.

Villacís no concretó ni dimensiones ni presupuesto ni ubicación ―aunque se habló de que tendría 140 metros, que estaría en Madrid Río y que costaría 120 millones―, pero la propia líder de Ciudadanos Madrid se encargó de asegurar que el proyecto seguía vivo en una entrevista en la cadena SER en marzo de 2023, en la que descartó que estuviera pensando en poner el mastodonte en el centro y apuntó tres emplazamientos, entre ellos, el parque Tierno Galván.

Este espacio verde, ubicado el barrio de Legazpi de Arganzuela, es uno de los parques más grandes de la ciudad, con 45 hectáreas ―la Casa de Campo tiene 1.535 hectáreas; el parque Juan Carlos I, 220; y, el Retiro, 125 ―. Alberga tres estanques, dos zonas infantiles, instalaciones deportivas, un circuito biosaludable, circuitos bici y miradores. También el Planetario, un auditorio al aire libre, el antiguo cine IMAX cerrado en septiembre de 2014 y una estatua en honor a este alcalde de Madrid.

La debacle de Ciudadanos en las municipales pareció acabar con una idea que ha renacido, de tapadillo y sin publicidad, este agosto. Según ha avanzado este miércoles la SER, Más Madrid ha desvelado que Urbanismo dio el primer paso para hacerla realidad el 19 de agosto, día en el que encargó el estudio. “Lo único que sabemos por ahora es que el Ayuntamiento concedió en la semana pasada en pleno agosto un contrato de casi 60.000 euros ―en concreto 58.628,95― para hacer un estudio geológico en el parque Tierno Galván para la instalación de una noria”, critica Esther Gómez en un audio remitido por Más Madrid a este diario. El plazo de ejecución es de tres meses y, la adjudicataria, la UTE Desarrollos Logísticos y Fomento de Suelo, S.L-Delfos Proyectos S.L.

Para Gómez, estamos ante una “nueva ocurrencia” de Almeida, que quiere convertir la ciudad “en un parque de atracciones literal”, después de la mascletà y de la iluminación en Madrid Río, y de los conciertos y los espectáculos navideños privados que cierran parques públicos. “Otro disparate de Almeida”, a quien “solo le importan el turismo y los negocios de algunos”, se ha sumado la portavoz del grupo, Rita Maestre. “No queremos que Madrid se convierta en un parque temático al margen de sus vecinos”, ha añadido Maestre en X.

Gómez duda mucho de que esta sea una necesidad para los vecinos de la zona, “que no tienen ni polideportivo, ni piscina de verano, ni un centro de salud en Méndez Álvaro”. La edil recuerda que el parque Tierno Galván se ha convertido un centro para eventos privados. La respuesta del Ayuntamiento ha sido de lo más escueta. A preguntas de este diario, una portavoz admite que se licitó el pasado lunes “un estudio geotécnico para determinar la idoneidad para implantar una noria en el parque Enrique Tierno Galván por 48.454 euros” y aclara que la diferencia de precio es porque en el portal de contratación aparece el gasto sin IVA. “Este estudio forma parte de un plan del Área de Urbanismo para revitalizar la zona y convertirlo en un nuevo atractivo para la ciudad” y “no implica que finalmente se implante una noria porque se van a analizar diferentes alternativas”, asegura, sin aclarar cuáles. “Solo es un estudio de viabilidad técnica”, concluye la portavoz restando importancia a la noticia.

“Una vez más parece que la única tarea de Almeida es robarle a los vecinos el espacio público para que las empresas hagan caja con lo que es de todos”, concluye Gómez, que hoy mismo va a registrar una petición de información para acceder al contrato. La London Eye tiene, por ejemplo, 3,75 millones de visitantes al año a un mínimo de 38 euros por la entrada más barata. Uno de los mayores problemas de la noria, subraya Más Madrid, es que necesita un solar enorme, de entre 3.000 y 7.000 metros cuadrados, por lo que habría que arrasar cientos de árboles para plantarla en este u otro espacio verde. Al partido también le escama que el Ayuntamiento hable de diferentes alternativas y se pregunta si esto “supone que van a encargar varios estudios a razón de 60.000 euritos por cabeza”.

Manuel Díaz, presidente de la asociación de vecinos Delicias para tod@s, muestra su oposición frontal. Cuenta que llevan “años denunciado la ocupación del parque, el único grande del distrito”. “Empezó por los conciertos en verano y se sumaron las luces en invierno, así que ahora se cierra buena parte gran parte del año para que determinadas empresas hagan sus negocios a costa de privar a los vecinos de su uso”, censura. Este uso espurio “causa deterioro en las instalaciones, perjudica a las plantas y a las aves y molesta con ruido a los vecinos”, asegura Díaz, que recuerda que este verano han sufrido “un concierto de Depp Purple, de heavy metal, a 200 metros” de sus casas. “Lo que se plantea ahora no es un uso transitorio sino permanente, es un paso más allá, es quitarnos para siempre el parque o una buena parte”, subraya el presidente de vecinos, que denuncia que en primavera “sacaron un decreto de privatización del uso para dar cobertura legal a una práctica que conculca la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente Urbano″.

En su día, la noria ya fue criticada por la oposición y por las asociaciones vecinales de Madrid Río, así como por expertos y urbanistas. Entrevistado en ICON, Álvaro Ardura, profesor de Urbanismo y Ordenación del Territorio en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, explicó que no es partidario del city branding: “Poner una noria no parece lo más adecuado, en primer lugar porque ya es un elemento singular en capitales como Londres. Además, es una importación de modelo de ciudad que tiende a la banalización, a que todos los lugares sean iguales, y eso va en contra de la personalidad y complejidad de Madrid”. “A Madrid no le hace falta un icono porque ya lo tiene: es una de las ciudades con mejor calidad de vida”, indicó Ardura.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter sobre Madrid, que se publica cada martes y viernes.